Al surgir la supuesta fridomanía, eruditos en el arte consideraron que sería un fenómeno pasajero, pues “cuando una persona se vuelve omnipresente no hay nadie que resista este tipo de masificación. Sin embargo, hoy el uso de la imagen de la reconocida pintora y poetisa mexicana Frida Kahlo es aún más radical y extendido”, afirmó Gregorio Luke, experto en arte y cultura de México.
Al dictar la Conferencia Ilustrada, Frida Kahlo. Vida y obra, indicó que la popularidad tan extrema de la artista latinoamericana ha hecho que su imagen se utilice en numerosos productos de todo tipo, como ropa, zapatillas, cosméticos, muñecas, relojes, etcétera: “una popularidad tan extrema que se asemeja a un fenómeno de cultura popular”.
Dijo que el caso de Frida Kahlo es un fenómeno sorprendente, diría que es único, porque fue una artista respetada en vida, pero que más bien fue conocida como la esposa de Diego Rivera, y ahora es una de las artistas más reconocidas no sólo de México, sino del mundo. Se han vendido cuadros de ella a un alto precio, se ha publicado una gran cantidad de libros sobre su vida, el más importante la biografía que escribió la investigadora estadunidense Hayden Herrera.
En la Casa de las Humanidades, el promotor cultural indicó que se han escrito muchos volúmenes sobre la pintora mexicana, sin embargo, el Programa Editorial de la Coordinación de Humanidades de la UNAM publicó Escrituras, “un hermoso libro, el único escrito por ella, en el que la artista retoma sus cartas; es el documento más importante del que derivan los demás”.
Opinó que Kahlo fue una mujer tan generosa que permitió que un estudiante de psicología le aplicara un test de personalidad. “No sé de algún otro artista que lo haya hecho”. Salomon Grimberg publicó esta investigación y, por supuesto, está lo que ella misma escribió: su diario y el libro que hoy ofrece la UNAM, el cual es mucho más completo.
Refirió que el “fenómeno de Frida Kahlo no se reduce sólo al arte, es también objeto de películas, algunas magníficas, por ejemplo, Frida, naturaleza viva, de Paul Leduc e interpretada por Ofelia Medina, y Frida, de Julie Taymor, con la actuación de Salma Hayek, en la que se recrean visualmente muchos de los cuadros de la esposa de Diego Rivera. Incluso, existen óperas dedicas a la pintora, una especie de culto”.
Pero también se han realizado exposiciones de objetos de Frida, como de sus fotos, “que ni siquiera eran imágenes que ella hubiera tomado, sino las que tenía en su buró: de su papá y las de un perro, por ejemplo, todo ello tratado y expuesto como joyas”.
Recordó que son raras las exposiciones de la pintura de Frida, porque ella pintó poco, pero hay de todo. En Nueva York se organizó una muestra sobre los jardines de Frida, pero de cómo ésta había plantado sus cactus en su casa, la cual tuvo un gran éxito. Además, fue expuesta la ropa de la artista tras 50 años de permanecer en su clóset, y hubo masas de visitantes para verla.
Por otra parte, mencionó que Frida Kahlo reconcilia el feminismo en la forma más radical “en cuanto a su independencia no sólo económica, sino también sexual, pero al mismo tiempo ella invierte mucho tiempo en su creación personal, en peinarse, arreglarse, verse a sí misma como un proyecto creativo; en ello es muy similar a todas las mujeres, con la diferencia de que se da cuenta de la tiranía de la moda, por lo que la rechaza y diseña la suya propia”.
Ello benefició a la pintora, lo que le representó una liberación, puesto que se negó a seguir los mandatos de la moda; además en una época en la que se depilaban la ceja muy delgada ella se la dejaba. “Era el demonio, cualquier mujer que se ve en Frida, se identifica con ella y observa algo positivo: la posibilidad de reinvención, de libertad e independencia”, prosiguió.
Dijo que por lo general a Frida se le reconocía como la esposa de Diego Rivera, no obstante, ahora Rivera es el esposo de ella, pese a que el muralista fue el primero en advertir el genio artístico de Frida. “Él diría que aunque sus cuadros no se extienden como sus murales, es la pintora más importante de México”.
Gregorio Luke subrayó que puede criticarse a Diego Rivera, sin embargo, tiene el enorme mérito de no convertir a Frida en su discípula. Él era un hombre mucho mayor y más famoso que ella, pero la ayudó a ser una artista completamente diferente a él, lo que habla bien de ambos.
Más adelante, indicó, la pintora mexicana sufrió un grave accidente: el autobús en el que viajaba de San Ildefonso hacia Coyoacán fue arrollado por un tranvía, sufriendo lesiones en cadera y abdomen. Durante su recuperación en su casa se vuelve pintora, no es que tuviera esa habilidad, sino que estaba completamente rodeada de espejos, lo que le permitió pintarse a sí misma, una y otra vez.
