03 de Marzo de 2025
Nacional

Desarrollan paneles para la construcción hechos con sargazo

Sargazo.
Foto: unam global .

*Investigadores de la UNAM atribuyen al sargapanel, fabricado a partir de la macroalga, una alta resistencia a la flexión, al fuego y como aislante térmico

unam global . | Ciudad de México | 03 Mar 2025







 



Entre mayo y agosto de cada año, el sargazo invade las playas del Caribe y amenaza tanto a la vida marina como al turismo y comercio local. En 2023, de acuerdo con la NASA, 13 millones de toneladas de esta macroalga flotaban en el llamado Gran Cinturón de Sargazo del Atlántico (zona que abarca de África Occidental al Golfo de México, a través del Atlántico medio) y parte tomó rumbo al Caribe. En 2024, tan sólo en Quintana Roo, se recolectaron cerca de 37 mil toneladas en aguas someras y litorales. 


Incremento exponencial del fenómeno


En 2011 comenzó a observarse un incremento exponencial del fenómeno y, desde entonces, se han buscado estrategias para aprovecharlo a fin de aminorar sus efectos nocivos, pero estos esfuerzos han resultado, hasta el momento, insuficientes.


“La desventaja es que se ha trabajado en pequeñas dimensiones, a nivel laboratorio. Nosotros queríamos hacerlo a gran escala”, explicó Miriam Estévez González, del Centro de Física Aplicada y Tecnología Avanzada (CFATA) de la UNAM, campus Juriquilla.


Alternativa eficiente y sustentable



Con esa óptica, y con más de diez años de experiencia en proyectos relacionados con el sargazo, un equipo de investigadores, académicos y estudiantes, liderados por Estévez González, desarrollaron un panel de construcción con base en dicha macroalga marina, el cual es una alternativa eficiente y sostenible. Se trata del Sargapanel, que se fabrica con yeso y unos cinco kilogramos de sargazo seco por unidad, lo cual equivale a 50 o 60 kilogramos de sargazo húmedo, “una cantidad masiva importante”.


Además de abordar un problema ambiental, esta iniciativa promueve la economía circular mediante el uso de materiales no tóxicos y reciclables. Entre las características de dicho producto destacan su alta resistencia a la flexión, que retarda el fuego y su aislamiento térmico, lo cual favorece el confort y reduce la huella de carbono, explicó Rodrigo Alonso Esparza Muñoz, investigador e integrante de este equipo universitario.



Cada unidad se fabrica con cinco kilogramos del alga seca, equivalente a 50 o 60 kilogramos del material orgánico húmedo, lo cual ayuda a enfrentar una grave problemática ambiental”


Miriam Estévez González



Tecnología universitaria


En la fabricación de los paneles participan otras instancias de la UNAM. El proceso inicia en altamar, donde integrantes del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología (ICCyL) recolectan el alga para luego someterla a un tratamiento de secado, ya sea en dicha entidad o en el Instituto de Energías Renovables campus Morelos, ubicado en Temixco. “Ahí el sargazo es llevado a los secadores solares, se procesa y nos lo envían seco, embolsado y listo para utilizarlo”, explicó la doctora Estévez.



Luego, en las instalaciones del CFATA, campus Juriquilla, continúa el proceso, donde se eliminan impurezas de la materia prima, como sales, arena o plásticos, refirió José Luis López Miranda, investigador posdoctorante del Centro de Física Aplicada y Tecnología Avanzada.


Cuando ya está limpio, es molido, triturado y tamizado para obtener un polvo que, en conjunto con fibras orgánicas y otros componentes, da lugar a la pulpa con la que se fabrica la cubierta flexible del Sargapanel, el cual contiene hasta un 70 % de alga, detalló el investigador posdoctorante Fabián Mares Briones, quien también forma parte de este proyecto.


Opción ecológica


Dicha cubierta flexible es colocada en ambas caras del núcleo, el cual está hecho de sargazo y yeso. Estos paneles se pueden utilizar como cualquier opción tradicional en muros, plafones y permite instalaciones eléctricas e hidráulicas. Es tal su resistencia que no requiere el uso de taquetes para soportar cargas de hasta 10 kilogramos. El sargapanel ya se instaló en una casa en Querétaro y demostró su eficiencia.


Una ventaja de usar papeles de sargazo en vez de papel tradicional es que se aminora así la deforestación y en su manufactura se ahorra un 60 % de agua y 40 % de energía. “Además, al evitar la descomposición del sargazo en playas, se impide el desprendimiento de CO2, lo cual ayuda a la generación de bonos de carbono, agregó Marlén González Reyna, investigadora posdoctorante del CFATA.


El objetivo es su comercialización



Y si bien esta iniciativa es artesanal, su tecnología se adecúa a las líneas convencionales de producción y sólo necesita adaptaciones sencillas. “Es un desarrollo a nivel laboratorio apegado a las Normas ASTM (Sociedad Americana de Pruebas y Materiales, por sus siglas en inglés) establecidas en cuanto medidas, peso y características de los productos existentes en el mercado, refirió Ángel Luis Rodríguez Morales, también académico del CFATA y parte del equipo desarrollador del Sargapanel.


Con este proyecto, el grupo del Centro de Física Aplicada y Tecnología Avanzada participó en el Primer Reto Nacional de Sostenibilidad BBVA 2023 Juntos por el Caribe Mexicano y, en noviembre de 2024, fue una de las propuestas ganadoras del concurso lanzado por el Consorcio UNAM-TEC –integrado por la UNAM, a través de la Coordinación de Vinculación y Transferencia Tecnológica (CVTT), y el Tecnológico de Monterrey–, en colaboración con BBVA México.


En un año, este grupo de investigación desarrolló una iniciativa que responde a una grave problemática ambiental y a la cual planean darle continuidad. Ya hay una compañía interesada en adquirir esta tecnología.


“Queremos que las empresas conozcan nuestro producto para que esto no quede en el papel. Ya somos competitivos, pero una vez que el panel salga al mercado, será una muy buena opción”, finalizó Rodrigo Esparza.