16 de Junio de 2025
Nacional

Siguen activos los García: La muerte y el secuestro como negocio familiar

La cabeza de esta nueva generación de criminales sería Dariel García Ontiveros “El Sobrino” o “El Abuelo”.
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*Información del Consejo Estatal de Seguridad de Baja California ubica a Dariel García Ontiveros, sobrino de “El Tres”, como presunto responsable de varios delitos. Y que su actividad criminal es respaldada por Javier Uriarte “El Chapito”, Jorge Luis Velázquez García “El Pollo” y los hermanos Guajardo Hernández.

Agencias . | Tijuana, BC | 17 Jul 2010

Se llama Dariel García Ontiveros y es sobrino de Teodoro García Simental. Hijo de su hermano Dariel García Simental, según los investigadores bajacalifornianos.

En las corporaciones integradas en el Consejo Estatal de Seguridad de Baja California lo tienen identificado desde hace algunos meses. Lo vinculan con delitos de delincuencia organizada.

De hecho, en junio de 2009, Dariel García Ontiveros fue señalado como uno de los asesinos en la matanza de policías municipales el 27 de abril de 2009 en Tijuana. Sin embargo los cargos más sólidos en su contra hasta el momento son por extorsión y secuestro.

Las pesquisas de los homicidios, limitadas a declaraciones de lesionados detenidos y la comparativa de los casquillos localizados exclusivamente en las escenas de los asesinatos, también conducen a fracciones de esta célula criminal en el área de acción que fue de “El Teo”, particularmente a la comandada por Javier Uriarte “El Chapito”.

La cabeza de esta nueva generación de criminales sería Dariel García Ontiveros “El Sobrino” o “El Abuelo”, quien acuerparía la estructura criminal con Javier Uriarte “El Chapito”, presuntamente su mano derecha, y éste a su vez estaría siendo apoyado delictivamente por Jorge Luis Velázquez García “El Pollo”, Héctor Eduardo Guajardo Hernández “El Güicho” y su hermano apodado “Sam”, a quien pusieron a cargo en Rosarito.

Los hechos delictivos de las últimas semanas, también están ligados a vendedores de droga bajo las órdenes de Jesús Rangel Peña “El Enano”, residente de los Estados Unidos. En este grupo fueron denunciados como cabecillas los hermanos Rivera Valdez, Miguel, preso la noche del 31 de mayo por un homicidio culposo, y José, quien según las autoridades locales se ocultó en Sinaloa desde el 1 de junio.

Pero la principal actividad ilícita que los investigadores le han encontrado al sobrino de “El Teo” es la privación ilegal de la libertad, con el fin de obtener recursos económicos para sostener a las mujeres de la familia García Simental que han quedado en el desamparo luego que sus esposos o sus hijos han sido encarcelados.

La ubicación y el historial delictivo de Dariel García, confirmaron los investigadores a ZETA, se dieron luego que algunos de sus cómplices fueron detenidos, “se está capitalizando igual que su tío”, dijeron.

La célula de “El Tres”

Una vez capturado Teodoro García Simental, policías y militares en Tijuana, buscaron integrar la estructura que había quedado en el organigrama delictivo del detenido en La Paz. Centraron sus investigaciones en José Antonio Soto Gastélum “El Tigre”, como quien supliría al narcotraficante. A Dariel García Ontiveros no lo tenían identificado como activo criminalmente, “ahora sabemos que él andaba delinquiendo con ellos, era el sobrino del Teo y que lleva el mismo nombre de su padre”, detalló un elemento del consejo estatal.

En una averiguación previa donde se menciona al sobrino de “El Teo” en actividades criminales, se refiere a otro hombre que le sirve, “El Tosquito” o “El Patachín” estaría encargado de una banda al servicio de “El Sobrino”.

