18 de Abril de 2024
Una opinión diferente
Por: Isael Petronio Cantú Nájera

La corrupción y la desigualdad.

15 Ago 2017 / 13.-Que las leyes generales comprendan a todos, sin excepción de cuerpos privilegiados, y que éstos sólo lo sean en cuanto él uso de su ministerio. Sentimiento de la Nación: José María Morelos y Pavón

La libertad y la igualdad son principios supremos para una convivencia armoniosa entre los seres humanos; ahí donde se rompen esos principios, comienza la explotación del hombre por el hombre o la asimetría en el pleno disfrute de la vida, generando por consiguiente una feroz lucha de clases que siempre amenaza la gobernabilidad y al Estado mismo.

El mayor instrumento de la igualdad ha sido la construcción de “contratos sociales”, de pactos, de constituciones, que de una y otra forma norman las relaciones sociales, políticas y económicas entre los pobladores de un Estado. El respeto a esa ley, es comúnmente el respeto al Estado de Derecho; cuando se viola, se infringe, el mismo derecho da las pautas para corregir al infractor en sendos códigos que a su vez definen delitos, sus penas y los procedimientos para que se sentencie justamente y se aplique la pena meritoria.

No hay carcoma más letal en cualquier Estado: que sus leyes se vuelvan letra muerta, sean violentadas por cualquiera y éste, perviva en la impunidad.

El sistema judicial por antonomasia es el poder garante de que la Ley se cumpla a carta cabal; los magistrados de cualquier Suprema Corte, no pueden abandonar su papel salomónico y menos violentar la ley, porque de ellos, el buen ejemplo se aprende o sus vicios cunden a la sociedad.

Ser justos en medio de un sistema capitalista neoliberal, donde su objetivo principal es obtener ganancias a costa de lo que sea, es el mayor reto de los modernos Estados democráticos, cuyos principios se basan en la soberanía popular y el respeto irrestricto de los derechos humanos de todos sus habitantes; por lo tanto, no hay justicia cuando se nos informa que el 1%[1] de los mexicanos acumula más de la tercera parte de la riqueza nacional; o que el 10% tiene el 80% de la riqueza nacional; a la inversa, el 90% solamente se reparte el 20% de la riqueza nacional. Obviamente, los resultados son desastrosos y las pugnas entre los ricos y los pobres tienen al país al borde de una guerra civil.

Pero el rico objetará: -pero, si lo hice con el sudor de mi frente- poniendo énfasis en su trabajo y por su parte el pobre dirá: -Me robaste, te robaste el dinero público- y a las palabras seguirán las manos porque las razones que ambos esgriman, en un ambiente irracional solo tienen valor para quien las dice.

Pero objetivamente, teniendo a Javier Duarte en la cárcel y su esposa disfrutando de una fortuna obtenida ilegalmente en Europa o conociendo que la compañía brasileña Odebrecht[2] sobornó con 10 millones de dólares al entonces director de PEMEX, Emilio Lozoya Austin, se tienen dos rotundos ejemplos de cómo la riqueza se acumula rápidamente en unas cuantas manos: a través de la corrupción y la violación sistemática de las leyes. Malem Seña[3], nos dice que la corrupción es un beneficio irregular no permitido por las instituciones donde se trabaja, es decir viola un deber institucional ya sea por acción u omisión, es una acción desleal y traidora a los principios institucionales y que además, dicho beneficio puede ser político, social o sexual y que no necesariamente se disfruta de inmediato, que incluso un corrupto inteligente, puede obtener sus beneficios ilegales para después.

Entendida así la corrupción, máxime en la administración pública, los efectos de la misma son: romper los equilibrios y mecanismos institucionales que garantizan la “igualdad” o aquellas políticas públicas que emergieron como un diseño de acción gubernamental para intentar concretizar tal igualdad; vaya como ejemplo, los recursos públicos robados por funcionarios corruptos cuyo fin era dotar de casas a las familias trabajadoras, al no llegar a su destino, sin duda los hará más pobres y él, el funcionario corrupto se hará más rico y seguramente podrá comprarse una casa o departamento en el extranjero. Y así, en cada poder o dependencia gubernamental.

El corrupto se vale de todo y más si tiene un poder que nadie controla o fiscaliza; por ello, ante una ciudadanía apática, enajenada y construida clientelarmente con las dádivas de los gobiernos corruptos… ¡Crece la organización y unión de los corruptos!

La asimetría en la concentración de la riqueza, sobretodo la basada en actos de corrupción, sin duda alimenta el odio de los pobres y los marginados, los cuales se ven impelidos, primero a robarse entre ellos porque no encuentran como oponerse a sus explotadores; segundo, a intentar acciones suicidas y delincuenciales: si el patrón me roba, yo lo robo a él; tercero, acciones de ladrones buenos tal y como lo documentó el historiador Eric Hobsbawm en su libro Bandidos; cuarto, elección de gobiernos populistas tanto de derecha como de izquierda, y sexto, luego de cruentas luchas: un modelo de gobernanza participativa cuyos controles societales reduzcan firmemente la corrupción y se reinicie otro ciclo de construcción de la igualdad.

En el 2018, habrá muchos partiditos paleros, comprados por el régimen y originados en los mecanismos corruptos de la propia situación electoral; pero sin duda, se estarán enfrentando dos posiciones: los que están por un mejor reparto de la riqueza y los que están por seguir siendo los ricos beneficiados del sistema (dejo en medio, a todos los que han sobrevivido trabajando honestamente en el sistema actual, seguramente seguirán estando en medio) o dicho de otro modo: los que están por seguir administrando un sistema presidencialista corrupto y montado sobre un sistema neoliberal o los que están por destruir las corroídas instituciones y construir otras nuevas teniendo como referente un Estado Social y Democrático de Derecho, cuya centralidad sea la mujer y el hombre y el respeto irrestricto a sus derechos humanos y no solamente la brutal ganancia del capital.

Atacar la corrupción donde quiera que se presente y en cualquier nivel es luchar por la igualdad y la libertad ¡Hic Rhodus, hic salta!

Más entradas
Lo más reciente