Las diferentes músicas tienen conexiones que van más allá de cualquier clasificación

*La flautista participó en las conferencias-concierto que coordina la compositora Gabriela Ortiz, miembro de El Colegio Nacional  *Margules señaló que las fronteras entre música antigua y contemporánea realmente son muy tenues y líquidas  *Explicó que la flauta de pico se recuperó hasta el siglo XX, cuando comenzó la creación de un repertorio para ella 

| | 10 Ago 2023

Música antigua, contemporánea o tradicional: todos los géneros, estilos o épocas musicales guardan “sincronías” que permiten pensar que, realmente, “no hay tantas fronteras como creemos” entre las diferentes sonoridades, sostuvo la flautista Anna Margules en la conferencia-concierto Invocaciones contemporáneas: una conferencia concierto sobre la disolución de fronteras histórico musicales, que coordinó la compositora Gabriela Ortiz, miembro de El Colegio Nacional. 

De acuerdo con Gabriela Ortiz, Anna Margules reflexiona sobre esa frontera entre lo contemporáneo y lo antiguo, al tiempo de plantear una serie de preguntas “que me parecen muy pertinentes: ¿Qué estamos escuchando? ¿Qué invocamos? ¿Existe realmente esta frontera entre música antigua y música contemporánea? ¿Es necesario seguir haciendo estas divisiones?”. 

La colegiada agregó que son discusiones muy pertinentes, “hablando justamente de este revisitar la música antigua y de utilizar un instrumento que pertenece a esta época, pero utilizarlo de una manera actual, de una manera contemporánea”. 

“Anna ha sido una intérprete interesada en la promoción de su instrumento, es decir, de promover la flauta de pico dentro del ámbito de la música actual, no solamente tocar el repertorio que pertenece a este instrumento, que es el repertorio de la música antigua, a partir de la Edad Media y del Renacimiento, incluso el Barroco, sino que también Anna ha procurado generar un repertorio específico para este instrumento, que es fantástico”, abundó. 

“Tengo además el placer de conocer a Anna Margules de cerca, nos conocimos en la Escuela Nacional de Música, estuvimos en el Taller de entrenamiento auditivo de Luis Alfonso Estrada y desde entonces he tenido una gran amistad con ella y he escrito obras para ella, dedicadas a ella, en este caso Canto a Hanna, que es una obra que escribí para Anna. Ha tocado mi música, como Huítzitl, y también hemos colaborado en proyectos interdisciplinarios”, agregó Ortiz. 

Ser de diferentes partes 

Durante su ponencia, Anna Margules realizó una “confesión un poco personal” con la que intentó explicar el origen de las preguntas que rondan en su mente: “Yo soy hija de padres europeos, judío-polacos, española, pero hija de rusa alemana. Nací aquí, pero después me fui para allá, para Europa: allá soy mexicana, aquí soy gringa; toco, estudié letras francesas en México”. 

Además, explicó, “toco la flauta de pico, música contemporánea, con este instrumento que supuestamente es de la música antigua, pero al mismo tiempo no porque toco flautas también hechas en el siglo XX, toco música que tiene temas tradicionales y que, incluso, puede, por su pureza de sonido, a veces me han dicho que porque suena la flauta como si fuera una onda senoidal, es decir que quizás el sonido de la propia flauta, que es tan puro, puede ser al mismo tiempo un sonido del siglo XXI y el sonido de música del siglo XIV, pasando por cualquier otra música”. 

Siempre, dijo Margules, “tenemos muchos nombres para intentar definir, clasificar músicas y mundos, supuestamente, y digo ‘supuestamente’ distintos. Mi conferencia se llama Invocaciones contemporáneas o la Disolución de las fronteras histórico-musicales, porque, efectivamente, siempre hay conexión, un punto de contacto entre estas músicas y muchas veces están como irritándose mutuamente, y muchas veces de una manera muy amorosa”. 

Anna Margules indicó que la flauta de pico se conoce generalmente como un instrumento antiguo, sin embargo, también existen flautas de invención moderna y repertorio contemporáneo para ellas: “La flauta de Helder, cuyo interior fue un poco modificado para que los armónicos estuvieran muy bien afinados; la flauta Eagle, o hay flautas con Midi. Sí, sigue siendo de madera, pero es una flauta de construcción y de invención absolutamente moderna, incluso hay cosas muy híbridas”. 

