Ecuador vive momentos difíciles

La noche del miércoles, a unos días de las elecciones nacionales, fue asesinado uno de los aspirantes a la presidencia. El candidato, Fernando Villavicencio, salía de un mitin político en una secundaria cuando fue baleado. Se había posicionado como un candidato anticorrupción.

Villavicencio, muy conocido por haberse desempeñado como periodista, líder sindical y activista, había señalado vínculos entre las autoridades y el crimen organizado. Durante el gobierno del expresidente Rafael Correa, Villavicencio denunció actos de corrupción y luego buscó refugio brevemente en Perú y pidió asilo político. Al volver a su país logró una curul en la Asamblea Nacional, que ocupó hasta este año, antes de lanzar su candidatura.

Después del atentado del miércoles, se desató una trifulca que resultó en la muerte de un sospechoso y alrededor de una decena de heridos. Se supo que durante el ataque también se intentó emplear una granada que falló y que ya hay varios detenidos.

El ataque es síntoma de un problema más amplio que aqueja a Ecuador: la propagación de la violencia vinculada al narcotráfico. El país, con una ubicación estratégica para el comercio marítimo y una cercanía a naciones productoras de drogas, se ha convertido en escenario de luchas entre cárteles en los últimos cinco años. Es común que se informe de decapitaciones y tiroteos.

 “Este es un crimen político que adquiere un carácter terrorista”, dijo el presidente Guillermo Lasso. “Y no dudamos que este asesinato sea un intento de sabotear el proceso electoral”. Hace unos meses, Lasso disolvió la Asamblea Nacional y convocó a elecciones anticipadas después de verse envuelto en un posible juicio político por malversación de fondos.

Las autoridades han informado que los comicios —donde se elegirá nuevo presidente y legislatura— se celebrarán el 20 de agosto, la fecha originalmente establecida. Las encuestas las lideraba hasta ahora Luisa González, candidata respaldada por el expresidente Rafael Correa. En los sondeos de preferencia electoral, Villavicencio ocupaba una posición intermedia entre los ocho aspirantes.

El primer asesinato de un candidato a la presidencia en la historia de Ecuador sucede en el año electoral más violento que se recuerde, dijo Arianna Tanca, politóloga ecuatoriana. “Creo que lo que sí va a cambiar es la forma en la que concebimos la política”, añadió Tanca. “Desde ahora se convierte en una profesión de alto riesgo”.

No sé sabe aún cuál será el impacto del asesinato en los resultados, pero el suceso ha conmocionado a la sociedad ecuatoriana. “No sabemos el futuro de nuestro país”, dijo Carlos Figueroa, quien trabajaba para la campaña de Villavicencio y presenció el asesinato.