26 de Abril de 2024
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EL ACUERDO DE PARÍS

05 Jun 2017 / *Utilizar una rationale de caracter mercantil, aduciendo que “América es primero” para que con este slogan se justifique un populismo nacionalista y retrógado, no solo denota ignorancia supina pero despierta los sentimientos de repudio de la humanidad, que se supone no debe provocar una persona que quiera liderar a Estados Unidos

De las aberraciones que los políticos cometen de cuando en cuando, no podemos dejar de mencionar la última decisión de John Donald Trump, Presidente de los Estados Unidos de América, que al decidir sacar a su país del Acuerdo de París, no acepta que el Cambio Climático en el planeta Tierra, es uno de los grandes problemas que enfrentará la humanidad en los años por venir en el presente siglo, por lo que esta pésima decisión pasará a los anales de la historia, como uno de los más grandes errores jamás cometido por nuestro conspicuo vecino del norte.

Lo que está fuera de toda lógica, es utilizar un falso argumento para justificar una decisión que a todas luces es equivocada, ya que aseverar que este país está “perdiendo” su liderazgo alrededor del mundo, entre otras cosas por apoyar de diferentes maneras proyectos y programas que aparentemente merman los recursos de esa nación, lo que en su decir repercute negativamente en el bienestar de su población, no es solo un pronunciamiento muy egoísta pero es contrario al espíritu de contribución de todos los países del mundo, para salvar al planeta. Afortunadamente, la mayoría en su país piensan distinto.

Utilizar una rationale de caracter mercantil, aduciendo que “América es primero” para que con este slogan se justifique un populismo nacionalista y retrógado, no solo denota ignorancia supina pero despierta los sentimientos de repudio de la humanidad, que se supone no debe provocar una persona que quiera liderar a Estados Unidos. Estamos hablando de defender valores que se suponen deben poseer los principales líderes del mundo y que deben regir sus vidas, en bien de la humanidad; hacer lo contrario, solo engendrará maldad, malestar y caos en todos los casos. Un verdadero líder debe además de parecerlo, también serlo.

Si por afanes de protagonismo, de lo que se trata es de hacernos sentir y demostrarnos a todos que él (Presidente Trump), es el líder del país más poderoso del mundo, es una forma errada de hacer sentir su liderazgo, ya que esa actitud lo pinta como un personaje que solo propone políticas transaccionales de caracter mercantilista, donde él y su país deberán siempre sacar la mejor parte, aunque los problemas del mundo sean en su mayoría de caracter valoral y de defensa de principios éticos y morales. Confundir el liderazgo mundial con algo que se define siempre sobre bases de conveniencia, es confundir un liderazgo presidencial con la conducción de una empresa privada.

Comentarios: [email protected] (*)Maestro en Ciencias y Doctor en Economía por la London School of Economics and Political Science, de la Universidad de Brunel y la Universidad de Londres, Inglaterra.

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