Después de mostrar ejemplos de música antigua, del siglo XVII, y contemporánea con una flauta Ganassi, inventada en el siglo XX, Margules cuestionó: “¿Dónde estamos? ¿Hay fronteras?”. Variaciones entre temas medievales y contemporáneos como una improvisación, sostuvo, “son puntos de conexión entre las músicas. Efectivamente, mi instrumento, este instrumento que empieza en el siglo XIV, es curioso porque en realidad va del siglo XIV a la mitad del siglo XVIII y después se queda un poquito en la retaguardia, conforme van aumentando los instrumentos de orquesta”. 

Las orquestas “y los auditorios se van haciendo más grandes, este instrumento [la flauta] se va dejando un poco atrás, un poco de lado, porque efectivamente no puede competir con respecto a otros instrumentos en la cuestión del volumen, de la dinámica a través del volumen, es un instrumento que tiene una dinámica muy pequeña, hay mucha sugerencia, no somos un clarinete, no somos un trombón”. 

Sustituida en las orquestas por la flauta travesera, la de pico “se queda un poco dormida y en la retaguardia, pero, efectivamente, a finales del siglo XIX se recupera, la recupera Arnold Dolmetsch a finales del XIX y decide, por una serie de cuestiones, hacer copias de instrumentos que se había encontrado y empieza entonces a recuperarse, no nada más la flauta de pico, sino otros instrumentos como la viola de gamba”. 

A partir de entonces, abundó, “empieza a utilizarse dentro de la música antigua, para música tradicional también, muchísimo, y se vuelve también el instrumento de la pedagogía por excelencia porque es un instrumento, sobre todo los pequeños, fácil de llevar, no eran muy caros y el sonido se saca muy fácil”. 

A pesar de esta popularidad creciente, hacia los años 50 del siglo XX, “todavía no había una gran producción de música específica para la flauta de pico, se consideraba como una flauta travesera o transversa, pero con limitaciones. Hasta que hacia los años 60, 70, no nada más Frans Brüggen, sino algunos otros flautistas en Alemania, y también en Inglaterra, empezaron a ponerse de acuerdo con los compositores para intentar hacer repertorio nuevo”. 

El repertorio para flauta de pico, señaló, realmente es del siglo XVII al siglo XVIII, y sobre todo en el siglo XX, XXI. “Me dirán, pero ¿ni en el Renacimiento y en la época medieval? Bueno, se puede tocar todo ese repertorio, pero no es específico para ningún instrumento. La primera vez que hay el nombre de un instrumento en una partitura así, para flauta o para dos instrumentos agudos, o para violín o flauta, por ejemplo, es en el siglo XVII”. 

Es decir, “que el siglo XVI, siglo XV y siglo XIV, siglo XII, siglo XIII, no se sabe para qué instrumento es, ni siquiera se sabe para qué voces específicamente, con lo cual podemos tocarlo todo, pero no es específico para el instrumento. Hacemos una elección por el registro, por si es más melódico o no, pero no es específico para el instrumento”. 

A los sonidos convencionales de la flauta de pico, los compositores contemporáneos agregaron técnicas extendidas como el glissando, el frullato, el sonido con aire o los multifónicos. Pero no se trataba de nuevos sonidos: “Estos sonidos han existido toda la vida, por ejemplo, en la música tradicional japonesa, todas las flautas japonesas hacen estos sonidos en la música más antigua tradicional, y también, en todos los lugares donde hay flautas que no sean de pico, flautas de tres agujeros, siempre hay sonidos con aire, siempre hay sonidos distorsionados, a veces se usan voluntariamente o a veces involuntariamente, pero de que existen, existen”. 

“Ahí hay otra vez una conexión, no nada más conexión, sino esta disolución, estas fronteras líquidas entre las diferentes músicas”, reafirmó Margules. 

La sesión de Anna Margules concluyó con un concierto que incluyó las piezas “Ofrenda” (1986) de Mario Lavista; dos movimientos de “Alternanze, Omaggio a Barbara Strozzi” de Anna Bofill y “Click” de Víctor Rasgado. 

Tanto el concierto como la conferencia “Invocaciones contemporáneas”, dictada por Anna Margules, se encuentran disponibles en el Canal de YouTube de la institución: elcolegionacionalmx. 

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