La izquierda domesticada

16 Ene 2017 / *¿Cuántos hipócritas dirigentes de izquierda son ricos y su riqueza ha sido esquilmada al pueblo?

Sin tanta teoría, hay que saber que la geometría política de izquierda-derecha es la herencia de la Revolución Francesa, donde guillotina de por medio, el pueblo francés acabó con las injusticias y los privilegios de las monarquías.

Construido el Estado moderno, elevó a categoría principal, el derecho civil y político de la igualdad; pero no así el económico, a éste, se le dejó libre y en manos de las leyes del mercado y del más fuerte; con ello, la “izquierda” siguió teniendo trabajo: luchar denodadamente por la igualdad y en contra de los privilegios económicos.

En el campo electoral, los partidos políticos concretizaron las aspiraciones de la gente, clase social, pueblo, etcétera, para luchar en contra de los privilegios y a favor de la igualdad en todos los campos; sin embargo, integrados por mujeres y hombres de carne y hueso, los partidos siguieron la lógica de sus dirigentes; así, paulatinamente, los partidos de izquierda fueron transformando su esencia política de lucha contra los privilegios, en una élite privilegiada que ya no quiere más enseñarle al pueblo que luche por la igualdad, porque esa élite sería destruida y perdería sus privilegios.

¿Cuántos hipócritas dirigentes de izquierda son ricos y su riqueza ha sido esquilmada al pueblo? ¿Cuántos seudodirigentes de izquierda, recitan el salmo populista del pueblo y cobran altísimos sueldos en las estructuras burocráticas del Estado neoliberal? ¿Cuántos demagogos de izquierda burocratizados se aprovechan de las políticas públicas y se roban el erario? En estos momentos aciagos del país, cuando el embate neoliberal se refleja en la escalada de precios que ha iniciado con el gasolinazo, diríamos que muchos. ¡Esa es la izquierda domesticada, la que come de la mano del capitalista, le sirve como empleado y le ayuda a engañar al pueblo, para que éste ya no luche por la igualdad y en contra de los privilegios!

Basta verlos con sus trajes ridículos, porque ahora imitan a sus amos, administrar igual que ellos la crisis que se ceba en el pueblo trabajador; basta verlos trepados en camionetas, vivir en casas de ricos, disponer de fortunas que nunca hubiesen tenido se fueran honestos y honorables trabajadores… treparon por la izquierda como la cizaña y apuntalan las podridas instituciones diciéndole al pueblo que como “ellos” ya llegaron: ¡todo está bien!.

¡Nada está bien! en México hay más de 60 millones de pobres y gente que vive en la más espantosa miseria; narco-estados superpuestos al Estado nacional, miles de muertos en un guerra de baja intensidad peor que la de Irak; feminicidios peores que los abortos de niñas en Coreo o China; sistemas educativos alrevesados y tan malos que la Edad Media parece la Ilustración, secretarios lanzando mensajes de agradecimiento a dios desconociendo que nuestra educación es científica, humanística y laica… esa es la izquierda domesticada, la pequeñoburguesa, la que luchó para su propio interés montada en la demagogia populista y que ahora, trepada en la farsa de las alianzas para destruir al PRI: ¡gobiernan igual que el PRI!

¿Dónde está la verdadera lucha contra la corrupción, dándole el poder a la ciudadanía para que se convierta en contraloría social? ¿Dónde está la rendición de cuentas y la declaración de 3de3 para demostrar que no se robarán nada, y la pronta legislación de la revocación del mandato, para regresarle al pueblo el poder de quitar a los corruptos? ¿Dónde está la austeridad del aparato burocrático, dónde la eficiencia, la eficacia, el diseño participativo de las políticas públicas donde quede expresado el saber y el interés de la ciudadanía en su conjunto, dónde la gobernanza democrática? Donde siempre la han tenido, en la lengua fácil del demagogo.

Afortunadamente, la lucha por la igualdad, la justicia y la equidad, son principios realmente populares, enraizados en el sentimiento de justicia que todo pueblo reclama a pesar de los fariseos y falsos profetas de izquierda, de su ignorancia supina, de su grito que pretende callar el pensamiento racional, de su autoritarismo que califica toda movilización de terrorismo, de su criminalización del derecho a la libre expresión, a la manifestación de ideas, de organización, de asociación, esa izquierda genuina, a pesar de los simulacros de la izquierda domesticada por meterse en medio, ayer se hizo presente en todo el país y lo seguirá haciendo en contra de todo privilegio, en contra de todo político corrupto y trasvestido que pretende pasar por izquierdista cuando en el fondo es de derechas y priista.

Saldrá la marea multicolor de los ciudadanos y rebasará por la izquierda a esa pequeñaburguesía que hoy, temporalmente, tiene dominados a los partidos o peor aún, que han hecho “paleros” a los partidos.

Sencillo, ser de izquierda es estar realmente en contra de los privilegios, y no vivir privilegiadamente por encima del pueblo trabajador y lo que hoy hay, sin duda, es una izquierda domesticada por los personeros del poder, por los privilegiados, que con mendrugos de pan (canonjías y algunos privilegios) los tienen a su servicio, amarrados del cogote, para engañar al pueblo.

¡Vamos a caminar y hacer que camine el pueblo con nuestro ejemplo honesto de probidad, de eficiente y eficaz servicio público, de políticas públicas con real participación ciudadana, con una construcción de gobernanza democrática, donde realmente mande el soberano: el pueblo! ¡Vamos a caminar denunciando a quienes han traicionado a la izquierda y la han domesticado! ¡Vamos a caminar!