22 de Septiembre de 2024
Finanzas

Secuestro se vuelve negocio familiar en México


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*El experto en seguridad, Guy Ben-Nun, aseguró que basta con que una persona necesite dinero para organizarse con amigos o familiares y cometer el delito que les deje por lo menos 5,000 pesos de “ganancia”

Agencias . | Ciudad de México | 23 Feb 2015

Especialistas aseguran que el perfil del secuestrador en México cambió. Los delincuentes pueden crear una banda en minutos, incluso entre familiares, y privar de la libertad a alguien para conseguir dinero rápido en un secuestro exprés.

En una presentación ante la Cámara Mexicano-Alemana de Comercio, Guy Ben-Nun, experto en temas de seguridad, planteó que los secuestradores ya no sólo prefieren secuestrar a personas con alto poder económico, sino que ahora lo hacen con personas que sacan dinero de un cajero. Aseguró que a diferencia de Colombia, donde los secuestradores de las FARC se escondían en la selva, en nuestro país es difícil reconocer a un secuestrador, porque pueden vestir bien, ser amables y vivir en zonas residenciales, que también ocupan como casas de seguridad.

El experto Guy Ben-Nun dijo que basta con que una persona necesite dinero para organizarse con amigos o familiares y cometer el delito que les deje por lo menos 5,000 pesos de “ganancia”.

Planteó algunas recomendaciones que pueden hacer las personas para prevenir o actuar durante un secuestro.

Por ejemplo, caminar con seguridad por las calles y evitar distraerse con el celular o audífonos en los trayectos; no traer abiertamente en el celular información bancaria o familiar; no llamar la atención con objetos ostentosos; colocar en privado toda la información del perfil en redes sociales; no relajar los sentidos al llegar a la casa, pues es el lugar más común donde los secuestradores actúan: “el más débil o el más distraído son los más vulnerables”, detalló. Indicó como necesario que las personas conozcan a detalle a sus empleados y también a sus familiares, con los que planteó una necesaria comunicación, pues en no pocos casos han sido ellos quienes facilitan el trabajo al secuestrador. Aconsejó que en caso de ser víctima del delito, utilizar el tiempo para orar o meditar, pues no se debe mostrar miedo, llorar, ofender o suplicar al secuestrador, sino mostrar tranquilidad, y aprovechar cualquier oportunidad que tenga para escapar. Se trata, dijo, de utilizar el síndrome de Estocolmo a favor, al darle a entender al secuestrador que se cooperará, aunque no sea cierto.

Para una negociación con los delincuentes, Guy Ben-Nun recomendó utilizar la contrainteligencia para no revelar el nivel económico que se tiene, sino esperar a que se pida el rescate; sugirió grabar todas las conversaciones.

Explicó que con tristeza, la posibilidad de salir vivo de un secuestro se redujo, pues en el 2008, tres de cada 10 eran asesinados, y actualmente seis de cada 10, de ahí que los familiares tendrían que exigir la prueba de vida.