21 de Noviembre de 2024
Nacional

4T, la otra caterva cleptocrática dictatorial


Foto: Blas Buendía .

•Su nomenklatura se identifica como Morena •Ni en el proceso electoral de 1988 se habría registrado un evento político de esa insana naturaleza, es decir, recurrir a las artimañas priistas del pasado, pues para millones, el Partido Revolucionarios Institucional estableció su Cuarta Transformación a través de los morenos •Las reformas al Poder Judicial, impulsadas consecutivamente por el segundo piso de la Cuarta Transformación, destruye el orden de equilibrios a nivel constitucional

Blas A. Buendía . | Ciudad de México | 10 Oct 2024

Claudia Sheinbaum llegó al poder mediante un descomunal fraude electoral, es el factor de duda que en los desayunaderos políticos traen de boca en boca millones de comensales, donde se advierte que la Nación seguirá cayendo en el abismo de inconstitucionalidad.
Nos guste o no nos guste —según politólogos—, México ya está en una crisis constitucional, porque el hecho que haya autoridades que manifiestan y digan, “no voy a acatar decisiones o suspensiones judiciales”, este tipo de dualidades nos pone ya en una crisis constitucional, con base a las reformas del Poder Judicial que trajo aparejado acciones de rechazo.
Porque en el momento en que las órdenes de los jueces no son sujetas a cumplimiento o de sanción a quien no lo cumple, eso destruye el orden de equilibrios a nivel constitucional y en consecuencia el país seguirá cayendo en una espiral de inseguridad, como ocurre en el estado de Sinaloa, donde el narcotráfico ya plantó un gobierno espurio frente al legítimo.
Ni en el proceso electoral de 1988 se habría registrado un evento político de esa insana naturaleza, es decir, recurrir a las artimañas priistas del pasado, pues para millones, el Partido Revolucionarios Institucional estableció su Cuarta Transformación inventando otra caterva cleptocrática con extraordinarios tintes dictatoriales y oscuros procedimientos, cuya nomenklatura se identifica como Morena.
Hoy se entiende sobre la certeza que el Estado mexicano tuvo que “contratar” a millones de migrantes para asegurar “la contundente victoria” que encumbró a Claudia Sheinbaum como Presidenta de México, con una abismal diferencia de 30 puntos.
No solo era ese propósito, sino aparentar en aras de la democracia, la izquierda oclócrata a través del fratricida de Macuspana Andrés Manuel López Obrador, desafiara traumas históricos exponenciales del poder ante la fragilidad de los mexicanos, quienes no han sabido votar cuando se le requiere y lograr la sustentabilidad del desarrollo.
Aunado a ello, seis años transcurrieron y pareciera que los connacionales no entendieron en primera instancia que “¡López Obrador sigue siendo un peligro para México”, toda vez, al dejar el poder, se alzó como todo un fenómeno al gozar de un 60% de aceptación popular. Algo inverosímil.
Quien considere equivocadamente todo lo contrario, la 4T se concibe como un movimiento que trató de romper, transformar y refundar el quehacer político mexicano, pues nunca se observó que haya desaparecido el “régimen neoliberal” causando violencia, corrupción, impunidad, privilegios y la desigualdad en el país, acciones que heredó el parido Morena de los regímenes priistas. Fue una falacia la de López Obrador, sobre sus acciones reformistas fallidas.
Ante la inseguridad que ni el mismo Estado ha podido vencer porque pareciera que las fuerzas militares constitucionales están rebasadas por donde se le quiera ver, Claudia Sheinbaum está en la mira del mundo.
De hecho, pese a todo, su investidura como presidenta de México ha sido reconocida por diversas instituciones y organismos internacionales, pero internamente está muy cuestionada.
México tiene un censo poblacional de 130 millones de mexicanos, de los cuales, 90 millones cuentan con su credencial de elector, que no ha todos satisfizo que Sheinbaum se convirtiera en la primera mujer como presidenta de un país donde campea a todas horas la vacilación en seguridad.
La transparencia y la integridad de los procesos electorales, se hace hincapié, son fundamentales en cualquier democracia.
En México, el Instituto Nacional Electoral (INE) es el encargado de garantizar la limpieza y equidad de los comicios, cuyas reformas permitieron la consumación de un fraude electoral descarado. Ante este paradigma, sin embargo, Claudia Sheinbaum enfrentará durante los próximo seis años un desafío monumental en términos de seguridad.
Aunque la propia Claudia asegura haber heredado la reducción a la mitad sobre las tasas de homicidios en la capital, hay preocupaciones sobre la manipulación de cifras, especialmente en casos de muertes no clasificadas y feminicidios. Esto ha generado escepticismo sobre la efectividad de sus políticas de seguridad.
La inseguridad en México es un problema complejo y multifacético que ha estado presente durante décadas, por no decir, de toda la vida.
La incapacidad del Estado para abordarlo ha generado críticas y preocupaciones sobre la capacidad de las fuerzas militares constitucionales para hacer frente a situaciones difíciles que tienen que ver con el fenómeno del narcotráfico.
Los desafíos de seguridad en México se encuadran en la violencia y crimen organizado, ya que la presencia de cárteles y grupos criminales ha generado una cultura de violencia y miedo en infinidad de regiones, particularmente Culiacán, que se ha convertido en tierra de nadie, que paulatinamente se está transformando —además— en un estado fantasma.
Los fenómenos de la corrupción dentro de las instituciones gubernamentales y la impunidad, han contribuido a la persistencia de la inseguridad, debido a una falta de coordinación entre las diferentes agencias y niveles de gobierno que paradójicamente han obstaculizado los esfuerzos para abordar esta perplejidad.
En este contexto, cabe insistir, Claudia Sheinbaum enfrenta una gran presión para abordar la inseguridad y restaurar la confianza en las instituciones. Su hasta ahora incapacidad para hacer frente a estos desafíos que heredó, será crucial para su legado como presidenta, pero mientras tenga la sombra del caudillo tabasqueño, se verá impedida en superar estos escollos.
De tal manera que la presidenta Claudia enfrentará una gran presión para “convencer” al que llamaron #NarcoPresidenteAMLO, quien peligrosamente tiene vinculaciones con altos mandos del narcotráfico —se abonan testimonios fotográficos—, según la apreciación del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, sigla en inglés) de la Unión Americana, cuya instancia republicana es la que protege a la nación contra ataques terroristas con la coordinación de sofisticados cuerpos de defensa de esa nación.
A diferencia de ello, el hecho que Sheinbaum esté decidida en construir el segundo piso de la Cuarta Transformación en la restauración de la paz social, es interpretativo ya que la narco-inseguridad mantendrá su conspiración hacia los caminos de sangre y muerte, siempre y cuando el rayito de la esperanza, se lo permita.
Pero en materia política, el pueblo es el que manda con la frase “¡no es no!”


 


 


 


Reportero Free Lance*
Premio México de Periodismo Ricardo Flores Magón-2021
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