28 de Marzo de 2024
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El horror tras lo acontecido

02 Nov 2014 / *La actitud del Gobierno Federal, que en la indignación general se quiso hacer parecer como errática o desfalleciente, ha sido de determinación y compromiso para llegar a la verdad y restablecer el orden, la legalidad y la seguridad con pleno respeto a los Derechos Humanos

1. El horror tras lo acontecido

En tanto que el país está en shock por los acontecimientos de Iguala, Guerrero, en donde 43 estudiantes normalistas fueron desaparecidos por el crimen organizado y las policías municipales a su servicio, las exigencias por su aparición han puesto a prueba la capacidad institucional para enfrentar una de las mayores crisis de confianza y credibilidad que se recuerden.

Ciertamente, el que la autoridad constituida y las fuerzas del orden que debieran proteger a los ciudadanos en uno o varios municipios de la Montaña guerrerense se vuelvan un nido de criminales no es una cuestión menor, pues como bien diría un acerado periodista, en busca de los desaparecidos han sido encontrados varias decenas de cadáveres que nadie estaba buscando, lo que revela el reino de horror y brutalidad imperante en esta zona de Guerrero desde hace por lo menos tres años, cuando fue descabezado el cártel de los Beltrán Leyva y ese imperio del mal se dividiera en las bandas de Los Rojos en Morelos y los Guerreros Unidos en la zona de la montaña guerrerense.

Como un caso de estudio para la sociología política, la alternancia en los municipios más pobres del país ha traído como resultado la captura de los gobiernos municipales y estatales por lo menos en Michoacán y ahora en Guerrero, entidades en donde las autoridades y fuerzas policiales han estado al servicio de los criminales, sorprendiendo a propios y extraños por la crueldad y ferocidad extrema mostrada contra adversarios y civiles, apilados en innumerables fosas clandestinas, barrancas o minas, tal y como han sido encontrados. La alternancia, en estas regiones empobrecidas, ha facilitado la captura de las instituciones políticas y la infiltración de organizaciones públicas y sociales en una escala poco conocida, en donde Iguala no parece ser sino un botón de muestra.

Ante ello, la actitud del Gobierno Federal, que la indignación general se quiso hacer parecer como errática o desfalleciente, ha sido de determinación y compromiso para llegar a la verdad y restablecer el orden, la legalidad y la seguridad, sin recurrir en ello a la violación de la propia ley, que no es lo que le corresponde hacer a un Estado respetuoso de los derechos humanos. Así lo dejó claro el Presidente Enrique Peña Nieto, quien señalara con claridad que no se podría hacer justicia con actos de ilegalidad y que aceptara reunirse con los familiares de los afectados para establecer compromisos hacia la solución de la crisis. Sí, con la desaparición de 43 normalistas y luchadores sociales quedó al descubierto una barbarie inimaginable, sin que por ello el Estado mexicano capitulara o colapsara. La respuesta ha sido la adecuada, la de la ley, la de buscar a los desaparecidos por los criminales con determinación; la de realizar lo que se debe en la lógica de la razón de Estado y, con base en ello, disponer el relevo de los propios criminales y los malos gobernantes para propiciar el retorno a la seguridad y la normalidad.

La búsqueda de los 43 normalistas desaparecidos se ha intensificado de manera proporcional al horror encontrado, sin dejar de indagar toda hipótesis y sin inventar o simular culpables o situaciones. El presidente municipal de Iguala, su consorte y sus operadores están prófugos o han sido capturados; han sido capturados los sicarios y la cabeza del cártel de Guerreros Unidos; el gobernador renunció y fue sustituido por el Congreso local entre las fuerzas de la izquierda social que por más de treinta años han buscado la transformación radical de las estructuras locales de poder basadas en el cacicazgo y las complicidades en un compromiso real por erradicar todo lo que se ha podrido de raíz y a fondo. De esta manera, con el nuevo gobernador, Rogelio Ortega Martínez, ex guerrillero militante en la mítica Asociación Cívica Nacional Revolucionaria, han arribado al poder otros viejos militantes de aquellas luchas, como Salvador Martínez de la Roca, también ex dirigente estudiantil del 68; Eliseo Mollao Morales, quien le sucedió en la delegación Tlalpan hace algunos años, así como Edmundo Escobar Habeica y Cuauhtémoc Saavedra, correligionarios de la Universidad Autónoma de Guerrero.

A ello se suma la labor que habrá de realizar la Comisión Iguala creada por la Cámara de Diputados para conocer de primera mano lo que se está haciendo en la recuperación de la normalidad, de lo que habrá de informar al pleno de la Cámara y emitir las recomendaciones correspondientes.

El cambio de enfoque en el gobierno local combinado con la asistencia decidida del gobierno federal para restablecer la seguridad y el orden en la entidad y la zona de La Montaña habrán sin duda de reconstruir la gobernabilidad del Estado. Entretanto, en la búsqueda de los desaparecidos han aparecido, valga la redundancia, trazos de esperanza. Según lo declarara el gobernador sustituto Rogelio Ortega, otros normalistas de Ayotzinapa le habrían dicho que los desaparecidos están vivos, al tiempo que otras informaciones entre los familiares señalan que el grupo se dividió en dos partes, uno que habría huido de los criminales hacia la sierra y otro que se internó en la Montaña, en donde estarían ocultos; a lo que se suma una narcomanta encontrada cerca de Chilpancingo sobre la carretera Iguala-Taxco, entre varios señalamientos se informaba que los 43 desaparecidos de Ayotzinapa “están vivos”.

