29 de Marzo de 2024
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PUERTOS Y ZONAS ECONÓMICAS ESPECIALES (ZEE)-TERCERA PARTE

23 Oct 2017 / *Esta inercia ha generado, que la mayoría de los puertos de México hayan crecido de forma anárquica y sin un plan regulador de crecimiento urbano, aunque lo anteriormente señalado, no corresponde a un patrón de desarrollo equilibrado, es tiempo de que se tomen cartas en el asunto.

Las costas y litorales de México son sin lugar a dudas una riqueza que no ha sido aprovechada como debiera ser, ya que se le ha dado mayor importancia al desarrollo económico regional y urbano, de las grandes metrópolis mexicanas, que a las zonas urbanas costeras. El resultado es que se les ha prestado una mayor atención a algunas zonas costeras turísticas promoviendo su desarrollo urbano y regional, pero no al desarrollo agrícola e industrial equilibrado, de las zonas marítimas portuarias.

Esta inercia ha generado, que la mayoría de los puertos de México hayan crecido de forma anárquica y sin un plan regulador de crecimiento urbano, aunque lo anteriormente señalado, no corresponde a un patrón de desarrollo equilibrado, es tiempo de que se tomen cartas en el asunto. Sin embargo, existen una serie de cortapisas que tendrán que irse solventando con el tiempo, para no hacer del sistema de puertos de México un problema, sino una solución al desarrollo económico y social del país.

Una manera de darle sustentabilidad económica y financiera a los puertos de México, es indudablemente incluirlos como factores del desarrollo de las zonas marítimas y portuarias de México, ya que, en los litorales y costas del país, considerando las diecisiete entidades federativas de México, se asientan más del cincuenta por ciento de la población del país, con una mayoría en situación de pobreza extrema.

Afortunadamente, ciertas propuestas como el macro proyecto “XALAPAVER” o “Xalapa, la Región Verde de México”, así como otros también de carácter específico, como el de las Zonas Económicas Especiales (ZEE), comienzan a vislumbrar excelentes nichos de oportunidad para que mediante asociaciones público-privadas, con capital nacional o extranjero, den cuenta de un escenario futuro, de lo más promisorio para el desarrollo de México.

No es casualidad que, en el proyecto anteriormente referido, el gobierno federal ya lo esté tomando en consideración para ampliar la frontera de producción de las costas y litorales del país, por lo que se están afinando los estudios para llevar recursos productivos cuantiosos, a las zonas marítimas y portuarias más deprimidas del país.

Lo anterior implica ligar el potencial marítimo y portuario a la dinámica industrial y tecnológica del mercado nacional e internacional de México, lo que significa que tanto las vías de comunicación, carretera, ferroviaria, aérea, marítima y portuaria, deberán estar ligadas íntimamente al desarrollo naval, militar, mercante, de construcción, de infraestructura portuaria y de explotación racional de nuestras riquezas marítimas, como es el caso de la explotación petrolera, de telecomunicaciones y de todas aquellas actividades económicas, que la nueva era de la sociedad del conocimiento está trayendo consigo, en lo que se considera ya la cuarta revolución industrial del mundo.

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