“La seguridad de los periodistas está bajo amenaza a nivel mundial, pero con mayor intensidad en ciertas partes del mundo. México es uno de esos lugares”, cita el reporte que se elaboró después del evento.
Los participantes de la reunión privada compartieron no solo sobre las amenazas tanto físicas como digitales a la seguridad de los periodistas, sino también en qué formas la tecnología puede ayudarles a protegerse. También hablaron sobre el impacto de las políticas gubernamentales en la industria.
¿Las recomendaciones? Más proyectos colaborativos, construir alianzas, mejorar la alfabetización mediática y digital y poner más atención a la ciberseguridad. También comentaron que debe aumentar la presión global y generar más apoyo público para el periodismo, así como mayor desarrollo de herramientas tecnológicas.
Luchando contra diferentes tipos de violencia
El evento “Manteniendo el Periodismo frente a las Amenazas a la Seguridad” se realizó el pasado 25 de junio en Ciudad de México y fue convocado y co-patrocinado por el Center for News, Technology & Innovation (CNTI) y la empresa de noticias Organización Editorial Mexicana (OEM).
La reunión es parte de los encuentros interindustriales de CNTI que promueven conversaciones basadas en evidencia, que sean reflexivas, y con el objetivo de construir confianza y relaciones continuas.
Uno de los objetivos principales de CNTI es analizar lo que sucede con la ciberseguridad de los periodistas y los daños en línea y abusos que los periodistas están experimentando, explicó su directora ejecutiva Amy Mitchell.
“México es en general uno de los países más peligrosos para periodistas, particularmente en esas dos áreas (ciberseguridad y daños en línea y abusos), así que tiene mucho sentido el realizar este encuentro en la Ciudad de México”, dijo Mitchell a LatAm Journalism Review (LJR).
Aunque el plan original era enfocarse más a la seguridad digital, los participantes expresaron que era necesario también hablar de las amenazas físicas a las que se enfrentan los periodistas en México, explicó Martha Ramos, directora editorial de la OEM en entrevista con LJR.
De acuerdo con un estudio de Reporteros Sin Fronteras, México es uno de los países más peligrosos para ser periodista. Y más del 40% de los ataques, tanto físicos como digitales y que han sido documentados en México, estaban vinculados a actores gubernamentales, según un informe de Artículo 19.
Los más de 20 participantes de la reunión también ahondaron en los diferentes tipos de violencia que viven los periodistas en México, y que incluyen el acoso en línea, la difamación, el espionaje y amenazas. Los actores que llevan a cabo estos actos no solo incluye el crimen organizado, sino también autoridades, movimientos civiles y ciudadanos.
“A CNTI le llamó la atención mucho, porque no lo conocían de fondo, la penetración de la violencia en todos los ámbitos a partir del crecimiento del crimen organizado. Es decir, cómo el crecimiento de la propia organización de los carteles ha penetrado en niveles de gobierno de varios rangos”, explicó Ramos.
“Siempre llama la atención cómo ha permeado tanto, que cubrir un choque en la calle, puede ser algo que te cueste la vida, porque resulta que el del choque no era el que tenías que retratar”, añadió.
Desafortunadamente la violencia en contra de los periodistas ha permeado mucho más en las zonas más marginadas de México, en gran parte por la ausencia de periodismo profesional y de empresas de medios organizadas que puedan proteger a sus periodistas, dijo Ramos.
“Hay ausencia de protección del estado, y hay la necesidad de comunicar. Esa necesidad de comunicar orilla a gente a hacer páginas de Facebook, a denunciar a través de redes sociales, que no tiene un medio formal, no tiene la formación, y esto acaba poniéndolos en un nivel de riesgo altísimo”, dijo Ramos.
La naturaleza de esta violencia varía según las diferentes formas en que los periodistas realizan su trabajo en México, cita el reporte.
“En algunas regiones y localidades, los periodistas escriben sus historias a mano, las cuales luego son distribuidas dentro de las comunidades locales, lo que aumenta el riesgo de enfrentar amenazas físicas y violencia”, cita el reporte.
Las amenazas también están llegando en línea a los periodistas. Por ejemplo, el reporte cita que hubo una filtración mayor de información personal de periodistas en enero del 2024, o amenazas cibernéticas sofisticadas que atacaban a periodistas.
Otro problema, viene de los propios teléfonos de los periodistas.
