El Centro Comercial que fue manicomio.

Al sur de la Ciudad de México hay un centro comercial que conserva la fachada de la clínica psiquiátrica y de rehabilitación San Rafael de fines de los años 40.

| | 18 Oct 2022

La historia de la Clínica San Rafael, ubicada en la alcaldía Tlalpan, se remonta a finales de la década de 1940, cuando varios ejidatarios del pueblo de Santa Úrsula Xitla donaron un predio de 25 mil metros cuadrados a la orden religiosa de San Juan de Dios, la cual construiría una institución médica.

El predio se encontraba al lado de la recién inaugurada prolongación de la carretera México-Cuernavaca, actualmente avenida Insurgentes Sur, casi a la altura de la estación del Metrobús Santa Úrsula, muy cerca del Centro de Tlalpan.

La Orden Hospitalaria de San Juan de Dios nació en Granada, España, alrededor de 1539, ahí fundó su primer hospital y aunque llegó a México a inicios del siglo XVII, tuvieron que pasar 200 años para consolidar sus nosocomios.

La construcción del ambicioso proyecto de la Clínica San Rafael duró 7 años; comenzó a finales de la década de 1940 e inicios de 1950 y estaba a cargo de la empresa Sanatorios de México S.A.

La inauguración se llevó a cabo el 5 de julio de 1957 y, para sorpresa de los vecinos de los pueblos de Santa Úrsula Xitla y de Tlalpan, desde los primeros días de funcionamiento se percataron de que se trataba de una clínica privada y no pública como lo habían imaginado.

El lugar estaba destinado sólo para la atención de pacientes que contaban con los recursos necesarios.

A los pocos años de su apertura, la clínica amplió sus servicios de tratamiento psiquiátrico, abrieron un pabellón para rehabilitación y para tratar de adicciones, poco a poco se convirtió en un lugar donde políticos, artistas y famosos acudían con frecuencia para todo tipo de atención.

De acuerdo a Manuel Valdespino, cronista de la alcaldía, contrario a lo que solía decirse en los alrededores, la atención médica y humana al interior de la clínica siempre fue con ética profesional, “al ser un hospital privado las familias de los pacientes siempre estaban al tanto de sus familiares internados”.

A mediados del 2009, la Clínica San Rafael fue cerrada definitivamente. Durante una entrevista con los trabajadores se logro obtener un par de testimonios sobre los motivos del cierre.

Mencionaron que el cierre se debía principalmente a la disminución de internamientos, lo cual provocaba que la clínica no se diera abasto con el gasto de recursos humanos y materiales que necesitaba el sitio.

Asimismo, aparecieron pequeñas clínicas privadas que brindaban los mismos servicios —o muy parecidos— y se volvieron competencia.

Los pocos trabajadores de la clínica en sus últimos años le compartieron que los pacientes restantes fueron transferidos a otras instituciones médicas privadas, otros fueron entregados a sus familiares.

Meses más tarde, el predio fue adquirido por particulares por algunos millones de pesos y la dejaron abandonada casi 4 años. En ese periodo el director de cine Abe Rosenberg aprovechó para filmar Archivo 253, cinta basada en supuestas historias de sucesos paranormales relacionadas al psiquiátrico.

Curiosamente, quienes produjeron y realizaron la película hicieron un canal dentro de una plataforma de videos en línea donde contaban historias de los supuestos fantasmas que habitaban la Clínica San Rafael como una estrategia publicitaria para la película y consiguieron que la cinta pudiera ser estrenada al interior del recinto.

A finales del año 2012 comenzó la demolición de las instalaciones de la clínica, se conservó sólo la fachada de la entrada principal como requisito de las autoridades de la alcaldía. Por ser una construcción relativamente “reciente” no estaba catalogada como Monumento Histórico por el INAH o INBA.

La demolición y la construcción se hizo de manera intermitente, por un lado porque las autoridades los clausuraban o detenían debido a que no contaban con ciertos permisos; por otro porque los vecinos ganaron un juicio contra la nueva plaza comercial que se estaba proyectando —Patio Tlalpan— y varios amparos posteriores al juicio, situación que se extendió por 4 años.

Finalmente la plaza fue inaugurada de manera oficial a mediados de febrero de 2018, aunque desde pocas semanas antes ya había sido abierta al público.