Una guerra para detener otra guerra

*Continúan los bombardeos sobre Kiev y otras ciudades ucranianas. Esto, a pesar de las promesas rusas de detener los ataques aumentar la confianza mutua en las conversaciones de paz que se realizan en Turquía

| | 30 Mar 2022

Hola ¿Cómo están?

La guerra de Ucrania continúa y por ahora no hay visos de que vaya a tener un fin inmediato.

El humo que se levanta de las zonas bombardeadas envuelve también las supuestas iniciativas de paz entre Rusia y Ucrania. Por ahora, ninguno de los bandos cree que estén dadas las condiciones para sentarse a negociar con la decisión necesaria.

Continúan los bombardeos sobre Kiev y otras ciudades ucranianas. Esto, a pesar de las promesas rusas de detener los ataques aumentar la confianza mutua en las conversaciones de paz que se realizan en Turquía. En Occidente se sospecha que Putin aceptó negociar para ganar tiempo y que sus tropas puedan reagruparse y reiniciar los ataques.

Tampoco parece cierto que los rusos se vayan a concentrar sólo en el Este ucraniano para asegurarse el control de las provincias de Luhansk y Donetsk y el resto de la región del Donbás. Mantiene el asedio en todos los frentes abiertos desde el 24 de febrero.

“Una guerra para detener otra guerra”. Esa fue la frase que acuñó el
autor británico y comentarista social H. G. Wells durante la I Guerra Mundial.

Y eso es lo que sucede ahora en el campo de batalla ucraniano. Rusia, la invasora atorada en el barro, avanza al ritmo de un caracol. Putin envió al exilio interno al ministro de Defensa ante el fracaso de sus planes de tomar Kiev e imponer un gobierno títere en cuestión de horas.
No puede imponer una capitulación como la que busca de Ucrania, en la que le reconozcan la soberanía de la península de Crimea y el Donbás, que lo que quede de Ucrania se comprometa a ser neutral y no permitir el despliegue de tropas o misiles extranjeros y los ucranianos vuelvan a ser parte de la Gran Patria Rusa. Eso sólo lo puede conseguir derrotando a Ucrania en el campo de batalla.

Por ahora, tras 34 días de guerra, logró el control de una sola ciudad, Kherson.

Si Ucrania continúa recibiendo la ayuda económica y militar desde
Occidente es posible que Rusia nunca tenga la ventaja decisiva para humillar al enemigo como se había imaginado y termine apenas con algún premio consuelo para que Putin pueda salvar la cara ante su audiencia interna.

Muchas gracias por su atención.

Nos volvemos a encontrar.

Saludos.