Fue identificado “El Tosquito” como una persona entre los 25 y los 30 años de edad, de alrededor de 1.75 metros de estatura y 85 kilos de peso. De apariencia robusta, moreno, cara y mentón redondo, cabello castaño, corto y lacio, bigote y barba de candado, ojos de color café oscuro, cejas semipobladas, nariz ancha en su base y recta de tamaño regular, boca mediana, labios regulares.

Lo implicaron: Se moviliza por Tijuana en vehículos poco llamativos, un Honda Accord azul de dos puertas, con placas de California, y un pick up Ford modelo 1985 de color gris con rayas rojas. “El Tosquito” también fue señalado de reclutar personas para el grupo, y de ser el único contacto con Dariel García.

Secuestradores detenidos

La primera semana de mayo de 2010, dos cómplices de García Ontiveros fueron capturados. Ninguna autoridad dio a conocer las aprehensiones, ni por boletín ni en conferencia, pero ZETA conoció el nombre de los detenidos por una privación de la libertad, Ramón Alejandro García Méndez y Édgar Giovanni Leyva Camacho.

Pero ninguno de los dos aceptó ser responsable directo del secuestro. Se definieron como “punteros”: “vigilar en las inmediaciones del sitio donde se va a cometer un secuestro, en la cual si observa que hay presencia policiaca, rápidamente les avisa a los que están cometiendo el mencionado ilícito para que no sean aprehendidos”.

Dijeron tener menos de dos meses integrados al grupo delictivo, y que sólo se habían comunicado con otros tres criminales, pero sabían que la célula es más grande porque “El Patachín” les dijo: “… en alguna ocasión que el grupo que él comandaba tenía muchos integrantes, sin decirme cuántos”. También aseguraron que no tenían contacto con las víctimas ni con el trato que se les daba, así como desconocer la ubicación de las casas de seguridad.

A pesar de sus declaraciones, García y Leyva serán procesados por secuestro, su caso está en la averiguación previa 32/10/20I/AP que se abrió por el plagio de un comerciante. Los hechos, que no se hicieron públicos ni por la autoridad ni por los comerciantes, fueron relatados por los propios detenidos. Explicaron que la víctima tiene un negocio de pinturas a un lado del bar Rancho Viejo, a una cuadra del Supermercado Soriana de la Colonia Campos en Tijuana. Lo secuestraron el jueves 22 de abril del 2010.

Detallaron: Que como punteros recorrieron la vialidad principal que da acceso a la zona del secuestro, por una hora dieron vueltas sobre el Boulevard Díaz Ordaz, desde el Fraccionamiento Villa Floresta al mercado Calimax que se ubica sobre el bulevar Simón Bolívar, que entronca con la entrada al Cañón del Sainz. “… me dediqué a vigilar que no se acercara a las inmediaciones del citado negocio de venta de pinturas, ninguna patrulla de la Policía Municipal, porque íbamos a secuestrar…”. La vigilancia la hicieron en vehículos tipo sedán comunes y poco vistosos, un Honda Civic modelo 98.

Que empezaron los recorridos a las 11:30 horas y alrededor de las 12:30 recibieron un llamado de “El Tosquito” para ordenarles que se fueran a su casa y después les hablaba para pagarles. “… me marcó a mi teléfono celular y me dijo que sus muchachos ya habían secuestrado al dueño del negocio de pinturas, así como que lo habían llevado a una casa de seguridad que tiene…”

Aunque García declaró recibía 500 dólares a la semana como puntero, Giovanni Leyva dijo que su jefe delictivo no le “pagó” por ese secuestro, y que se comunicó con él hasta 14 días después, el 6 de junio, para mandarlo a recoger una mochila verde. Donde le informó estaría el dinero del rescate

Explicó que le marcó alrededor de las ocho de la noche para “ordenarme” que condujera “…rumbo al primer mercado Oxxo que hay por la entrada del Cañón del Sainz, entrando por el bulevar Díaz Ordaz, y que cuando llegara al citado mercado, me regresara al bulevar Díaz Ordaz, pero antes de llegar al citado bulevar, precisamente unas cinco o seis cuadras antes, volví a recibir una llamada”. “El Tosquito”, le pidió “…que me detuviera frente a un taller mecánico denominado Gaby, y que cuando ya estuviera frente a él, me bajara de mi vehículo y tomara una mochila de color verde que estaba amarrada a un poste de madera que se ubica sobre la banqueta de mencionado taller”.

