INICIO
|NACIONAL
|CONGRESO DE LA UNIÓN
|ESTATAL
|INTERNACIONAL
|FINANZAS
|CULTURA
|DEPORTES
|ESPECTÁCULOS
Foto:
*Twitter parecía estar blindado entre un producto estático, un managment negligente y la aceptación generalizada de ser un stock mediocre y una empresa en constante caos con una pasividad impresionante
| | 03 Nov 2022
Casi como una oficina de gobierno, una entidad pública ineficiente pero permanente.
Fue así que Twitter parecía terreno ideal para ser la plataforma favorita de furiosos periodistas, activistas partisanos y políticos ansiosos de reconocimiento.
¿Del público en general? No tanto, nunca. Y no es una generalización o asumir, hay datos que lo respaldan (más adelante en este mismo newsletter).
De hecho, Twitter aceptó su derrota hace años al mover su categoría en la App Store de Apple (¡desde 2016!) de Social Networking a News. La idea era tener más visibilidad en otra categoría caótica pero menos competida, y asumiendo que el terreno de Social ya había sido ganado por una mezcla de la familia de apps de Facebook y la plataforma que estuviera de moda temporalmente (Secret, YikYak, Snapchat).
También era un espaldarazo tácito a lo que realmente volvió culturalmente relevante a Twitter en la esfera pública: ser el gran megáfono de gente previamente famosa.
Donald Trump tenía sus desatinos públicos en cualquier plataforma donde se le permitiera publicar, pero lo que llegaba a noticieros y sitios web eran las capturas de sus tuits. Mismo caso desde antaño con Kanye, Tenoch Huerta, Chumel Torres, Chrissy Tiegen y Ted Cruz.
No es casualidad. Los periodistas, como gremio, tienen una obsesión con Twitter poco compartida por el público en general.
Vamos a los datos.
Dos gráficas que deberían dejar clarísimo que la cobertura ofrecida a Twitter (incluso en este mismo newsletter, pero The Muffin sí es un medio especializado) por medios masivos es exacerbada en relación a su importancia en el discurso cotidiano.
Un estudio reciente de Pew Research grafica lo estimado y conocido: Twitter es la obsesión de los periodistas. Esencial en su trabajo (difusión, lectura, comentario).
En realidad, y acotándonos al nicho del consumo noticiosos, Facebook casi triplica su influencia entre el público en general y YouTube tiene el doble de relevancia.
Un gráfico más que deja claro el lugar de Twitter entre la gente común: Statista a inicios de año compartió su estudio de plataformas sociales por usuarios mensuales activos a nivel mundial.
No luce bien para Twitter
Incluso, sus números bajan pasando de la esfera norteamericana (como el dato de Pew Research), yendo a lo mundial. De manera anecdótica, publishers generalistas en América Latina han compartido que el tráfico desde Twitter a sus sitios es prácticamente insignificante a comparación del obtenido desde Facebook y Google.
Prepandemia, Instagram (sin más que links que el del bio) ya era una potencia en referir tráfico y post-pandemia ha generado toda una industria de servicios tipo link-in-bio y LinkTree para capitalizar esa salida tan valiosa.
Un punto más para el argumento de Twitter es relevantísimo para la conversación pública… en la burbuja de los periodistas y demás actantes de poder.
Más allá de la jaula del pájaro
El Q3 2023 de Meta fue terrible, para sus accionistas, pero es el recordatorio de que su negocio de impresión de anuncios sigue fuerte. No tanto cómo antes ni va crecer más de manera estratosférica pero es de una utilidad para pequeños y grandes negocios que nunca se vio en Twitter.
Sin embargo, la clase periodista suele ignorar dichas historias, herramientas y capacidades de alcance para enfocarse en la burbuja de influencia de Twitter.
Lo más importante: Facebook nos enseñó cruelmente que nuestro alcance y audiencia en sus términos nunca fue de nosotros. los periodistas y creadores.
Twitter, al ser de los pocos lugares que permitió brillar a los escritores y periodistas, parecía campo seguro y tenía la simpatía del gremio. Nunca lo fue.
Posdata: Amable recordatorio
Casos como el de Twitter como un posible lugar hóstil, con enemigos del periodismo como Elon Musk y Jason Calacanis al acecho, podrían parecer posicionar a Substack como otros lugares seguros para la gente de palabras.
No tan rápido.
Las tecnológicas fondeadas con capital de riesgo rara vez serán espacios seguros y confiables a largo plazo. Hoy Meta y Spotify son el ejemplo de cambios drásticos en estrategia en perjuicio de sus usuarios más prolíficos.
Y el único lugar seguro son nuestras propias plataformas (¡la web abierta, baby) y el diversificar espacios.
23 Nov 2024 - Interestelar: cuando la ciencia guía la ficción
22 Nov 2024 - Aprenden a directivos de seguridad ligados al crimen en el Operativo Enjambre del Edomex
21 Nov 2024 - Pueblo italiano ofrece casas a un dólar a estadounidenses decepcionados con el resultado electoral
21 Nov 2024 - Es falso que el gobierno de Cuitláhuac haya pagado seguros institucionales de jubilados y pensionados del ISSSTE
21 Nov 2024 - Una muerte anunciada, extinguen 7 órganos autónomos
21 Nov 2024 - ¡En Oaxaca perdonan a los homicidas!
INICIO
|NACIONAL
|CONGRESO DE LA UNIÓN
|ESTATAL
|INTERNACIONAL
|FINANZAS
|CULTURA
|DEPORTES
|ESPECTÁCULOS