Por José Antonio Monterrosas Figueiras
La verdad es que nunca me han gustado las inauguraciones de nada y las del Festival Internacional de Cine en Guadalajra no son la excepción, son tediosas, ruidosas, aspiracionales y con discursos de funcionarios que quieren salir en la foto y ensalsan a la cultura como florero con falsos ornamentos, hay además maestros de ceremonia que parece que están en el concierto del Buki y sus amigos, nomás falta que saquen la botella de tequila y está bien, pero que repartan al público y a la prensa que estamos atrapados en un foso. Para cuando se llega a la película inaugural dan ganas de salir corriendo a la fiesta, aunque ya sabemos que tenemos que talonear la invitación. Pero bueno es lo que es y es lo que hay.
Había entonces decidido no ver Soy Frankelda, pero creo que era importante (k)onocerla, pues es el primer largometraje en stop motion realizado por mexicanos y en México. Ellos son los hermanos treintones Arturo y Roy Ambriz y en esta película cuentan la historia de la niña Francisca Imelda que tras desprecios, porque según sus cuentos son horribles, se empodera en un nuevo personaje siendo ya una joven con el nombre artístico de Frankelda.
En el libro de esta chica rara están contadas sus pesadillas. Los seres extraños en un mundo que se encuentra en su inconsciente, donde habitan «los pesadilleros» que son una amasijo de alebrijes, ésta labor parece ya trunca y obsoleta, así que quieren robarle esos relatos que revitalizarán la vida de ese lugar.
Frankelda es llevada de la mano de un ser con cara de felino. Todo en la película es estrafalario, surrealista y obsesivo, contiene una oscura gracia y fantasmagórica. Sí. pesadillezca, que sin duda sabes que la filmaron unos mexicanos, apoyados por el incomensursble Guillermo del Toro, mismo que vemos que le agradecen al final. Aquí la historia pues, que dará mucho de qué hablar, que la distribuye Cinépolis y que aunque muchos dicen que no tendrá éxito comercial por el atasque de situaciones grotescas, en mi opinión esta sera una película -que además es muscial- que pareciera ser la historia de una hija fea y sonriente, a ratos gruñona, del creador de películas como Pinocho y La forma del agua.
Luego de ver el espíritu de una triste historia, por asuntos que ni yo entiendo, logramos estar en la fiesta de inauguración donde la DJ Becky and the cats nos puso bailar, mientras hablaba en la pista con los de Radio Nopal, con su crítico de cine de nombre Michi Monfredi, que me dijo recordando a Juan Cierol que «arrastrando los pies he llegado más lejos de lo que esperaba». Sigamos arrastrando los pies en este festival que todavía le quedan como diez días y que Franquelda los encuentre y los espante en alguna sala de cine.
