AMLO, ¡olvidadizo!

18 Abr 2017 / *Durante el régimen salinista, el Peje fue sobornado al sacarle millones de dólares al Gobierno federal por el supuesto “¡desgaste físico!” por sus “éxodos” por la democracia (…) *Hoy presume que no tenía nexos con el ex gobernador Duarte cuando éste, según declaraciones de Miguel Ángel Yunes, recibió políticamente respaldos millonarios para promover su movimiento político *Lo que ha hecho el sistema gubernamental es cumplir con la monomanía del Peje, es decir, llenarle la alcancía al puerquito del tabasqueño, concederle patente de corso para que, paradójicamente, siga hablar mal de las acciones del gobierno en turno, creando una ficticia balanza de la justicia y hacer entender que en México se respetan las garantías sociales, las libertades y el pleno ejercicio de la libertad de expresión

Reportero Free Lance
[email protected]





Cuando era asaltador de caminos enmarcado en sus llamados “éxodos” por la democracia (…) y secuestrador de pozos petroleros atentando impunemente contra el Patrimonio Nacional, entre otras nulas operaciones, Andrés Manuel López Obrador siempre tuvo que cobrarle la factura al Gobierno de Carlos Salinas con el concepto de… “¡descaste físico!”, lucrándose multimillonarios sobornos que lógicamente la vox populi que aun cuando los tiene documentados a pesar de su aparente apnea, se tiene la plena certeza que el Peje ha sido un valiente deshonesto.

Dentro de sus permanentes ocurrencias que rayan en la locura, a López Obrador solo le resta que una fuerza divina baje del cielo para que le coloque una aureola y fortalecer su estatus de libertinaje, hacer creer que “es todo un Santo…”

Que a lo largo de su fútil y enajenada vida de cuando menos en los últimos treinta años, se la ha dedicado en “mamar” y saquear con exagerada manía -a más no poder- el erario público federal a través de las autoridades gubernamentales y que ahora institucionalmente a través del partido político Morena -cuya franquicia se la donó el propio gobierno para acallar al sureño de sus defenestraciones, antisociales acciones en una aterradora esquizofrenia-, se lleva ganancias millonarias sin ser reportadas a la Secretaría de Hacienda.

Lo que ha hecho el sistema gubernamental es cumplir con la monomanía del Peje, es decir, llenarle la alcancía al puerquito del tabasqueño, concederle patente de corso para que, paradójicamente, siga hablar mal de las acciones del gobierno en turno, creando una ficticia balanza de la justicia y hacer entender que en México se respetan las garantías sociales, las libertades y el pleno ejercicio de la libertad de expresión.

Esa es la cualidad del Peje-sureño, toda vez que el también Mesías de Macuspana ha sido todo un experto puntero de la corrupción, porque sumariamente “lanza la piedra y esconde la mano”, y cuando alguno de sus múltiples y recalcitrantes políticos antagonistas lo ataca de forma verbal, López Obrador se hace la “víctima” para ganar adeptos y convencer a las clases necesitadas de que este México necesita un verdadero cambio (¿¡…!?)

Si bien es cierto que el Peje desde toda su vida siempre se la ha vivido de escándalo en escándalo, el aquelarre que se suscitó en la víspera en torno a la captura del ex gobernador de Veracruz, Javier Duarte Ochoa, la sociedad da cuenta que Andrés Manuel López Obrador recibió dinero sucio que le “regaló” mensualmente el ahora malogrado político veracruzano detenido por la Interpol-Guatemala.

Ante la desgracia del “árbol caído”, López Obrador ahora tratará de hacerlo astillas, dirá –por ejemplo- que Duarte le dio dinero a Morena y “eso es mentira”, acota.

Como el Redentor, López Obrador luego de la tempestad, buscará cobijarse en lo inverosímil.

Ahora que sea extraditado a México, Javier Duarte dirá ante las autoridades que entregó dinero a Morena durante las campañas de Veracruz en 2016. “Eso es mentira”, insiste a manera de lavarse las manos… el eterno aspirante presidencial de la llamada izquierda rebelde.

Para Andrés Manuel la parafernalia es coyuntura. De acuerdo a López Obrador, la detención de Duarte se dio porque Morena está creciendo en la preferencia ciudadana y eso pone nerviosos a sus opositores. La aprehensión de Duarte busca golpear a Morena para las elecciones de 2017 y las de 2018.

En un video emitido en redes sociales, el tabasqueño dijo que Semana Santa “fue como la semana de los Judas en la política mexicana”, pues la captura sólo se debe a la preocupación por el crecimiento que ha tenido el movimiento de su partido que encabeza en Veracruz y el Estado de México, por lo que sospecha que unos días antes de la elección de este año, obligarán a Duarte a declarar que entregó recursos a Morena.

López Obrador, como siempre, no deja “títere con cabeza”. Negó las acusaciones de Miguel Ángel Yunes Linares, actual gobernador de Veracruz, en las que asegura que su predecesor entregaba dinero al tabasqueño y Morena, mismas a las que se sumó Josefina Vázquez Mota, al exigir que la PGR investigue.

López Obrador condenó que Vázquez Mota haga ese tipo de “calumnias” cuando ella “se vendió” tras las elecciones de 2012 al recibir más de mil millones de pesos para su fundación Juntos Podemos por parte del Gobierno federal.

En la grabación habló sobre la presunta reunión entre Enrique Peña Nieto, Ricardo Anaya y Josefina Vázquez Mota en la que se acordó buscar ganar la gubernatura del Estado de México con los candidatos del PRI y el PAN.

Sobre las elecciones en el Estado de México, AMLO acusa que Josefina Vázquez Mota “se vendió” en 2012 cuando fue candidata presidencial y ahora juega para golpear a su partido.

Y aunque los “muertos ya no hablan”, Andrés Manuel López Obrador recibía de manos de Manuel Camacho Solís, millonarios sobornos ordenados por el Ejecutivo federal de ese entonces, para evitar una revuelta en este México que desde toda la vida pende su paz social de un hilo.