21 de Noviembre de 2024
Nacional

Topes, baches y socavones, dañan imagen de la CDMX


Foto: Blas Buendía .

*El magistrado civilista Élfego Bautista Pardo, presenta en su espacio Así es el Derecho, la problemática que sufren a diario millones de conductores automotores, cuando caen en uno de esos tantos agujeros

Blas A. Buendía . | Ciudad de México | 16 Oct 2024

Los topes viales en la Ciudad de México (CDMX) son un tema controvertido. Aunque su objetivo es reducir la velocidad y mejorar la seguridad vial, muchos consideran que hay un exceso de ellos. Algunas posibles razones para este exceso son: la falta de diseño urbano integral, corrupción y clientelismo, falta de mantenimiento de la infraestructura vial y la priorización de intereses particulares.
Además, se suma el desconocimiento de las necesidades reales, el sobrecumplimiento de normas, por lo que es importante que las autoridades del gobierno central y sus 16 alcaldías, reconsideren la estrategia de seguridad vial y prioricen soluciones más efectivas y menos invasivas porque la sociedad ha vivido molesta por la Omisión de Estado en que se halla su ciudad.
Si bien miles de topes, millones de baches y hoyancos, sobresaliendo los socavones que se han originado por las torrenciales lluvias convertidas en huracanes y que últimamente han azotado no solo a la capital de la República, sino también al interior de la nación, toda esta problemática ha dañado la imagen de la Ciudad de México.
El magistrado civilista Élfego Bautista Pardo, en su entrega Así es el Derecho, presentó un análisis sobre este tema en particular, bajo el nombre de Excesivos “topes” en la CDMX.
Como sabemos, apunta, “tope” es la protuberancia transversal hecha en el arroyo para que los conductores moderen la velocidad de sus vehículos en zonas específicas que así lo requieren; pero los hay en exceso y dificultan el tránsito.
Por ley se colocan en calles, avenidas, bulevares y cruceros de ferrocarril, frente a escuelas, hospitales o áreas recreativas, o bien para que hagan alto total en sitios de cruce de peatones; pero hay quienes cometen la infracción de ponerlos donde quieren.
De acuerdo con el INEGI, en 2023 circulaban en la Ciudad de México, una de las urbes más habitadas del mundo, seis millones 471 mil 738 vehículos, entre particulares, de servicio público y de carga.
La multitud de topes y vehículos, a la que se suma la mala traza urbana, ocasiona los “embotellamientos”, o sean las aglomeraciones de unidades en calles, avenidas y bulevares a cualquiera hora del día; a ellos contribuye gran cantidad de baches debida principalmente a la falta de mantenimiento a las vialidades en toda la ciudad. Y no es raro hallar topes con baches anexos, mal diseñados por la altura de cada uno de ellos que rozan las partes inferiores de las carrocerías de cada unidad.
De acuerdo con el artículo 58 del Reglamento Interior de la Administración Pública del Distrito Federal, hoy Ciudad de México, a la Dirección General de Servicios Urbanos corresponde, entre otras funciones, establecer los criterios y normas técnicas para la conservación y mantenimiento vial, alumbrado público y de todos aquellos elementos que determinan la funcionalidad e imagen urbana de las vialidades que conforman la red vial primaria, vías rápidas y ejes viales, dar mantenimiento preventivo y repavimentar, en su caso, al arroyo en la red vial primaria, en el que hay ese perjudicial exceso de topes.
Se deben suprimir los colocados arbitrariamente y dejarlos o construirlos donde realmente se requiera; se hacen generalmente de asfalto y deben tener dos metros de ancho en vías primarias y uno en vías locales o secundarias, y ocho centímetros de altura.
Sucede que muchos ciudadanos colocan topes frente a sus viviendas o sus extremos también para que los vehículos pasen a menor velocidad y evitar accidentes; más son contraproducentes, pues constituyen más riesgo de que los haya que prevenirlos, y más infición atmosférica.
Otro problema es que cuando los topes no están señalizados adecuadamente, o no hay suficiente iluminación en las calles, los conductores no los ven oportunamente y pueden sufrir daños físicos ellos y materiales en sus unidades.
Según las estadísticas, en el 2022 había en México alrededor de 30 mil topes, de los cuales 2,316 no tenían las especificaciones de ley, eran improvisados y propiciaban percances, además, dañaban al medio ambiente, pues reanudar la marcha o acelerarla implica mayor gasto de gasolina y, por ende, generación adicional de dióxido de carbono. En muchos puntos de la ciudad la reducción de velocidad a que obligan provoca caos vial.
En las áreas encargadas de los Centros de Servicio y Atención Ciudadana de las 16 alcaldías y a LOCATEL se puede solicitar la instalación, mantenimiento y/o remoción de topes, lo que es responsabilidad del Gobierno de la CDMX y las alcaldías, previa opinión técnica.
Las vialidades requieren buenas condiciones y los elementos de reducción de velocidad necesarios y suficientes para hacer más ágil el tránsito vehicular, y así evitar accidentes y aumento de emisiones de gases contaminantes, puntualizó el jurisconsulto.
El magistrado Élfego Bautista Pardo es Titular de la Tercera Ponencia de la Quinta Sala Civil del Poder Judicial de la Ciudad de México, el cual encabeza el penalista Rafael Guerra Álvarez.


