En 2023 se aplicaron 19,375,681 dosis de vacunas, de las cuales el 55.5% fue para la población de 10 a 19 años y mayores de 20 años; el 16.2% para la población menor de un año; el 8.7% para la población de 4 y 6 años; el 7.2% para la población de 18 meses; el 7.0% para la población de recién nacidos, y el 5.4% para la población de 1 año.
Sin embargo, el Censia no diseñó, actualizó, ni implementó cursos de capacitación presenciales o a distancia permanentes para el personal de salud ya incorporado y de nuevo ingreso al Programa de Vacunación.
Además, no cuantificó a la población objetivo estimada, por entidad federativa, para los grupos de edad de recién nacidos; menores de un año; un año; 18 meses; cuatro años, y seis años, ni a la población que fue atendida, mediante la aplicación de las 8,614,576 dosis de las vacunas BCG, Anti-Hepatitis B, Hexavalente acelular, Anti-Neumocócica conjugada, Anti-rotavirus, Anti-Influenza, SRP y DPT.
Tampoco cuantificó a la población objetivo estimada, por entidad federativa, para los grupos de edad de 10 a 19 años y adultos a partir de los 20 años de edad, ni a la población que fue atendida, mediante la aplicación de las 10,761,105 dosis de las vacunas TD, SRP, Hepatitis B 20mcg, VPH, TDPA, Anti-Influenza, Neumocócica conjugada y Anti-neumocócica polisacárida.
En esta auditoría, que forma parte de la revisión a la Cuenta Pública 2023, la ASF señaló que se debe mejorar el desarrollo, implementación y coordinación de los sistemas de información en materia de vacunación; la capacitación del personal de salud, la adquisición y distribución de vacunas para prevenir enfermedades transmisibles; las actividades de supervisión del programa, y con la oportunidad con que fueron notificados los Eventos Supuestamente Atribuibles a Vacunación o Inmunización (ESAVI).