22 de Noviembre de 2024
Nacional

Conductor que llevó a Héctor Cuén conoce la verdad de su asesinato: Ismael Bojórquez


Foto: Agencias .

*Por lo que el periodista Ismael Bojórquez considera que Fausto Corrales, hijo del exrector de la UAS, Antonio Corrales Burgueño, tiene la clave y sabe la verdad de lo que sucedió ese día con Cuén Ojeda.

Agencias . | Culiacán, Sinaloa | 14 Ago 2024

Fausto Ernesto Corrales, el chofer que acompañó al exrector de la Universidad Autónoma de Sinaloa, Héctor Melesio Cuén, el día en el que fue asesinado es la persona que conoce la verdad de lo que sucedió el pasado 25 de julio.


Así lo contó el periodista Ismael Bojórquez, director editorial de Ríodoce en una entrevista con Aristegui en Vivo. “Yo vi el video unos días antes de que fuera hecho público por la fiscalía, lo vi cuatro o cinco veces. No lo pude obtener, pero hice anotaciones, y lo primero que vi es que la fiscal, o bien, Fausto Corrales -el chofer de la camioneta Raptor que llevaba a Cuén- mintieron”, apuntó.


Señaló que Fausto Ernesto Corrales declaró ante la Fiscalía que la mañana del pasado 25 de julio acudió con Héctor Melesio Cuén a un campestre ubicado en Condado de San Francisco, al norte de Culiacán, en la zona conocida como La Presita, con el fin de reunirse con unos abogados que “nunca llegaron”.


“Dice este muchacho que en la noche -estamos hablando de 12 horas- regresaron a la ciudad y llegaron a echar gasolina, pero resulta que la camioneta en el video viene del sur, no viene del norte”, destaca, por lo que tuvieron que haberse metido en sentido contrario o haber dado vuelta en un retorno que está a un kilómetro y cerca de otra gasolinería.


En ese sentido, considera que o bien es un dato falso aportado por Corrales o la Fiscalía de Sinaloa manipuló su declaración para no decir que en realidad la camioneta llegó a las 21:57 horas a la gasolinería proveniente de la ciudad.


Además, señala que la fiscalía no informó que Corrales declaró que “en realidad ellos se ubicaron en el Condado de San Francisco y que dos personas llegaron a recoger a Melesio Cuén”.


“Es decir, él se quedó solo en el campestre, si es que realmente estuvieron allí, y ya en la noche regresaron a Melesio Cuén a eso de las 21:30 y que cuando regresaron a la ciudad llegaron a echar gasolina. Yo pienso que Fausto está mintiendo en su declaración”, dijo, al tiempo que señaló que la fiscalía omitió mucha información en sus comunicaciones públicas.


Llamó la atención sobre de que en el video dado a conocer por la fiscalía, aparece la llegada de la camioneta a la gasolinería y apenas unos tres o cuatro segundos después llega la motocicleta con las dos personas, “uno se baja, se mete la mano en la cintura, abre la puerta” del vehículo y tres segundos después se escucha un ruido como si fuera el impacto producido por un disparo.


“Esto se puede relacionar con la actitud del despachador, con el cual nosotros hablamos y nos dijo que no había escuchado el disparo, incluso dijo que no había visto ninguna motocicleta y realmente sí la vio porque cuando esto ocurre él voltea a ver la moto”, narró Bojórquez.


El periodista llama la atención sobre que el video muestra que cuando se escucha lo que parece ser un disparo, el despachador “se pierde atrás de la bomba y entonces da dos pasos apresurados, como si se hubiera asustado y entonces la camioneta sale disparada, arranca la manguera y la moto se va en sentido contrario, por otro lado sale”.


Considera que “si se escucha solamente un disparo”, ello contradice la información que dio a conocer la fiscal Sara Bruna Quiñónez, quien reseñó que, de acuerdo con la necropsia, Cuén tenía cuatro impactos de bala, dos en una pierna y dos en la otra, dos con orificios de salida y dos sin ellos.


Según la fiscalía, también la necropsia señaló que el cuerpo de Cuén tenía “escoriaciones producidas por esquirlas”, lo que no coincidiría con disparos dentro de la camioneta, ya que las esquirlas se producen cuando una bala impacta sobre un objeto contundente como cemento o fierro.


En la carta cuya autoría se atribuye a Ismael El Mayo Zambada, se acusa que Melesio Cuén fue asesinado horas antes en el centro de eventos llamado Huertos del Pedregal -donde presuntamente fue emboscado el líder del Cártel de Sinaloa- y no baleado en la gasolinería la noche del 25 de julio “por dos hombres en motocicleta que querían robarle su camioneta”.


Huertos del Pedregal y Condado de San Francisco -donde supuestamente Corrales dejó a Cuén por la mañana- están separados por 11 kilómetros y en automóvil se puede llegar en 21 minutos.


El pasado lunes 12 de agosto, la fiscal sinaloense Sara Bruna Quiñónez informó que se había citado nuevamente a Fausto Corrales para que ampliara su declaración, toda vez que en la carta que se achaca a Zambada, el capo señala que cuando llegó a Huertos del Pedregal vio a Héctor Cuén “y a uno de sus ayudantes” y los saludó brevemente.


“Lo que a nosotros nos da la idea de que pudo ser el testigo de referencia y entonces no se quedó solo en Condado de San Francisco como él lo dijo inicialmente”, explicó la fiscal Quiñónez.


Por lo que el periodista Ismael Bojórquez considera que Fausto Corrales, hijo del exrector de la UAS, Antonio Corrales Burgueño, tiene “la clave” y sabe “la verdad” de lo que sucedió ese día con Cuén Ojeda.


Lo que no cuestiona Bojórquez es que Cuén estuviese a bordo de la camioneta, “vivo o muerto”, porque desde la gasolinería a la clínica que lo atendió se hacen 15 minutos y este dato es consistente con la hora en la que llegó a la clínica Cemsi Chapultepec.


Cuestiona por qué no lo llevó a la Clínica 36 del IMSS, ubicada en la colonia Infonavit Humaya, si estaba a cinco minutos de la gasolinería a esa hora.


Si la carta atribuida a El Mayo dice la verdad, Cuén Ojeda tendría 12 horas de muerto al momento de llegar a la clínica, lo que no coincide con la necropsia que terminó a la 1:26 de la madrugada y que estableció como hora de la muerte de dos a cuatro horas antes. El exrector fue declarado muerto a las 23:13 horas del 15 de julio y, según dijo la fiscal Quiñónez, la médica de urgencias que lo recibió en la clínica determinó que “llegó sin signos vitales y se intentó hacer reanimación, pero no respondió” por lo que para la fiscalía “pudo haber fallecido en el traslado”.