La línea controvertida del Metrobús Reforma-Paseo de la Emperatriz

*¿Metrobús en reforma?

| | 22 Jun 2017

Reportero Free Lance
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Entre los tópicos más agudos en la primera mitad de junio estuvieron la decisión jurisdiccional de suspender definitivamente la construcción de la línea siete del metrobús sobre Paseo de la Reforma, y la controversia jurídica que puede derivar de la decisión de que continúe, del jefe de gobierno de la ciudad, que han dividido a la opinión de ciudadanos a favor y contra esa obra, que es parte del nuevo proyecto de movilidad en la urbe, dijo el magistrado Élfego Bautista Pardo, como un punto de partida “Así es el Derecho”.

El jurista hidalguense hace una serie de interesantes análisis de tipo jurídico sobre este asunto que ha despertado la controversia social, y que de algún modo existe la razón de ser para no destruir el panorama escénico de la bella y la muy ilustre avenida Paseo de la Reforma, otrora de los grandes paseos de Doña Carlota de México.

Paseo de la Reforma es una de las avenidas más emblemáticas de la Ciudad de México, su desarrollo se realizó paso a paso en diversas etapas de la historia de nuestro país, desde su proyecto e inicios durante el Imperio de Maximiliano para facilitar el traslado de éste entre sus aposentos en el Castillo de Chapultepec, y el Palacio Nacional.

Entonces se le llamó Paseo de la Emperatriz, y por ella transitaron Benito Juárez y Sebastián Lerdo de Tejada, quien la nombró Paseo de la Reforma en homenaje a las Leyes de Reforma; a iniciativa de Porfirio Díaz se colocó el Ángel de la Independencia y treinta y ocho estatuas a lo largo que tenía entonces.

También pasaron los Presidentes de la post revolución: Álvaro Obregón, Manuel Ávila Camacho, Miguel Alemán Valdez, Adolfo López Mateos, Luis Echeverría y José López Portillo; luego Miguel de la Madrid, Carlos Salinas de Gortari y Vicente Fox Quezada.

La relevancia de esta avenida no estriba en que se deba a iniciativa de un emperador y once Presidentes de la República, sino en las estatuas de personajes de las guerras de Intervención y Reforma y monumentos que se encuentran a lo largo de ella, como el de Cuauhtémoc, Colón, El Ángel de la Independencia y la Diana Cazadora, además de los que hay en el Bosque de Chapultepec, como el de los Niños Héroes, y según dispone la ley federal que se ocupa de monumentos artísticos e históricos y zonas arqueológicas, la investigación, protección, conservación, restauración y recuperación de los monumentos arqueológicos, artísticos e históricos y de las zonas de monumentos, son de interés social y nacional.

Y aunque la antigua avenida de la Emperatriz no ha sido declarada zona de monumentos, por sus características bien podría encuadrarse en el estatus legal que da la ley federal mencionada, dado que es área que comprende monumentos históricos relacionados con sucesos nacionales y está vinculada a hechos pretéritos de relevancia para el país.

La preocupación por preservar los monumentos históricos y el medio ambiente han provocado que la construcción de la nueva línea de Metrobús sea controvertida pese a los beneficios que tendría en materia de movilidad, puesiría de Indios Verdes y la Villa al Auditorio Nacional y el Periférico, y daría servicio diario a más de cien mil personas.

La inconformidad con ese proyecto del Metrobús devino en Juicio de Amparo promovido por diversos vecinos de Reforma mediante la Academia Mexicana de Derecho Ambiental, recurso que es competencia del juez octavo de distrito en materia administrativa, licenciado Francisco Silva García, quien ha concedido la suspensión del acto reclamado, es decir la construcción del Metrobús en Reforma, por lo que las obras de la controvertida línea siete deberán detenerse en tanto se resuelve en definitiva el juicio de amparo, es decir hasta que el Tribunal Colegiado competente abocado al recurso de revisión del amparo planteado por el Gobierno de la Ciudad de México decida levantar la suspensión o confirmarla.

Entre tanto, la autoridad responsable debe cumplir la suspensión, pues de no hacerlo será requerida para cumplirla en un plazo de veinticuatro horas, y para el caso de ser omisa, será denunciada ante el Ministerio Público de la Federación por desacato, delito por el cual puede ser acreedora a una pena que va de tres a nueve años de prisión, multa de cincuenta a quinientos días, destitución e inhabilitación de tres a nueve años para desempeñar otro cargo, empleo o comisión públicos, como lo estipulan los artículos 206 y 262 de la Ley de Amparo.

Debemos estar atentos a la resolución final del amparo, pues será el juez de distrito, o en su caso el Tribunal Colegiado que conozca del recurso de revisión, quien decida si el Metrobús-Reforma será y transportará a miles de ciudadanos diariamente, o se quedará sólo en proyecto.

“Así es el Derecho”, puntualiza el magistrado Élfego Bautista Pardo, titular de la Quinta Sala civil del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México, en entrevista con este reportero.