Sin elecciones libres no hay democracia

16 May 2017 /

La idea del viejo IFE, un ciudadano un voto permitió que se reconociera el derecho al sufragio e iniciaran un proceso educación cívica y construcción de un marco legal que garantizara el ejercicio de votar en libertad, que aún no termina. La alternancia política se inició en los gobiernos municipales, primero con el sistema de representación proporcional llegaron las y los regidores de minoría política, que permitieron abrir los cabildos a las expresiones políticas que no alcanzaban mayoría de votos en una elección. Posteriormente conocimos los primeros gobiernos municipales de las oposiciones al PRI y la alternancia en los gobiernos estatales del país.


II
En Veracruz la alternancia en los gobiernos municipales la conocemos y vivimos con mayor impulso ciudadano en las elecciones municipales de 1994, cuando el PRI perdió, por primera vez, más de la mitad de los gobiernos municipales. En la actual coyuntura político electoral, y sin ocupar el gobierno estatal, el PRI se acerca nuevamente a perder la mayoría de las alcaldías que hoy ocupan sus militantes. Dicho partido vive el descredito más grande de su turbulenta historia política, a causa de la corrupción practicada, sin descanso, durante los últimos 18 años que mal gobernó Veracruz, y que como consecuencia de ello perdió la gubernatura en manos de una alianza política del PAN-PRD. Ahora el gobierno estatal, de la alternancia, enfrenta enormes retos para devolver la paz, justicia y confianza a la sociedad veracruzana, y todo apunta el gobierno de dos años, ha iniciado un proceso de desesperación política y muy pronto ha caído en la confrontación estéril con diversos adversarios políticos, y con ello contribuye a generar un ambiente poco propicio a la participación ciudadana en el actual proceso electoral. Su intervención pone en peligro la realización de elecciones libres.


III
La guerra de lodo desarrollada por diversos actores políticos partidarios y gubernamentales debe parar, no contribuye a generar un ambiente de debate de ideas y propuesta entre aspirantes a gobernar los municipios; la práctica de la descalificación y el rumor envilece la acción política, genera incertidumbre e inhibe la participación ciudadana. La confrontación y violencia verbal, es violencia política, se instala con el firme propósito de genera abstencionismo que, sumado a la falta de ofertas políticas, facilita el triunfo de candidatos, sin propuesta, que dispersa enormes recursos financieros y materiales para “comprar” voluntades. Además, presenta al árbitro electoral (Instituto Electoral y Tribunales Electorales) como una institución débil e incapaz para garantizar elecciones libres.


IV
Nuestra tradición autoritaria ha generado múltiples resistencias para la instalación definitiva de elecciones libres, que permitan cambios constitucionales de gobierno sin contra tiempos y mínimo presupuesto público y sin la intervención de los gobiernos para incidir en la voluntad popular. Los gobiernos surgidos de la alternancia política en Veracruz, como el actual gobierno estatal y muchos gobiernos municipales, están obligados a garantizar elecciones libres y deben vencer la tentación de buscar beneficiar a sus partidos políticos; no deben olvidar los agravios recibidos por los gobiernos que desvalijaron nuestra instituciones públicas, no debe olvidar los compromisos asumidos cuando eran candidatos de una oposición perseguida, ya que fuero sujetos de venganza y el rencor político promovido desde los gobiernos; actuar igual que sus antecesores en los gobiernos nos indica que no entendieron el mensaje del electorado, que hizo posible su llegado al gobierno, y además convoca al electorado a cambiarlos con nuestro sufragio en la próximas elecciones. La labor sustantiva del actual gobierno estatal es contribuir a la realización de elecciones libres, ese es su compromiso superior, son gobernantes de la sociedad veracruzana, es su obligación constitucional y es la oportunidad de demostrar que el electorado no se equivocó al votar por ellos. Usted que opina amable lectora o lector.

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