Desorden en la capital
En el campo de investigación periodística, entre otras características se suman la falta de diseño urbano integral, toda vez que la CDMX ha crecido de manera desordenada, lo que ha llevado a la implementación de topes como solución rápida para problemas de tráfico y seguridad.
Algunos críticos argumentan que la instalación de topes es una forma de generar ingresos para empresas contratadas por el gobierno o para beneficiar a intereses políticos, pero también han sido trampas para la delincuencia organizada que operan a cualquier hora del día, incrementándose la inseguridad de la capital.
La falta de mantenimiento de la infraestructura vial es elocuente. En lugar de reparar o mejorar las calles, se instalan topes para reducir la velocidad.
Priorización de intereses particulares: Los topes pueden ser instalados para proteger intereses particulares, como negocios o residencias, en detrimento de la fluidez del tráfico.
Desconocimiento de las necesidades reales: La instalación de topes puede no estar basada en estudios de tráfico o seguridad, sino en decisiones arbitrarias.
Sobrecumplimiento de normas: La CDMX puede estar aplicando normas de seguridad vial de manera excesiva, lo que lleva a la instalación de más topes de los necesarios.
Es importante que las autoridades reconsideren la estrategia de seguridad vial y prioricen soluciones más efectivas y menos invasivas con la mejora de la infraestructura vial; diseño de calles más seguras; educación vial, y tecnología de tráfico inteligente.
De todo este esquema de problemas de la ciudad, ¿qué opina usted amable lector sobre los topes viales en la CDMX? ¿Cree que hay alternativas más efectivas de solución que mejoren la imagen nacional e internacionalmente de la Ciudad de México?
Lo cierto que los automovilistas se quedan con un coraje que se les transmite hasta la médula cuando al circular principalmente por la histórica avenida de Paseo de la Reforma caen en algún bache, por ejemplo, se les daña la suspensión de sus automotores, la ponchadura de un neumático, o la falla ocasionada en sus motores.


¡Que pague la reparación del daño el GCDMX!
Es importante recordar que, en caso de haber caído en el bache por manejar a exceso de velocidad, bajo la influencia del alcohol, por imprudencia o alguna otra circunstancia ilegal en el reglamento de tránsito, este trámite no procederá y no podrás recibir el pago.
Un sinfín de calles y avenidas en la Ciudad de México están llenas de baches y hoyos que pueden llegar a dañar los automóviles, ocasionando gastos imprevistos para los conductores. Por esta razón, debes de saber que si caíste en un bache y la cobertura de tu seguro no cubre este tipo de percances, puedes reclamar una indemnización al gobierno de la CDMX.
Lo anterior se debe a que es responsabilidad del gobierno mantener las calles seguras para el tránsito vehicular, libres de baches y coladeras en mal estado, por lo que si tus llantas o rines se averían al caer en un bache, el gobierno de la CDMX ofrece una indemnización por el daño causado a tu vehículo. Esto aplica para automóviles, motocicletas y bicicletas.
Los daños que debe cubrir el gobierno no solo son por caer en baches, sino también si caes en una coladera, rejilla, socavón que no haya sido señalado por las autoridades de la ciudad, el gobierno debe pagar los daños.
A continuación, te compartimos los pasos que deberás seguir para que el gobierno capitalino te pague los daños causados a tu automóvil por baches en la CDMX.
En primera instancia debes hablar a Locatel (5556581111) y dar tus datos personales, teléfono y la ubicación exacta donde ocurrió el percance.
Si tu vehículo tiene seguro y este cubre los daños ocasionados por el bache, el gobierno puede reponerte el pago de deducible que tú realices. Para esto, tu aseguradora debe emitirte un voucher con la cotización por la reparación de los daños. Este comprobante debes entregarlo a las autoridades de la CDMX para que cubran el gasto.
Si tu seguro no cubre los daños, el daño no sobrepasa el deducible, o de plano tu vehículo no está asegurado, en Locatel pueden comunicarte con la aseguradora de la CDMX para que envíen un ajustador. Este agente realizará el peritaje de los daños ocasionados por el bache y te dará el procedimiento de reclamo, papel con el que tienes que ir a un taller autorizado para que te hagan un presupuesto de reparación.
El ajustador de la aseguradora de la CDMX también te indicará la dependencia a la cual debes acudir para entregar los siguientes documentos:
Copia de la tarjeta de circulación
Licencia de conducir
Comprobante de domicilio
Factura del vehículo
Identificación oficial
Cotización de reparación de daños emitida por un taller autorizado
Te recomendamos sacar fotos de los daños que sufrió tu vehículo, del bache y de los alrededores para ubicar bien la zona del incidente. Este tipo de tramitología burocrática tarda por resolver en un lapso de diez días.


 


 


 


Reportero Free Lance*
Premio México de Periodismo Ricardo Flores Magón-2021
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