“Una de las cosas que escuchamos en la reunión de Ciudad de México, y en otras partes, es que en mucho casos los periodistas están trabajando en dispositivos que son 4 generaciones viejos, que son también sus dispositivos personales. Cómo puede la tecnología entonces construir herramientas más fuertes que realmente puedan facilitar las necesidades de ese momento”, cuestionó Mitchell.
Armando Talamantes, director ejecutivo de Quinto Elemento, y uno de los participantes en la reunión, enfatizó en entrevista con LJR que la situación de la prensa en México es precaria.
“Ahora vivimos en un contexto en el que el locutor del noticiero de radio más popular puede ser el blanco de un ataque armado en Ciudad de México, o en el que una mujer periodista puede ser acosada por días en las redes sociales solo porque hizo al presidente una pregunta incisiva”, dijo.
Pasos recomendados
A pesar del contexto adverso que en materia de seguridad física y digital enfrentan los periodistas en México, los participantes de la reunión identificaron pasos prácticos para aminorar los daños. A pesar de que están dirigidos a periodistas en México, son aplicables en todo el mundo, según el reporte.
La primera recomendación tiene que ver con alfabetización digital y ciberseguridad.
“Este tipo de conocimiento requiere dedicación por parte de los periodistas y sus empleadores a un nuevo tipo de capacitación que busca construir conocimiento continuo y comodidad con la tecnología, las formas de utilizarla para su protección y las formas en que las prácticas y programas actuales pueden incorporarla”, cita el reporte.
Otras de las recomendaciones a partir de esta reunión, fueron el mayor desarrollo de herramientas tecnológicas y uso de inteligencia artificial. La meta es construir herramientas tecnológicas más fuertes e integrales para combatir los ataques en línea.
“Tales herramientas, junto con una mayor alfabetización digital, pueden ayudar a que los beneficios de la tecnología superen los daños”, menciona el reporte.
Los participantes también discutieron sobre explorar opciones regulatorias, lo que es especialmente difícil porque líderes gubernamentales en el país están frecuentemente a la cabeza de los ataques a periodistas.
“Esto hace que la regulación sea un camino problemático que podría no solo fallar en su objetivo, sino incluso ser contraproducente”, cita el reporte.
Algunos participantes compartieron que llevan décadas trabajando hacia protecciones legislativas pero sin ninguna mejora en la seguridad de los periodistas en México.
Y por último, los participantes mencionaron la importancia de reconocer la importancia del estado y de incrementar la presión de la comunidad global.
La comunidad global tiene también un papel en la tarea de llevar casos de abuso a la corte para sentar precedentes legales. Y la comunidad global puede crear espacios seguros para el intercambio de conocimientos y lecciones.
Finalmente los participantes dijeron que los medios de comunicación deben construir la confianza con el público para que los ciudadanos apoyen el periodismo, y animar a jóvenes periodistas que quieran desempeñar la profesión.
Los siguientes pasos
Y justo para que la reunión no quede solo en eso, Ramos dijo que una vez publicado el reporte de CNTI, uno de los siguientes pasos sería el entablar una red de comunicación con los participantes para aterrizar proyectos con fines en común y que atiendan la problemática discutida. Espera que este esfuerzo se concrete antes de finalizar el año, para lo que se debe seguir insistiendo en la colaboración y unión de la industria periodística mexicana.
Mitchell dijo que CNTI continuará compartiendo los hallazgos y pasos recomendados surgidos de la reunión en México. Otro de los planes es lanzar un sondeo internacional para periodistas a finales de septiembre. Este estará parcialmente basado en la experiencia de México y actualmente se trabaja en el draft.
“Será traducido a por lo menos nueve idiomas. Tiene el potencial de alcanzar a un buen número de periodistas a nivel global”, dijo Mitchell. “Esta será una gran forma de reunir más información sobre lo que están experimentando, si tienen espacios para hablar al respecto, para compartir información, y si no, cuáles son los mecanismos para facilitar eso”.
Además, CNTI está revisando la posibilidad de crear una base de datos en tiempo real para periodistas, que sea segura y esté protegida, y en la que puedan compartir lo que están experimentando y conectar con otros colegas que experimentan temas similares en otras partes del mundo, señaló Mitchell. Tener una base de datos que está continuamente recabando información facilita a las compañías tecnológicas tener una mejor idea de lo que está pasando, añadió.
“Esta no es la primera vez que una organización externa se interesa por lo que pasa en México, pero se requiere que exista más seguimiento y documentación de lo que sucede en el país”, consideró Ramos.
