TRIÓN, LA NUEVA ERA

06 Mar 2017 / *También en el ámbito de los contrastes, el atractivo de ambos políticos es que embelesan a las masas de electores con sus discursos populistas

Cuando vemos que Donald John Trump, Presidente de los Estados Unidos de América, ha sido sumamente exitoso hasta este momento en hacer un llamado a que las empresas norteamericanas inviertan en su país y no en el extranjero, para que lleguen capitales de otras partes a invertir en su país pero no exportarlos, no podemos dejar de pensar en los contrastes de las propuestas de Andrés Manuel López Obrador (AMLO), en México y las del presidente estadounidense (DJT).

Como todos sabemos, AMLO se opuso frontalmente a la Reforma Energética de México y dice que revertirá estas decisiones si llega a la presidencia, que ya ha permitido desde su aprobación la asociación de empresas extranjeras con Pemex, es decir, el capital público con el privado, como la reciente asociación entre la mexicana Pemex y la australiana BHP Billiton, en el primer farmout(contrato de asociación), del Campo Trión.

Lo más importante es entender que más allá de las diferencias ideológicas, el punto de partida que nos guía es que mientras un líder de la derecha extrema en un país, reclama que los capitales permanezcan en su país y que se puedan atraer inversiones extranjeras, en inversiones directas o mediante asociaciones público privadas, en la frontera sur el así llamado “Mesías Tropical” por el escritor, historiador y empresario Enrique Krauze, el líder de la extrema izquierda AMLO, desea que los capitales extranjeros y nacionales “no engullan a las empresas emblemáticas petrolera y eléctrica de México”, es decir, que no se utilicen capitales privados en las empresas públicas.

También en el ámbito de los contrastes, el atractivo de ambos políticos es que embelesan a las masas de electores con sus discursos populistas, sobretodo a las clases trabajadoradoras de sus países, prometiéndoles en ambos casos un paraíso terrenal, al “cambiar su situación de pobreza por una de gran afluencia económica futura”, los dos le achacan todos los males a los gobiernos anteriores a ellos, los dos están en contra de la corrupción aunque no puedan explicar bien a bien en que consiste esta lucha, ni la manera como uno hace millones no pagando impuestos en su país y el otro, como ha sostenido una campaña presidencial que ya lleva lustros pagándose con los impuestos de los mexicanos, mientras uno rechaza la aristocracia, el otro la idolatra y así por el estilo. Mientras uno desea generar millones de empleos, el otro piensa en regalar y doblar las prestaciones a los trabjadores.

En el contexto de nuestro país, nuestra posición es que todo es según el cristal con que se mire cualquier asunto económico que esté discutiéndose, por lo que por ejemplo, si ni en el sector salud ni en el sector educativo se debate la participación de la iniciativa privada en la salud o la educación, no se entiende por qué se presenta en el sector energético, ya que como siempre lo hemos mencionado se trata de falsos debates, porque se trata del bienestar común de la población, por lo que siempre y cuando se respeten los valores y la soberanía nacional, no debe importar si los capitales que deben ser de orígen lícito, ya sean nacionales o extranjeros. No se puede estar en contra de todo, solo haciendo política.

Es dentro de este marco de referencia, que en nuestro país debemos elegir nuestro derrotero y que debemos escoger, la forma más efectiva para generarle mejores condiciones de bienestar a los mexicanos. No se entiende por qué si los países desarrollados lo han logrado, nosotros no lo podamos hacer; de esta manera, en Veracruz debemos tomar el camino que nos permita reencauzar nuestra economía tan desarticulada y agredida en los últimos años.

Por lo que a este espacio compete, la intención de lo aquí señalado tiene que ver con el impulso que se le puede generar a la economía veracruzana y nacional, a través de políticas públicas que permitan el desarrollo acelerado de nuestra entidad federativa, utilizando el motor de las inversiones privadas directas en el quehacer económico cotidiano y siempre con la rectoría del Estado. Así la Reforma Energética, que ha sido un proyecto nacional aprobado por las legislaturas nacional y locales, es un punto de apoyo de proporciones gigantescas que se tiene que utilizar y encauzar, para de nueva cuenta impulsar la estrategia de desarrollo de Veracruz.

En múltiples ocasiones hemos hecho alusión al proyecto marco “Xalapa, la Región Verde de México”, que ya contempla la propuesta de doce proyectos, siete proyectos productivos y cinco de servicios portuarios, emblemáticos para la región de Xalapa comprendida entre Perote y Jalacingo, con los municipios intermedios hasta los municipios de Úrsulo Galván, Veracruz y Boca del Río, haciendo énfasis en cinco proyectos costeros para los puertos de México, comenzando con la modernización y ampliación de los servicios portuarios de los puertos de Veracruz.

Ahora que se ha firmado el primer contrato de Pemex en asociación en participación con otras petroleras relacionadas, para ampliar los horizontes de inversión del sector energético de México, que permiten pronosticar niveles de inversión de 70,000 millones de dólares o más en los próximos años, Veracruz debe subirse al barco de estas grandes inversiones inversiones con capital privado con propuestas como XALAPAVER, por lo que al aprovecharlas en su favor, podrá paliar los estragos de la reestructuración de su presente economía al acelerar por lo pronto de nuevo el auge de nuestras empresas Pyme, que son las que más empleos generan en la actualidad.



Comentarios: [email protected] (*)Maestro en Ciencias y Doctor en Economía por la London School of Economics and Political Science, de la Universidad de Brunel y la Universidad de Londres, Inglaterra.