El anillo más ansiado en Kansas City

Tuvo que pasar medio siglo para que los fanáticos regresarán a un final de SuperBowl, y pudieran celebrarlo en un partido no apto para cardiacos

| | 03 Feb 2020

Los Jefes de Kansas City y su entrenador Andy Reed, alcanzaron al fin el tan ansiado trofeo Vince Lombardi en una final que fue sumamente emotiva.

Tuvo que pasar medio siglo para que los fanáticos regresarán a un final de SuperBowl, y pudieran celebrarlo en un partido no apto para cardiacos con un primer medio parejo, y el segundo lleno de volteretas. Fue así como la NFL festejó su aniversario número 100.

Pasadas las 18:30 horas (locales), el llamado Súper Domingo inició con un Patrick Malhomes, quarterback de Kansas City. fallando sus dos primero pases, llevando rápido a su equipo a despejar el ovoide y dando la oportunidad a San Francisco de mostrar lo que tenían en el ataque.

Los de California se vieron ágiles en sus oportunidades y avanzaron 62 yardas sin embargo la defensa de los Jefes evitaron continuar en el límite de la llamada zona roja, por lo que los 49ers se conformaron con s tres puntos, capitalizados por su pateador R.Gould.

En una segunda oportunidad, durante el primer capítulo del encuentro, Kansas fue capaz de mover el balón 75 yardas, incluída una jugada en la que Maholmes corrió para 12 yardas quedando a una sola yarda del primero y gol, tras una espectacular tacleada que hizo rugir en el estadio a los aficionados y que incluso provocó que el balón saliera de las manos.

Andy Reed, head coach de Kansas, sorprendió jugándose la cuarta oportunidad, capitalizó, y dos jugadas más tarde el mariscal de campo anotó con un acarreo de una yarda, dando la vuelta al marcador con el primer TD del juego.

Al frente de una nueva ofensiva, Jimmy Garoppolo, el quarterback de San Francisco, tuvo el primer error lanzando al no poder contactar un balón con un compañero provocando una intercepción, atrapada por Breeland y dejando a Kansas en su propia yarda 43. Una excelente posición de campo que los de Reed solo lograron canjear por solo tres puntos.

Era momento de que los californianos respondieran tras diez puntos sin respuesta, para júbilo de sus fanáticos pudieron avanzar 80 yardas y con una gran jugada del Fullback Juszczyk logró evadir a los defensivos para entrar en las diagonales en una jugada de 15 yardas, empatando el juego a diez puntos, con el punto extra capitalizado segundos después por R. Gould.

Emoción en el partido y emoción en el show de medio tiempo, cuando Shakira y Jennifer López se encargaron de mantener encendido el ánimo de los expectadores en el Hard Rock Stadium, con poder latino que duró 15 minutos aproximadamente llenó de luz, baile y emotividad.

Con renovados espíritus, los de San Francisco rompieron el empate tras 60 yardas recorridas sumando su segundo gol campo, R. Gould, ahora de 42 yardas.

Los Jefes comandados por Maholmes pronto se vieron en problemas luego que tuvieran una nueva intercepción directa a los números de F. Warner. Los 49ers lograron tener el momentum del partido, que se reflejara en el campo, luego que el corredor Mostert, se escabulló una yarda para mostrar el dominio total.

La resurrección de los Jefes

El último cuarto la balanza inició del lado de San Francisco, logrando interceptar por segunda ocasión a Maholmes, faltando casi 12 minutos aún, pero dando un golpe en el ánimo de Kansas que parecía lapidario.

Aunque, como lo habían venido haciendo en los partidos de pos temporada, los de Kansas resucitaron para sacudirse el dominio californiano al acercarse 20-17 en el marcador restando seis minutos en el reloj.

Los Jefes, restando 2:44 en el reloj, dieron la voltereta al marcador tras un recorrido de D. Williams, una jugada milimétrica que puso el marcador 20-24.

La suma de puntos continuó cuando D. Williams se escapó 38 yardas hasta la zona de diagonales llegando a los 31 puntos y dejando el juego prácticamente definido con tan solo poco más de un minuto restando en el reloj.

El último clavo en el ataúd de los 49s, fue la segunda intercepción a Garoppolo. La ofensiva de Kansas sólo entró para agotar el reloj y proclamarse campeón del Súper Bowl 54. El regreso estaba consumado.