28 de Marzo de 2024
Nacional

Las balas para callar la verdad


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*Roberto Saviano, el italiano perseguido por la mafia, al haber desplegado el imperdonable crimen de escribir en su contra, ha dicho: los pezzonovantes, (jefes de la mafia), no temen a los escritores, temen a sus lectores

| | 26 Mar 2017

Mika Waltari el 19 de septiembre de 1908, nace el escritor Finlandés autor de Sinhué el egipcio narrador de la gloria y debacle del imperio Egipcio, Sinhué un medico real es testigo presencial de la estabilidad del imperio de Akhenatón, el Faraón que quiso arrebatar a la casa sacerdotal la hegemonía política, habiendo impuesto el monoteísmo se nombra así el único profeta de aquel Dios frente a los humanos, esta novela histórica publicada en 1945 nos dice:
“Yo Sinhué, hijo de Senmut y de su esposa Kipa, he escrito este libro no para cantar alabanzas a los Dioses, estoy harto de los Dioses y cansados de los actos de los Faraones ya no hay nada bajo el Sol, estoy hastiado de la mentira, escribo para mí mismo porque la verdad es el peor de los instrumentos que puede amenazar a los hombres, la verdad son moscas para los oídos de los hombres”.

La clase reinante se venga de quienes escriben para denunciar la verdad, los agoreros de la muerte llámense los Duarte de Veracruz o de Chihuahua, los pitufos de Corral Jurado, quienes juraron haber estado en Mazatlán, jugando Golf, mientras casualmente las balas asesinas cegaban la vida de Miroslava Breach Valducea, aquella mujer sin tacha emergente de la sierra Tarahumara, denunciante incansable del mal y de la impunidad con su dedo flamígero, expuso a la cofradía de complicidad existente entre las mafias del alijo de estupefacientes con los políticos representantes de la clase en el poder.

Muy al estilo de la muerte de Marisela Escobedo, quien por protestar por la impunidad, que otorgaron mediante el certificado de su sentencia, los cínicos operadores de justicia que absolvieron al asesino confeso de su hija Rubí Frayre; así callaron las balas a las protestas de Marisela Escobedo, y por analogía y más aun por mayoría de razón la pluma de Miroslava, que suena como moscas para los oídos de la mafia, es extirpada de su mano el Jueves 23 de marzo, la mataron los asesinos.

Muy al estilo de la muerte de Manuel Buendía, ultimado en las inmediaciones de la zona Rosa en la Ciudad Mancera, aquellos años de la apocalíptica Dirección Federal de Seguridad, de ahí salió el vomito de balas.

Nada, absolutamente nada, hay de nuevo bajo el sol, la palabra hecha verdad no es digna de ser escuchada ni por los Faraones Egipcios, pero tampoco por los gángsters de la modernidad, alguien dijo, el Filosofo Colosio se suicido por hablar de más, Miroslava fue acallada por habliche, así lo consignó el letrero. Cuan peligroso es quien enarbola la palabra o convierte a la tinta en palabras de denuncia como espada flamígera.
Victoriano Huerta el chacal, no pudo soportar el discurso del Chapaneco Belisario Domínguez, simplemente le cortó la lengua.

Al régimen, y al propio corrompido sistema, le pareció inadmisible la palabra de Buendía en red privada.
La pregunta que no cobra respuesta, a quienes les incomodó la denuncia de la reportera “del Norte”.
Dos Miroslavas comparecen en escena, la primera una hermosa suicida de 29 años quien decide quitarse la vida ante una brutal depresión, su amante Luis Miguel Dominguín, la había abandonado para casarse con Lucía Bosé, 6 de diciembre de 2015.

La segunda, una suicida chihuahuense, escribir con la verdad es un suicidio en la tierra del desierto rojo, en el Juárez de las muertas.

Roberto Saviano, el italiano perseguido por la mafia, al haber desplegado el imperdonable crimen de escribir en su contra, ha dicho: los pezzonovantes, (jefes de la mafia), no temen a los escritores, temen a sus lectores.

¿Cuántos lectores tenia Miroslava?

* Abogado de Profesión
Presidente de la Barra Interamericana de Derechos Humanos
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