Dante Delgado y la comida con Toribio Gargallo: las elecciones del 2017

31 May 2017 / *Así ha operado la política en México

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Dante Delgado Rannauro, gobernador interino de Veracruz entre 1988 y 1992, encabeza en la actualidad el partido que fundó originalmente con el nombre de Convergencia por la Democracia y hoy se denomina Movimiento Ciudadano.
Nativo de Alvarado y vecino, posteriormente, de Córdoba, Veracruz, Delgado Rannauro tiene como todos los seres humanos un pasado con pasajes negros.
Heriberto “El Burro” Martínez -empresario de origen español y cacique en el municipio de Fortín de las Flores, Veracruz- mantuvo una relación cercana con Toribio Gargallo Peralta.
Apodado “El toro”, Gargallo Peralta fue un sicario que aprendió su oficio de una leyenda en el mundo armado, de lucha social mezclada con la violación de la ley y el crimen como método para la obtención de sus objetivos: Tomás Sánchez Ramos (a) Tomasín.
Ambos operaron en la zona centro-montañosa de Veracruz; concretamente en la sierra de Tezonapa, pero también en parte de Córdoba y las áreas rurales de municipios cercanos como Fortín de las Flores.
En Fortín vivió “El Burro” Martínez, dueño de grandes extensiones de tierra y de la empresa “Aceros de Fortín”.
Alguna vez, en la década de los setenta, Martínez realizó una fiesta privada en su domicilio de la bella población de Fortín de las Flores.
Al evento llegaron otros españoles migrantes y asentados en Veracruz, la mayoría descendientes de europeos que arribaron a la Nueva España y conservaron cuidadosamente su mezcla sanguínea.
También fue invitado el joven e inquieto líder político Dante Delgado Rannauro, observado como potencial futuro gobernador de Veracruz, lo que ocurriría gracias al padrinazgo de Fernando Gutiérrez Barrios: la mano más negra, oscura, represora, de la política mexicana postrevolucionaria; miembro fundador de la siniestra Dirección Federal de Seguridad (DFS), que llegó a dirigir...
De pronto arribó también Toribio Gargallo Peralta “El Toro”, sobreviviente a diversos atentados contra su vida y autor de numerosos asesinatos en forma personal o vía su banda de sicarios.
Por lo menos una decena de asesinos acompañaban a Gargallo Peralta, quien saludó al “Burro“ como quien habla con un conocido o su patrón...
Sonriente, Martínez presentó ante los comensales al sicario en cuestión y todos compartieron el pan y la sal; lleno de sangre pero al fin y al cabo el pan y la sal…
Dante Delgado Rannauro también saludó y convivió con Toribio Gargallo Peralta.
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Aquella historia me vino a la memoria porque ayer Jorge Yunis Manzanares, aspirante del partido Movimiento Ciudadano a la alcaldía de Coatzacoalcos, cerró su campaña en Villa Allende.
Dante Delgado Rannauro lo impulsa no para que gane la alcaldía sino para obtener votos y garantizar la sobrevivencia de su partido con todo y el dinero que el gobierno otorga.
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En 1991, cuando Dante Delgado Rannauro –aquel joven político que alguna vez comió junto a Heriberto “El Burro” Martínez, cacique de Fortín de las Flores y Toribio Gargallo Peralta, asesino a sueldo en la región de Tezonapa, Omealca, Córdoba y municipios circunvencinos, era gobernador de Veracruz, “El toro” murió con más de 40 tiros en el cuerpo.
A Toribio Gargallo también se le conocía como “Juan Zavaleta”, un pseudónimo que él mismo promovía y lo mataron en octubre.
Dentro de cinco meses se cumplirán 26 años de su muerte a balazos por parte de elementos de la policía estatal veracruzana.
¿Cómo explicar que la policía que mató a Gargallo Peralta obedecía al gobernador que años atrás comió junto con él y el cacique de la región donde operó impunemente durante varios lustros y donde lo mataron?
Tras la muerte de “Juan Zavaleta” aparecieron varias fosas clandestinas y se “resolvieron” con rapidez docenas de numerosos asesinatos.
En realidad, Toribio Gargallo Peralta trabajó para caciques, para quien le pagara sus servicios y para el Estado.
Dentro de este último, al final, se decidió su ejecución.
La lógica e información difundida al respecto nos conduce a esa conclusión, cuya pista continúa en el cierre de campaña de los aspirantes a alcaldes de un partido llamado Movimiento Ciudadano.
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Así ha operado la política en México.
Así opera.
En buena medida es un asunto de control y hay épocas en que los resultados mega-funestos responden a la pérdida de éste.
Hay gente que rebasa las líneas que no debe rebasar y eso cuesta vidas.