10 de Febrero de 2025
Internacional

Computadora de Manning no tenía contraseña: defensa

Al igual que la víspera, Manning, quien hoy cumple 24 años, compareció a la sala vestido con el uniforme de camuflaje que también portan abogados y juez presentes, muy delgado, serio y portando unas gruesas gafas de pasta.
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*En la audiencia estuvo presente como público una de las abogadas de Julian Assange, fundador de Wikileaks

Agencias . | Houston, Texas | 17 Dic 2011

La defensa del soldado Bradley Manning trató hoy de incluir elementos que siembran una duda razonable sobre si él filtró los documentos a Wikileaks y que además podrían demostrar su inestabilidad emocional.

La segunda audiencia militar del acusado se centró en el interrogatorio de los testigos. Los dos primeros en testificar fueron la agente especial Toni Graham, que fue la que autorizó el registro de los efectos personales de Manning, y Calder Robertson, de la unidad de investigación de crímenes informáticos que revisó los computadores, discos duros y material de encriptación que usaba el acusado.

Por el tipo de preguntas dirigidas a los testigos, que dieron su testimonio por vía telefónica a la audiencia en Fort Meade, donde se decidirá si Manning va a juicio militar o no, la defensa de Manning dio la impresión de tratar de seguir varias estrategias.

Demostrar por un lado que su cliente, de reconocida homosexualidad, estaba en un momento de inestabilidad emocional y aislado del resto de su unidad.

Y, por otro, sembrar dudas razonables sobre la autoría de sus delitos, intentando averiguar si otras personas podrían haber ingresado en su computadora.

Para ello, preguntaron a los testigos sobre si conocían de la homosexualidad de Manning —Graham dijo que sí, que era algo sabido en su unidad— y acerca de posibles hallazgos entre sus pertenencias y material digital que pudiera apuntar a su inestabilidad, así como sobre su falta de amigos en su unidad.

Concretamente, los abogados quisieron abundar en presunto material que habría sido incautado en el registro sobre información acerca de desórdenes de género que tenía Manning en su poder.

Graham dijo que ese material no había formado parte de sus prioridades en el registro de los efectos personales de Manning pero que sí se había encontrado dicho material.

El oficial a cargo de dirigir la audiencia, Paul Almanza, interrumpió a la defensa en su interrogatorio para inquirir sobre el interés de esas preguntas, a lo que el abogado militar Matthew Kemkes replicó que es "relevante" para saber el "estado mental" de Manning y si, por ende, su capacidad estaba "reducida".

Kemkes también dirigió preguntas a Robertson, el segundo testigo, sobre la homosexualidad de Manning pero, sobre todo, se centró en intentar conseguir evidencias de que su computadora y otros materiales tecnológicos podrían haber sido usados por otras personas del entorno del acusado.

Al respecto, Robertson declaró que la computadora de Manning "no tenía contraseña", lo cual podría eventualmente ser utilizado por la defensa para tratar de demostrar que otras personas podrían haber usado su ordenador, sembrando así la "duda razonable" sobre la autoría de su defendido de las filtraciones.

La segunda vista militar contra Manning, que deberá establecer si hay pruebas suficientes para llevarlo a un juicio que podría condenarlo a cadena perpetua, comenzó este sábado con algo de retraso y se vio rápidamente interrumpida por dificultades técnicas que impedían escuchar correctamente a los testigos por teléfono.

Al igual que la víspera, Manning, quien hoy cumple 24 años, compareció a la sala vestido con el uniforme de camuflaje que también portan abogados y juez presentes, muy delgado, serio y portando unas gruesas gafas de pasta.

En la audiencia también estuvo presente como público una de las abogadas del fundador de Wikileaks Julian Assange, Jennifer Robinson, quien según dijo a periodistas sigue este caso por su "clara" relación con un posible juicio a su defendido.

Manning, que fue detenido en mayo de 2010, está acusado de sacar informaciones y documentos secretos de computadoras durante su destino como analista de los servicios secretos del Ejército estadounidense en Irak, y entregárselos a la plataforma Wikileaks.

Su posterior publicación provocó un escándalo en todo el mundo al conocerse detalles sobre las guerras en Irak y Afganistán, además de cientos de miles de despachos diplomáticos internos de Estados Unidos.

El joven soldado, que hoy cumple 24 años, enfrenta un total de 22 delitos, en parte muy graves, al considerar que con su actuación puso en manos de sus enemigos la vida de sus compañeros.

De llegar a un juicio y ser considerado culpable, afronta una condena perpetua, ya que la acusación ya ha anunciado que no tratará de pedir la pena capital pese a que los delitos de los que se le acusan, que implican alta traición, lo permite.