Pepe Herrera / Diana Rojas
Por segundo año consecutivo, alumnos de la Facultad de Artes y Diseño (UNAM) ganaron el premio CINEDFEST en la categoría internacional. En esta ocasión, los jóvenes Adriana Arvizu Villagrán y Miguel Ramos Castillejos se hicieron acreedores a esta distinción gracias a su corto titulado Cuerdas rotas.
Cuerdas rotas transcurre durante la Segunda Guerra Mundial y nos presenta a Hans Cramer, un violinista que trabaja en un bar sin ser reconocido. No obstante, un pequeño niño de origen judío aprecia el arte de Cramer y, todos los días, vuelve al bar para escucharlo. El violinista encuentra en este pequeño la motivación para seguir escribiendo sus canciones, pero un día ocurre un hecho imprevisto que lo lleva a tomar una drástica decisión.
Arvizu Villagrán y Ramos Castillejos manifestaron que este corto lo crearon como parte del proyecto final de la materia Laboratorio de Tecnología para Medios Audiovisuales e Hipermedia II, impartido por la profesora Regina Citlali Guerrero Rodríguez, quien en su momento también participó en diversos concursos y consiguió varios premios.
Para realizar el cortometraje de Cuerdas rotas, el cual se hizo bajo la técnica del stop motion, los alumnos se tomaron un semestre. Pero durante esa etapa vivieron distintos retos. El principal fue que su equipo inicialmente estaba formado por cuatro personas, pero por algunas cuestiones se redujo a únicamente ellos dos, por lo que la carga de trabajo fue bastante alta durante este lapso.
“Le invertimos mucho tiempo. Algunas cuestiones ya las teníamos, como el planteamiento de lo que queríamos contar, pero eso solo es una parte. Después debes realizar el desarrollo gráfico por medio del storyboard y la toma de fotografías, un aspecto en el que nos faltaron manos porque es laborioso; al ser nuestro cortometraje en stop motion es ir haciendo los movimientos de los personajes y todo eso. La creación de los escenarios y los personajes también nos llevó algo de tiempo”, comentó Miguel.
Ambos jóvenes ahorraron algo de tiempo, puesto que se basaron en un boceto que Adriana había escrito hace cuatro años, durante la pandemia por COVID-19. Si bien el contexto histórico del corto es la Segunda Guerra Mundial, el trasfondo expresivo de la historia hace énfasis en qué sucede cuando tenemos alguna pérdida y cómo eso nos modifica.
Al saber que eran acreedores al premio, los jóvenes se mostraron muy sorprendidos porque era una situación que no esperaban. “De repente llegaron muchos mensajes al grupo que tenemos de WhatsApp y eran de felicitación. Cada uno de nosotros estábamos eufóricos y no lo creíamos, pero era mucha dicha la que teníamos”, compartió Arvizu Villagrán.
Una gran guía
Detrás de un gran trabajo, siempre hay alguien que nos impulsa y guía a hacerlo. Ambos jóvenes reconocieron el papel fundamental que tuvo la maestra Regina, quien en todo momento, y con la experiencia que ha adquirido a lo largo de su trayectoria, los fue asesorando.
“Nuestra visión era muy ambiciosa al principio, queríamos incluir varios personajes, pero la profesora nos fue diciendo qué modificaciones hacer; siempre nos dio buenas sugerencias y nosotros estuvimos abiertos a ellas. Fue una retroalimentación importante que finalmente dio sus frutos en este premio”, dijo Adriana.
Al cuestionar su sentir sobre el logro de sus alumnos, Guerrero Rodríguez expresó sentirse orgullosa de ellos, ya que hacer un corto de stop motion no es cosa sencilla, pues implica distintos retos no solo a nivel dirección, sino también a la hora de transmitir de manera asertiva el mensaje que se quiere dar.
Por otro lado, señaló que los jóvenes deben sentirse muy complacidos, ya que, más allá de representar a la UNAM y a la FAD en competencias internacionales, obtener un reconocimiento de una competencia tan importante como el CINEDFEST será un impulso significativo para su desarrollo profesional.