Ha sido la labor del gobierno federal la que ha permitido el reencauzamiento de las cosas hacia la recuperación de la seguridad, la ley y la normalidad en el estado de Guerrero, con un nuevo gobierno local con actitud distinta, dice el nuevo gobernador Ortega Martínez, para gobernar con profesionalismo y confianza para los guerrerenses. Es de esperar entonces que la larga noche que se ha vivido en Iguala, el estado de Guerrero y con ellos, en la nación toda, llegue pronto a su fin con la aparición de los desaparecidos y la verdad sobre lo acontecido, sea la que fuere.



2. Las instituciones funcionan

Más allá del manejo de la crisis, en las Cámaras del Congreso el trabajo legislativo ha proseguido con la eficiencia que se ha vuelto costumbre, sobre todo en la Cámara de Diputados, que con la eficiente gestión del presidente de la Junta de Coordinación Política, Manlio Fabo Beltrones, ha sido una locomotora de la transformación del país. La aprobación de la Ley de Ingresos, con un enfoque prudencial y al mismo tiempo suficiente para garantizar los recursos para el presupuesto federal del año próximo, ha sido más que relevante.

De hecho, el haber logrado disminuir el precio del petróleo en tres dólares, conforme a la tendencia mundial que augura disminución en los próximos meses, sin que ello afecte el equilibrio de los ingresos públicos y aún más, se haya incrementado en dos mil quinientos millones de pesos el total del gasto participable a los Estados de la República, revela algo que se había observado ya en el proyecto enviado por el Ejecutivo Federal. En éste, se consideraba una disminución de los ingresos petroleros derivado de la contracción esperada en la producción de casi 150 mil barriles diarios, merma que se compensaba con una mayor recaudación derivada de la reforma fiscal, lo que significan puntos a la causa de la SHCP.


Ahora, al reducirse en tres dólares el precio del petróleo, para SHCP ha sido posible asumir que las reducciones, y aún un precio por debajo de lo considerado en la Ley de Ingresos, no habrían de afectar el gasto público, dado que a lo prudencial se suma la contratación de coberturas, los recursos del Fondo de Estabilización y la disponibilidad de un crédito flexible del FMI.

En realidad, como habrá de observarse más adelante, la mayor disponibilidad de ingresos fiscales de aquí en adelante habrá de depender más del crecimiento del PIB y la mayor recaudación que suele aparejarse a las cifras crecientes, que a la esperanza del crecimiento de precios del petróleo. La disminución de precios parece ser una tendencia previsible para el largo plazo.



3. Menores precios de petróleo, tendencia global

Los precios internacionales del petróleo han tocado niveles mínimos que no se veían desde 2010, año de la gran contracción económica mundial.

Después de haber tocado máximos en junio, los precios de referencia del petróleo Brent como del WTI se sitúan en mínimos de los últimos dos años. El precio del petróleo Brent se ubicó en 83.1 dólares el barril, mientras que el WTI cotizó 81.8 dólares el barril el pasado 15 de octubre. La mezcla mexicana, con menor graduación API, se ubicó en 77 dólares el barril.

A diferencia de otras ocasiones, el vaivén del precio del petróleo no parece ser una burbuja. Ciertamente, un primer efecto en el precio es la menor demanda derivada de la disminución del crecimiento mundial, que ha sido mayor de lo esperado inicialmente, con la Eurozona prácticamente en cero y China en 7.3%, ambos grandes consumidores de petróleo. Pero también, otro componente que influye decididamente en el precio, es una mayor oferta disponible, no sólo porque algunos productores como Libia están extrayendo más petróleo, sino también porque los Estados Unidos lo están haciendo, consumiendo menos y aportando petróleo a la oferta mundial disponible.

El efecto de la revolución energética en los Estados Unidos ya se había anticipado en la revista Foreign Affairs de marzo pasado: habrá un cambio geopolítico en el mercado del petróleo y de la energía en el mundo, que pasará de estar dominado por los productores del aceite, a serlo por los consumidores del mismo, que ya no requerirán tanta importación de zonas inestables al producir ellos mismos más energéticos en los nuevos yacimientos shale, como también al disponer de nuevas tecnologías sustentables, en materia eólica, biocombustibles, solar, hidráulica, nuclear y geotérmica.

Es decir, en estos momentos, para los países importadores de petróleo, la caída de precios supone un alivio en los costos, como son los casos de la Eurozona, Japón y China. En tanto que para los países petroleros, la dependencia de estos ingresos supone ajustes y mermas en el financiamiento del gasto y de las políticas públicas a excepción de quienes, como México, actúen prudencialmente en el manejo de los recursos públicos y se encuentren en el contexto de la revolución energética, al haber realizado los cambios estructurales necesarios a tiempo de que le sean útiles.

