Eso que llaman democracia

05 Ene 2021 / *Nombres han sonado, todos con la cara lavada y la sonrisa más falsa que un billete de tres pesos

Ha comenzado la carrera electoral, el grito del destape sonó y los suspirantes salen a la luz luego de haber grillado bajo tierra.

Nombres han sonado, todos con la cara lavada y la sonrisa más falsa que un billete de tres pesos.

Pero son los salvadores, o por lo menos es lo que ellos creen que los votantes creen.

Los viejos partidos políticos han perdido de vista los principios con los que se inscribieron ante la autoridad electoral, pero antes perdieron la vergüenza y no les importó dejar en el camino a sus militantes ideológicamente identificados.

Y en esa desvergüenza, los dirigentes no tuvieron empacho en mostrar el cobre, aliándose con aquellos a quienes atacaban de dientes para afuera.

Otros corrieron a buscar el cobijo del nuevo rey, ofrecieron lo que no tienen, principios y militancia y aún así, fueron aceptados en coalición inaceptable para aquellos que le dieron forma de partido a un movimiento triunfador.

Hay nombres, personajes y personalidades que buscan una candidatura, la que sea, presidencia municipal o diputación, el caso es quedar.

El régimen de partidos políticos se ha desgastado en México, tal vez, esos institutos estén viviendo sus últimos tiempos y la sociedad deberá buscar otra forma de elegir a sus gobernantes, es el juego al que hemos llamado democracia, sin que este nombre aplique su significado real, pero da viabilidad y tranquilidad a la sociedad, hasta que los aprovechados descubren cómo fingir democracia.

Así hemos vivido y ahora estamos en un periodo de transición que no se sabe cuanto tiempo durará hasta consolidar una nueva forma de hacer política que de verdad nos haga salir del hueco histórico en que nos sumimos luego de los pactos revolucionarios que nos han mantenido en la mediocridad.

Mientras ese momento llega, jugaremos otra vez a elecciones limpias, en una jornada intermedia diferente, rara, donde muchos esperan que el partido en el poder pierda, otros lo dan por vencedor a priori, basándose en números, como siempre se ha hecho.

Y otros mas esperan que el despertar de conciencia ciudadano sea de verdad y los votantes puedan volver su vista hacia otras opciones.

La figura del “Candidato Independiente” asoma su nariz recibiendo descalificaciones de los expertos, que continúan viendo el proceso como siempre, sin dar oportunidad a un análisis diferente, ante una situación diferente.

Como dijo el ciego: “Ya veremos”.