24 de Septiembre de 2024
Nacional

Ya se va el cleptócrata de Palacio Nacional


Foto: Blas Buendía .

*¡La autarquía del presidente! *Su administración fue desafortunada, infausta y articulada con canalladas subyugadoras y rastrera

Blas A. Buendía . | Ciudad de México | 24 Sep 2024

La definición de la kakistocracia está compuesta por una terminología exactamente repugnante, con ramificaciones plutocráticas comunistas con base a la oclocracia, la anaciclosis, la mobocracia, la anocracia, la talasocracia para finalizar con la gerontocracia, lo que viene a establecer que el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador —notoriamente envejecido en la curva de su sexenio, muy cuestionado por su presunta acción cleptócrata—, designó a funcionarios cuestionados por su deshonestidad.


Esos personajes, que por designio del Ejecutivo federal, se transformó junto con sus súbditos, como uno de los más ineptos, los más incompetentes, los menos calificados y los más cínicos, emanados del Movimiento de Regeneración Nacional que, para los críticos del sistema, solo se trató de la Degeneración que destrozó a toda la Nación.


De tal suerte, para la Academia de Derecho Penal del Colegio Nacional de Abogados Foro de México, manifiesta que en la decadencia de la desafortunada e infausta gobernanza del político tabasqueño, y su mal llamada Cuarta Transformación, complementa todos sus pensamientos ya escritos, que el Estado de Derecho acabará por imponerse a las decretales, ingeniosidades, ocurrencias, razonamientos y conceptos expuestos por ese mal dirigente de los destinos de nuestra República.


El liceo de referencia —destacó— no habrá de entrar en mayores consideraciones sobre el tema por no alargar de manera desproporcionada su pensar jurídico. Solo se limitará, pues, a apuntar vestigios al amparo de nuestro derecho nacional.


Recriminó que una de las principales características de quien actuó en estos últimos años como Primer Magistrado de la Nación, fue la aplicación de su manera de pensar y opinar en forma coercitiva, o, como diría elegantemente Néstor de Buen Lozano, su impositividad, consecuencia de su autarquía, que consistió en someter su voluntad independientemente de la voluntad del Derecho, de la ley y del Pacto Federal.


Si bien negó que la jurisprudencia sea parte de “una tiranía de la toga y el birrete”, cuya infamia lo expresara el legislador y “catedrático universitario” Ricardo Monreal Ávila, el Observatorio Jurídico de la citada Academia, detalló que el sentir de la abogacía independiente de la República, las leyes de México no son ni serán las adecuadas para efectuar canalladas.


“Sus preceptos en la absurda opinión de ese jefe Supremo de las Fuerzas Armadas, fueron susceptibles de ignorarse y violarse en vista de los otros datos que dijo manejar. Todo ello se deduce en los decretos y actos de gobierno que efectúo durante su mandato, con especial mención, a su Reforma Judicial”, apuntó.


Planteó que, en concepto de muchas togas de la República, la inclinación de diputados y senadores del Congreso de la Unión significó “el someterse a la voluntad y mandatos del Poder Ejecutivo Federal”, que para los politólogos entendidos, corrió la danza de los millones para “convencer” a diputados y senadores, reformar el Poder Judicial Federal.


Y continuó: Para esos excéntricos era obligatorio rendirse, esto es, subyugarse rastreramente a la voluntad presidencial y no cumplir en su caso lo mandatado por la Carta de Carranza.


Con razón hoy México afirma, que siendo las imposiciones del Poder Ejecutivo Federal las notas esenciales de su mal entendido derecho, al faltar a la letra de la ley, se impuso un desatinado derecho.


Ahora bien, el Estado de Derecho que por tradición se venía aplicando antes del neoliberalismo y de su cuarta transformación, a futuro deberá de ser aplicado a contrario sensu de esas imposiciones coactivas para desconocer a nuestro único Estado de Derecho; solo existe esa posibilidad para retomar el rumbo ascendente que merece la Nación.


Para conocimiento de ese cretino y necio gobernante —calificado con dedo flamígero como un potencial cleptócrata inspirado en un manual construido con espíritu comunista mezclado entre la cultura soviética y la alemana de Hitler—, hoy, que ya se va el cleptómano de Palacio, habrá que decirle que existen mandatos de jerarquía superiores a su pensamiento arcaico y, que a futuro próximo, sus “bandos reales” deberán de subordinarse a los mandatos de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, que es la base primordial del Estado de Derecho.


Para el tristemente célebre líder de la 4T, un agente político fracasado en completa degradación, mostró su verdadero rostro mesiánico, toda vez que el fratricida de Macuspana, no le guardó respeto alguno a la Constitución, ni a la justicia, ni a la dignidad, ni a la congruencia, ni a la decencia, ni a la diplomacia, porque nunca tuvo un ápice de amor por México.


En resumen, demolió a las instituciones republicanas, encaminó a sus huestes corruptas legislativas a mentir, robar y traicionar a la Nación, no sin antes, mandar al diablo todos los textos del derecho, cuando cínicamente sentenció: “A mí no me vengan con el cuento de que la ley es la ley”, frase que impactó de forma inmediata para que miles de inversionistas nacionales e internacionales, huyeran con sus capitales a otros polos de desarrollo.


Andrés Manuel López Obrador, al culminar su sexenio, deja a México totalmente incendiado, sin abrazos pero con muchos narco-balazos, dejando una estela de dolor y muerte, y que como propulsor del Obradorato, ya tiene ganado un lugar en el basurero de la historia.


“¡Es cuanto!”, puntualizó la Academia de Derecho Penal del Colegio Nacional de Abogados Foro de México, A.C, que preside el abogado Alberto Woolrich Ortiz.


 


Reportero Free Lance *


Premio México de Periodismo Ricardo Flores Magón-2021


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