Parece ser, entonces, que la tendencia a los bajos precios en el petróleo y gas habrá de permanecer, más que tratarse de alguna volatilidad circunstancial.



4. Disminución del crecimiento en el mundo

Conforme a cifras del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, el mundo en general está enfrentando una desaceleración del crecimiento. Con la sola excepción de los Estados Unidos, que están creciendo por encima del 2% (gracias en su mayor parte a la revolución “shale”, del petróleo y gas de piedra, que están viviendo, que les ha permitido renovar su competitividad y generar empleos), tanto la Eurozona como la región asiática están técnicamente en recesión, disminuyendo las expectativas que tenían. La Eurozona está prácticamente en cero crecimiento, con problemas aún para la poderosa Alemania y todavía con un elevado peso de las deudas públicas en el total de las economías subnacionales europeas, en tanto que Japón y China han disminuido también las tasas del crecimiento esperado. En particular, China está en “sólo” 7.3% contra un 7.5% esperado y cifras de dos dígitos a las que solía crecer.

La desaceleración mundial significa menor consumo y mermas en la demanda de materias primas y petróleo, que ven caer los precios.

Para México, al estar situado en la única zona del mundo que está creciendo, que es América del Norte, la situación podría no ser tan grave, por lo que se sostendrían las previsiones de crecer 2.7% en 2014 y 3.7 para 2015, impulsados internamente por la implementación de las reformas estructurales.

En el sector privado, conforme a la última encuesta de Banamex, aún sigue persistiendo el pesimismo, con lo que, para ellos, el crecimiento del año estaría en 2.4% anual, en tanto que para 2013 esperarían una cifra de 3.8%.

En la paradoja de la relación fisco-empresarios, lo que son buenas noticias para la recaudación, que es una mayor eficiencia en la recolección de impuestos, para los empresarios suelen ser malas noticias, al tener que cubrir los impuestos en cash, con menores deducciones, elusión o financiamientos, por lo que siguen responsabilizando al gobierno federal por la lentitud del crecimiento económico.


5. El sentir externo

En tan sólo un mes, la percepción internacional sobre el país sufrió un giro de 180 grados. Hace un mes, México era el país estrella entre las economías emergentes, un país que había logrado las reformas estructurales y que iba en pos de un mejor futuro.

De repente, como en 1994, las expectativas del país sucumbieron ante la violencia y la inseguridad. Los desaparecidos de Iguala lesionaron la imagen del Estado en materia de derechos humanos. Asimismo, las movilizaciones estudiantiles de los politécnicos, que defenestraron a la dirección del IPN y tantearon al titular de Gobernación en un diálogo que les fue obsequiado y obsequioso buscando colmar sus demandas, para entablar ahora una mesa de diálogo más organizada y con metas más conceptuales, como son la autonomía del Politécnico y la democracia en la elección de las autoridades institucionales.

En tan sólo treinta días, pasamos de ser el país de las reformas, al país de la corrupción y de la inseguridad, que ambas, encarecen cualquier costo de las reformas. Invertir en México, dicen en el exterior, requiere una carga adicional por la inseguridad y la corrupción, que entre ambas, pueden llegar a significar hasta un 20% adicional en el costo de cualquier proyecto.

De ahí que, con la reconstrucción de la normalidad y el tejido social en el estado de Guerrero, debe seguirse con el restablecimiento de la imagen del país en el mundo, en donde el esfuerzo del gobierno federal se orienta a establecer ese país de leyes e instituciones con el que hemos soñado por tanto tiempo. Definitivamente, casos como el del Iguala no deben nunca más volver a pasar.

En este escenario, de manera contrastante, Demotecnia publica los resultados de su encuesta rumbo a las elecciones de 2015. Una vez más, pareciera que la “marca PRI“ resiste los embates del descrédito de la política y los escándalos de los políticos.

En particular, el dato de preferencias partidistas es sintómatico. En primera opción, los encuestados señalaron que votarían 30% por el PRI, 17% por el PAN y 13% por el PRD, con un efecto para Morena del 4% y otro para el Verde del 3%.

Como segunda opción, al preguntarse a los encuestados qué partido tiene más posibilidades de ganar (lo que suele dirigir el sentido del “votante volátil”), el 51% de los electores cree que el PRI ganará las elecciones; el 16% lo cree del PAN y el 10%, el PRD, con un efecto para Morena y el Verde de 2 y 1%, respectivamente.

Estas proyecciones electorales distan mucho de un análisis en el que nada estuviera definido. El sentir de los electores se estaría orientando a una consolidación del PRI, con 30% en sus bases y un potencial para crecer, hasta un 51%.

Los datos, por supuesto, no reflejan aún el efecto de la crisis del último mes, pero dada la velocidad de los acontecimientos y que finalmente el mal gobernador de Guerrero que se aferraba al cargo salió del poder, es posible que el control de daños no lesione sustancialmente las expectativas electorales del PRI y del Gobierno, en tanto que la elección intermedia es también, por definición, un referéndum sobre la gestión pública.