La crisis en el suministro de huevos en Estados Unidos, una consecuencia directa del brote de gripe aviar, está causando estragos tanto en consumidores como en productores. Según reportó The New York Times, los precios de este alimento, considerado una opción económica de proteínas, escalaron a niveles históricos debido a factores como la inflación y la pérdida masiva de aves infectadas por el virus H5N1.
El impacto de la influenza aviar ha sido devastador, con más de 136 millones de aves infectadas o sacrificadas para frenar la propagación de la enfermedad desde que el virus ingresó a los Estados Unidos en 2022. Solo en los últimos tres meses, alrededor de 30 millones de gallinas ponedoras—10 % de la población total de aves ponedoras del país— han sido eliminadas, según cifras compartidas en el reporte.
El problema dejó huella en el bolsillo de los consumidores. Mientras que hace un año el incremento del precio al consumidor fue del 37 %, ahora los mayoristas han alcanzado tarifas récord de 7 dólares por docena, frente a los 2,25 dólares del otoño anterior, según los datos proporcionados a The New York Times.
La escasez no solo se refleja en cifras, sino también en las experiencias cotidianas. Sarah Joy Hays, propietaria de la panadería Counterspace, con sede en Baton Rouge, Luisiana, compartió con The New York Times cómo ha tenido que enfrentar esta crisis.
Antes de Acción de Gracias, pagaba menos de 2 dólares por una docena de huevos, necesarios para producir galletas y quiches. Sin embargo, tras recibir una cotización de 7,86 dólares por docena, tomó una medida inusual: conducir hasta un Sam’s Club cercano, donde logró adquirirlos por 3,86 dólares, pero con restricciones de compra. “Puedo llevar cantidades limitadas, así que debo hacer varios viajes. Pero dadas las circunstancias, parece una ganga”, comentó al medio.
Productores alarmados
En California, la finca de Tracy y Jason Ramsdell sufrió un brote en diciembre que les obligó a sacrificar a 40.000 gallinas ponedoras de pastoreo. Aunque el gobierno federal realiza pagos de indemnización por las aves destruidas, los costos finales siguen siendo altos, y el camino hacia la recuperación es lento. “Nos tomará al menos seis meses repoblar nuestras granjas y retomar el negocio,” dijo Tracy Ramsdell a The New York Times, agregando que los episodios recientes han generado una incertidumbre generalizada para toda la industria avícola.
Mientras tanto, expertos del sector y fuentes gubernamentales destacaron posibles soluciones, incluida la vacunación masiva del ganado avícola contra el H5N1. Sin embargo, los desafíos persisten, pues la rápida aparición de nuevas cepas podría limitar la eficacia de las vacunas actuales.
“Vacunar a más de 300 millones de aves no solo supone un costo incierto, sino también implicaciones en el comercio internacional”, explicó Chad Hart, economista de la Universidad Estatal de Iowa. Según los datos compartidos en el informe, algunos países podrían imponer bloqueos a las exportaciones estadounidenses de carne avícola debido a diferencias regulatorias sobre vacunas. En 2022, estos envíos representaron alrededor de 5 mil 500 millones de dólares.Walmart en
La prensa especializada subraya que esta crisis podría extenderse por varios meses. Según Brian Moscogiuri, vicepresidente de Eggs Unlimited, el mercado tardará al menos medio año en estabilizarse. “Necesitamos que cesen los brotes de influenza aviar y que las granjas puedan repoblarse sin interrupciones,” comentó Moscogiuri al medio, quien también señaló el impacto en la producción de pollitos para reemplazo, un proceso que podría alargarse hasta 2026 si se realizan pedidos hoy.
Por otro lado, los temores ante la expansión del virus no se limitan a gallinas ponedoras. The New York Times alertó sobre brotes reportados en operaciones de pollos de engorde (para consumo de carne) en Georgia, un estado clave en la producción avícola. La situación llevó al sacrificio de 175 mil pollos en el norte del estado y la implementación de una zona de cuarentena de 10 kilómetros alrededor de las granjas afectadas, según declaraciones recogidas del director de comunicaciones del Departamento de Agricultura de Georgia, Matthew Agvent.
Aunque la CDC (Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades) asegura que el riesgo para humanos es bajo y que los productos como huevos y leche pasteurizada son seguros siempre que se cocinen adecuadamente, analistas advierten que los precios continuarán subiendo.