Ahí fue detenido Leyva, y García fue interceptado haciendo otra transacción económica.

Asesinos alquilados

En el tema de los homicidios recientes, las indagatorias del Consejo Estatal de Seguridad también involucran a vestigios del grupo de García Simental, además que éstos son protegidos para asesinar en tres delegaciones de Tijuana.

De acuerdo a las cifras preliminares de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado de Baja California, durante mayo se contabilizaron 56 víctimas de homicidio en 46 hechos delictivos cometidos en Tijuana. Estas ejecuciones sumadas a las seis perpetradas entre el 1 y 2 de junio y los 260 asesinatos cometidos durante el primer trimestre en la ciudad, hacen un total de 322 muertos en la lucha de traficantes por quedarse con la plaza fronteriza.

En mayo, la mayoría de los homicidios se dieron en colonias de dos delegaciones policíacas que están bajo la lupa de las autoridades coordinadas por la evidente ausencia de resultados y aparente complicidad. De los 48 sucesos homicidas, doce se concretaron en La Presa, ocho en Los Pinos y siete en Centenario.

El análisis balístico realizado en las primeras indagatorias de siete de los 16 crímenes cometidos en Tijuana durante la semana que concluye, apuntan a dos grupos de asesinos. Y la revisión de ejecuciones cometidas en abril, abren la posibilidad de la existencia de un tercero. Incluso, en uno de los casos, los investigadores tienen antecedentes que por lo menos uno de los asesinos que ejecutó a la pareja en la colonia Melchor Ocampo la noche del lunes 31, llegó a Sinaloa al día siguiente.

Son los remanentes de lo que fueran las células encabezadas por Jesús Rangel Peña “El Enano” y Javier Uriarte “El Chapito”, a este último las autoridades también lo habían ubicado en Sinaloa, pero ahora aseguran, regresó.

Con muchos de los integrantes de la célula de “El Teo” en prisión, o huyendo, la base criminal –reflexionaron las autoridades– se quedó sin “trabajo y con armas”, y ante la impunidad, las utilizan para delinquir y obtener dinero. Por eso algunas de las armas decomisadas o casquillos encontrados han coincidió con asesinatos de 2008 y 2009.

En febrero, se empezaron a rentar

Algunos de estos grupos que han sido detenidos en casas de seguridad cuidando cargamentos de droga, han confesado: proporcionan seguridad para enervantes que trasladan por Tijuana otras organizaciones criminales como “La Familia Michoacana”, “Los Beltrán”, “Los Chapos”, y el “Tigre”. Incluso, que ellos ofrecen sus servicios a quien les pague, lo mismo para ejecutar, secuestrar o cuidar droga.

Una de estas células fue ligada a dos ex cómplices de Rangel, los hermanos Rivera Valdez, quienes están señalados como presuntos responsables en los homicidios de Manuel García y Ángeles Burgos, personas relacionadas con las víctimas identificaron a José como el autor, pero a Miguel como el “líder”.
Sin embargo las autoridades no lo han interrogado a pesar que está preso.

Poco antes de los asesinatos, fue detenido en la misma delegación por uno de los grupos especiales de la Policía Municipal; fue capturado porque manejaba un auto robado a alta velocidad, le marcaron el alto y huyó, pero en la fuga se impactó contra un auto parado en el que iban una mujer y dos niños y la mujer perdió la vida. De acuerdo a los reportes en poder de los oficiales, José llegó a Sinaloa al día siguiente del homicidio.

