La Galería “Ramón Alva de la Canal” (RAC) de la Universidad Veracruzana (UV) albergará la exposición Historias hechas de otras historias, que reúne la obra reciente de una de las creadoras más reconocidas en la escena del arte contemporáneo mexicano desde la década de los años setenta: Carla Rippey.
La muestra individual de la artista será inaugurada el jueves 29 de junio, a las 19:00 horas, en este recinto. La conforman seis series con más de 53 obras, entre dibujo, gráfica, instalación y libros.
Con ello, la Galería RAC celebra una de las carreras más significativas en la escena artística mexicana actual, que dejó huella en la UV gracias a su labor docente en el Taller de Grabado de la Facultad de Artes Plásticas, durante la primera mitad de 1980.
Historias hechas de otras historias reúne seis series: La figura en el tapiz/Wallpaper; Territorios en blanco, el vacío; La mujer frente al tribunal; Culture shock y variaciones; Mujeres, fuego y objetos peligrosos; y Cuando mi sangre aún no era mi sangre.
La selección se conforma de un vasto acervo de dibujos, estampas, instalaciones y libros de artista; advierte las conexiones y derivas temáticas que marcan un consolidado proceso de investigación y producción, así como una eficaz asimilación, expansión e hibridación de los recursos técnicos y los soportes.
Santiago Pérez Garci, coordinador de la Galería RAC, destacó que Carla Rippey inició una trayectoria que se ha desplegado contundentemente en las dinámicas y contrapuntos que han marcado la escena artística contemporánea del país.
Activa en el colectivo Peyote y La Compañía, Rippey fue partícipe del movimiento de los Grupos, cuya irrupción conllevó a la desestabilización y redefinición del sistema artístico en aquel período paradigmático del arte mexicano.
Desde entonces, con más de 40 años de carrera en México, el devenir artístico de Rippey, compaginado con su labor docente, se ha posicionado lo mismo en destacadas plataformas curatoriales que en importantes colecciones institucionales y privadas.
Lo anterior, le ha merecido reconocimiento público a nivel nacional e internacional.
Pérez Garci expresó que, si bien es reconocible una esencia de la producción de Rippey dentro de los territorios de la figuración, su línea de trabajo ha escapado de las zonas de confort y de los cánones y géneros tradicionales de la representación.
Esto no sólo por el ánimo transgresor reconocible en sus convicciones éticas, políticas y estéticas, sino también por su notable capacidad de expandir los recursos técnicos y experimentales del dibujo y la gráfica.
Carla Rippey ha fincado en buena medida su modus operandi en la interpretación, apropiación, creación e intervención de archivos iconográficos, hasta configurar genealogías y establecer nuevas referencias históricas, biográficas o autobiográficas para abordar la condición histórica y simbólica de lo femenino en un acto de reivindicación política.
O bien, desplazar las metanarrativas y articular discursos visuales en torno a la interculturalidad, la otredad, las migraciones o las formas simbólicas del paisaje y el retrato.