California afronta la amenaza de 400 incendios

Los bomberos no dan abasto para apagar la multitud de focos provocados por tormentas eléctricas

| Los Angeles, California | 23 Jun 2008

Los bomberos trabajan a destajo desde ayer para apagar cerca de 400 incendios sin control que amenazan el norte de California, en un momento en que el estado se enfrenta al cuarto día de una ola de calor que ha dejado al borde del colapso la red eléctrica por el alto consumo de sus habitantes.

Una estructura resultó destruida y 150 casas fueron evacuadas cerca de Fairfield, localidad situada a 64 kilómetros de Sacramento, capital del Estado y la zona en la que se ha declarado el peor incendio y que ha consumido ya más de 1.416 hectáreas en la región productora de vino del condado de Napa.

\"El clima es, por supuesto, muy caluroso y seco aquí, y este incendio rápidamente se dirigió a un terreno extremadamente empinado y se volvió inaccesible. Tenemos problemas para establecer las líneas de control\", ha dicho el jefe del Departamento de Forestación y Protección contra Incendios de California, David Show.

La mayor parte de los cientos de fuegos dispersos no han sido provocados por la acción del hombre, sino por las tormentas eléctricas que han caído en muchos puntos del Estado desde el pasado viernes. Se calcula que desde esa jornada han caído cerca de 5.000 a 6.000 rayos en toda la región, obligando a los bomberos a dispersarse para llegar a todos los focos activos al mismo tiempo. \"Esas nubes perversas están causando estragos en todo el estado\", ha indicado el subdirector del Departamento de Forestación y Protección contra Incendios de Califonia, Mike Jarvis.

\"Tenemos una cantidad significativa de incendios a los que hasta ahora no hemos podido asignar personal\", ha reconocido Show. \"No tenemos suficientes recursos para enviar personal a todos ellos\".

California sufre desde hace cuatro días una fuerte ola de calor que ha elevado las temperaturas hasta rozar los 40 grados en gran parte del estado. El calor extremo ha provocado que algunas comunidades se hayan quedado sin electricidad al colapsarse la red por el consumo eléctrico de las personas que han recurrido al aire acondicionado y los ventiladores para combatir la canícula.