24 de Febrero de 2025
Internacional

El Gobierno tibetano eleva a centenares los muertos por la represión china

Protestas en Nueva Delhi, India por la represeiòn china en el Tíbet.
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A través de un comunicado, el gobierno tibetano, exiliado en Dharamsala, en el norte de India, ha asegurado que centenares de tibetanos han muerto en manos de las fuerzas de seguridad chinas tras las protestas en Lhasa

Agencias . | Pekín, China | 17 Mar 2008

Cientos de personas han muerto durante la represión de las manifestaciones de la semana pasada en Tíbet contra la ocupación china, según el último balance hecho público por el gobierno tibetano, que mantiene su exilio en India.

A través de un comunicado, el gobierno tibetano, exiliado en Dharamsala, en el norte de India, ha asegurado que centenares de tibetanos han muerto en manos de las fuerzas de seguridad chinas tras las protestas en Lhasa, la ciudad más importante de Tíbet y que desde el pasado viernes ha sido el principal escenario de los violentos disturbios entre Pekín y los tibetanos contrarios al régimen chino.

Este último balance es muy distinto al balance oficial de Pekín que salda en 13 las personas muertas en las manifestaciones.

Las autoridades chinas han negado que sus tropas dispararan para aplacar las protestas en Lhasa. Qiangba Puncog, el gobernador de la región autónoma china, ha insistido en que la calma está volviendo a Lhasa, en toque de queda y bajo un fuerte control militar.

Trece civiles inocentes han muerto en las protestas, ha dicho este responsable del Gobierno chino en una conferencia de prensa.

Puedo decir, asumiendo toda la responsabilidad, que no usamos armas letales ni abrimos fuego, ha dicho el gobernador.

Puncog ha señalado que los autores de los disturbios han causado más de 300 incendios en zonas residenciales y tiendas, además de destrozar 56 vehículos y 214 tiendas.

Los disturbios además han causado heridas a 61 policías, de los que seis están graves.

Mientras la calma ha regresado a Lhasa, hoy los disturbios se han desplazado a Katmandú, donde la policía nepalí ha tenido que emplear gases lacrimógenos para disolver a unos 200 tibetanos que se concentraron ante la sede de Naciones Unidas.

Entre los manifestantes había monjes y monjas, según informó la Policía.

Las protestas violentas han dejado siete tibetanos y cinco policías heridos. Los manifestantes pedían un Tíbet libre y corearon consignas

antichinas. Más de 20 mil tibetanos viven en Nepal tras huir de Tíbet en 1959, después de un fallido levantamiento contra China.

Ultimátum

Hoy a media noche expira el plazo que han dado las autoridades para que se entreguen los manifestantes que el pasado viernes incendiaron coches y comercios, saquearon tiendas y se enfrentaron a la policía en protesta por lo que consideran la ocupación china de la región del Himalaya.

El presidente tibetano, actualmente en Pekín, ha afirmado que la población de la región luchará firmemente contra el separatismo, a favor de la patria unificada, y en pos de mantener la estabilidad social.

El Dalai Lama ha acusado a China de cometer un genocidio cultural en el Tíbet, algo que el presidente tibetano ha calificado de ridículo.

Según Puncog, Dalai y su camarilla califican los disturbios de manifestaciones pacíficas, y los esfuerzos de volver al orden de represión, algo que según el presidente del Tíbet confunde a la opinión pública.

Mientras tanto, la secretaria de Estado estadounidense, Condolezza Rice, ha instado a Pekín a dialogar con el Dalai Lama, líder espiritual tibetano. Pero no ha sido la única declaración de hoy en la comunidad internacional.

El presidente del Parlamento Europeo, Hans-Gert Pöttering, ha pedido el fin de la violencia en el Tíbet ante la proximidad de los Juegos Olímpicos, evento que ha calificado como oportunidad para que China demuestre su compromiso con los derechos humanos.

Por su parte Rusia ha pedido hoy a China, mediante un breve comunicado emitido por el Ministerio de Asuntos Exteriores, que haga lo que sea necesario para detener los actos ilegales que se están produciendo en Tíbet, a la vez que no hizo crítica de la política de represalia que está realizando Pekín.

Y en tanto el gobierno del Reino Unido observa con preocupación la crisis en el Tíbet y pide contención a China, ha afirmado hoy el portavoz del primer ministro británico, Gordon Brown.

Seguimos con preocupación los recientes disturbios en Tíbet, al igual que los sucesos relacionados en India y Nepal, y hemos pedido a las autoridades que ejerciten contención, ha dicho el portavoz.