21 de Noviembre de 2024
Nacional

Inegi no está listo para medir la pobreza si desaparece Coneval, dicen expertos


Foto: Agencias .

*Sin el Coneval, la medición de la pobreza en México podría enfrentar sesgos, advierten especialistas

Agencias . | Ciudad de México | 03 Nov 2024






El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) hace esta medición desde 2006, cuando comenzó a operar después de la promulgación de la Ley General de Desarrollo Social de 2004, que decretaba su creación.












Antes de ese año, México no contaba con una metodología robusta para medir los niveles de pobreza. Pese a su importancia, ahora el gobierno de Claudia Sheinbaum busca eliminar este órgano para continuar con la reforma que desaparece algunos organismos autónomos, impulsada desde el sexenio pasado por el expresidente Andrés Manuel López Obrador.


Si esta enmienda se aprueba en el Congreso de la Unión, las funciones del Coneval las asumirá el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).


Sin embargo, expertos en la materia señalan que el Inegi no está preparado para esta labor y consideran que la decisión de eliminar el Coneval y otros organismos autónomos se basa en criterios políticos.


“Desearía que hubiera sensatez y que no se eliminara ninguno, pero entiendo que es una decisión tomada con un criterio político, que se quiere amparar en discursos de si son muy costosos, si son lujosos, pero no se justifica para nada”, afirma Rogelio Gómez Hermosillo, presidente ejecutivo de Acción Ciudadana Frente a la Pobreza. 


Impactos de desaparecer el Coneval


A decir de Rodolfo de la Torre, director de Movilidad Social del Centro de Estudios Espinosa Yglesias, la eliminación del Coneval tendría tres impactos. Primero, se acabaría la confianza que actualmente se tiene en la metodología de medición de la pobreza y abriría la puerta a especulaciones.


El Coneval ha logrado construir una metodología lo más certera posible para medir la pobreza y la modifica para considerar cambios en el país. Sin estos criterios, más allá del procesamiento de datos, se podría caer en sesgos a favor o en contra de algún gobierno.








Por ejemplo, menciona, el gobierno anterior comenzó a presumir que 9.5 millones de personas salieron de la pobreza en ese sexenio, con referencias a cifras del Banco Mundial. Pero las cifras de Coneval arrojan que entre 2018 y 2022, último año con datos disponibles, 5.1 millones de personas salieron de la pobreza. Si la comparación se hace entre 2020 y 2022, serían 8.9 millones.


“Con la desaparición del Coneval queda la puerta abierta para que los gobiernos, ya sea el federal o los estatales, dejen de rendir cuentas de una forma transparente y objetiva. Entonces, sí es una forma de darle discrecionalidad a las decisiones gubernamentales al estar menos vigiladas”, señala.


El segundo impacto sería que desaparecería la misión del Coneval de evaluar la política de desarrollo social de los gobiernos, una herramienta fundamental para que las autoridades rindan cuentas sobre los alcances de sus políticas y programas.


“Esa evaluación está en manos del Coneval y no podría pasar a manos del Inegi, porque el Inegi tiene solo la función de generar información y no de emitir opiniones o evaluaciones”, explica.








Y el tercer impacto que observa es perder las recomendaciones y sugerencias del Coneval, que también actúa como asesor de los gobiernos estatales y federal para mejorar las políticas de desarrollo social.


Medición de pobreza autónoma


Es importante que un organismo autónomo al gobierno mida la pobreza y revise las políticas de desarrollo social para evitar que los gobiernos sean juez y parte, y por querer mostrar resultados, altere los datos.


“Si el gobierno federal ejecuta las políticas públicas, tiene toda la tentación de decir que van muy bien, de hablar que bajó la pobreza, de que las personas están muy satisfechas, cuando en realidad tiene un interés de que efectivamente ocurra eso, y ese interés puede alterar las mediciones”, advierte el especialista.


Antes de la creación del Coneval, menciona, en México se hablaba de marginación o de necesidades insatisfechas, pero no directamente de pobreza. Después, existían distintos criterios y variables para medir la pobreza, con resultados diversos. Se hablaba de que en México entre 2% y hasta 80% de la población estaba en situación de pobreza.


Así que uno de los aportes fundamentales del Coneval es crear una metodología que, si bien puede mejorar, ha logrado zanjar esos debates.



 


Rogelio Gómez Hermosillo, presidente ejecutivo de Acción Ciudadana Frente a la Pobreza, coincide en que el Coneval ha dado credibilidad a la medición de la pobreza porque sus cálculos son transparentes y sus expertos son de la academia, asegura, sin buscar cargos o carreras políticas.











Sin embargo, también existen aspectos de mejora. Gómez Hermosillo explica que las evaluaciones del Coneval son subutilizadas, pero esta responsabilidad cae en los gobiernos que no toman en serio sus análisis.




Lo que sí puede mejorar, indica, es el rigor de las evaluaciones, que sean más oportunas y usen un lenguaje coloquial “de tal manera que la sociedad y no solo la comunidad experta sepa si los programas y las estrategias de la política social funcionan o no”.


Sin duplicar funciones


Lo anterior muestra que el Coneval no duplica funciones de otras instituciones, como ha argumentado el gobierno federal para desaparecer algunos organismos autónomos.


Para que el Inegi realice todas las funciones que actualmente realiza el Consejo, tendría que cambiar su mandato para poder generar evaluaciones y recomendaciones. Sin embargo, expone De la Torre, esto contaminaría su principal función, que es el levantamiento de información estadística, libre de injerencias políticas.





Rogelio Gómez Hermosillo, presidente ejecutivo de Acción Ciudadana Frente a la Pobreza, y eliminarlo provocaría que el Inegi se sature con otras funciones.




“Sobrecargaría al Inegi de funciones que no le corresponden y que, probablemente, no tenga condiciones para desarrollar, sobre todo en la parte de evaluación de la política social, de los programas, de las estrategias, porque el Coneval no es solo medición de la pobreza”, apunta.








Aunque el Coneval es usuario de las estadísticas del Inegi, su trabajo es diferente. Crea su propia metodología y sus evaluaciones son distintas a las de la Secretaría de Hacienda o la Auditoría Superior de la Federación (ASF).


El mito del ahorro


Otro de los motivos del gobierno federal para desaparecer algunos organismos autónomos es que supuestamente esto generaría un ahorro a la Administración Pública. Sin embargo, Gómez Hermosillo rechaza esto. El Coneval recibe un bajo presupuesto federal y enfrentó recortes en el sexenio pasado. Tampoco gasta un monto considerable de la inversión destinada a la política social, a cargo principalmente de la Secretaría de Bienestar.


“Son milésimas de centavo por cada peso que se pone en la política social”, sostiene.


Además, indica, si el Inegi contrata más personal para suplir las funciones del Coneval, necesitaría aumentar su presupuesto. “Entonces no existe el tal ahorro”, expone.