“Me mataron a mi niño, un joven que apenas estaba empezando a vivir la vida, me lo mataron, yo exijo justicia por favor y le pido a la presidenta, a la gobernadora que me ayuden, porque siento que no voy a poder”, fueron las palabras desgarradoras de don Alfredo Herrera, padre de Carlos de 22 años, uno de los acribillados el pasado viernes en un taller mecánico de la colonia Guadalupe Victoria, en Coatzacoalcos.
Han pasado tres días y don Alfredo Herrera no ha podido sepultar a su hijo.
Desconsolado y en llanto por la pérdida de su hijo, llegó al Ayuntamiento para tramitar los documentos que le permitan darle cristiana sepultura, fue atendido por la gobernadora Rocío Nahle García a su llegada al Ayuntamiento en donde encabezó la mesa de seguridad.
Denunció que la Fiscalía General del Estado lo trae a las vueltas con un documento y tampoco le han entregado las pertenencias como la cartera, dinero, celular y equipo de trabajo.
Don Alfredo sumamente desconsolado comentó que Carlos comenzaba a vivir la vida era trabajador y con un futuro prometedor; ahora exige justicia y la intervención de la gobernadora Rocío Nahle García quien a su llegada al Ayuntamiento lo atendió .
Carlos estuvo trabajando en Tijuana en el área de la mecánica automotriz y hace un año llegó a Coatzacoalcos para laborar en el taller mecánico en donde fue ejecutado.