A pesar de las reformas impulsadas por el Congreso en los últimos años, la integración de una perspectiva de género en los órganos del Poder Judicial aún enfrenta grandes retos. Según un estudio reciente de la Dirección General de Análisis Legislativo del Instituto Belisario Domínguez (IBD), la paridad de género está lejos de consolidarse plenamente en la carrera judicial.
El estudio, titulado “Paridad de género en el Poder Judicial” y elaborado por la investigadora Lorena Vázquez Correa, analiza el impacto de la reforma de paridad de 2019 y la reforma al Poder Judicial de 2021. Estas reformas introdujeron diversas acciones para promover la equidad, incluyendo concursos exclusivos para mujeres, con el objetivo institucional a largo plazo de alcanzar un equilibrio de 432 magistradas y 432 magistrados, así como 291 juezas y 291 jueces.
Hasta la fecha, se han nombrado 194 juezas y 359 magistradas en el Consejo de la Judicatura Federal, quedando pendientes 97 juezas y 73 magistradas para alcanzar la meta. Sin embargo, el estudio destaca que, más allá de los nombramientos, persisten desafíos significativos para garantizar una impartición de justicia con perspectiva de género y facilitar el acceso de las mujeres a la justicia, especialmente para aquellas en comunidades remotas, con responsabilidades de cuidado o desconocimiento de los medios jurisdiccionales disponibles.
A pesar de estos esfuerzos, la iniciativa de Reforma al Poder Judicial enviada por el Ejecutivo no menciona específicamente la paridad de género. El estudio sugiere que la discusión legislativa debería incluir la protección y avance de los nombramientos de ministras, consejeras, magistradas y juezas derivados de la reforma constitucional de 2019, para asegurar un verdadero progreso en la equidad de género dentro del sistema judicial.