Estos asesinatos fueron ligados balísticamente con otros cinco cometidos en distintas partes, en Mesa de Otay, Rosarito, Cerro Colorado, Centenario, San Antonio y Zona Centro, en colonias cuyo control es usualmente atribuido a “El Ingeniero”. Sin embargo ninguno de los hombres asesinados tenía antecedentes ni le han sido detectadas ligas criminales con algún grupo criminal específico.

Un segundo grupo de asesinos estaría ejecutando en La Presa, La Presa Rural y Los Pinos. Son los responsables del quíntuple homicidio cometido el 30 de mayo en la colonia 3 de Octubre, se pudo conocer que de las víctimas, el único identificado, Efraín Nava Santiago tenía antecedentes por robo de vehículo y que cuatro de los muertos estaban drogados.

De acuerdo al informe de la Procuraduría del Estado de Baja California, las armas usadas en esta matanza se dispararon antes, en otras nueve ejecuciones con 14 víctimas, sucedidas entre el 12 de diciembre de 2009 y el 22 de mayo de 2010.

Destaca el hecho que 13 de esas ejecuciones se dieron en la delegación Los Pinos, cuyo anterior jefe policiaco fue detenido en mayo de 2009 junto a otros 24 agentes, acusados, precisamente, de brindar protección a criminales. Y la cual es encabezada desde hace un año por el oficial Jesús Norberto Valdez Velásquez.

Anteriormente ésta era una zona controlada por los García Simental, y después por José Antonio Soto Gastélum “El Tigre”, apoyado por los ex policías municipales Israel de la Cruz y Ezequiel Valle. Aunque ahora también identificaron los investigadores, que Fernando Sánchez Arellano ordenaría a Juan Sillas Rocha, pelear la zona.

Más de policías

En cuanto al homicidio del ex policía José Alonso Espinoza, acribillado junto a su hijo del mismo nombre el miércoles 2 de junio. Los reportes fueron que el ex agente tenía antecedentes negativos en esta administración de Jorge Ramos. Sus superiores se dieron cuenta que protegía a su hijo que siendo menor de edad se empezó a involucrar en robos, al ser detenido decía quién era su papá y lo liberaban, en otras ocasiones el ex jefe policíaco intervenía directamente para favorecer a su vástago.

A principios de 2009, una de estas detenciones llegó a manos del Secretario de Seguridad, Teniente Coronel Julián Leyzaola, quien llamó a Espinoza y le dijo que dado las actividades de su hijo, él no podía permanecer como jefe, que sería asignado como agente a otra delegación, pero el municipal prefirió renunciar. Antes no habían tenido antecedentes de relaciones criminales y tras su salida, lo único que supieron en la policía fue que trabajaba junto a su hijo.

En cuanto a los avances en la indagatoria del presunto atentado cometido contra el agente Raúl Gómez Huerta, el jueves 27 de mayo, el reporte balístico y las imágenes del lugar indican que el comunicado oficial de la Secretaría fue impreciso en sus aseveraciones: los presuntos sicarios jamás dispararon; y el agente sí iba uniformado.

Sus compañeros no dieron buenas referencias de él, sin embargo el ayuntamiento lo colocó en protección a través de un programa establecido desde 2008.

En una segunda declaración Gómez Huerta aseguró que los matones se le acercaron por la derecha y el piloto le ordenó pararse. Lo amenazó de muerte entre insultos, y como él traía el arma lista entre las piernas, la tomó y le disparó matándolo al instante. Inmediatamente le disparó al otro atacante que quedó herido en la vialidad, en ese momento un tercero le pegó al carro y le dijo a otro hombre que estaba dentro del carro que se fueran.

Parte de estos hechos fue corroborada por el video del C4, y la investigación sigue.

Mientras las células criminales de Teodoro García Simental, se reestructuran. Ahora a través de su sobrino.