Del tema de violencia ninguno de los 60 municipios de Tlaxcala está exento, pero en el mapa de aparición de osamentas y abandono de cuerpos víctimas de violencia ni la capital del estado se salva.
San Pablo del Monte se ha convertido en uno de los municipios con más hallazgos de cuerpos abandonados con huellas de tortura y la aparición de osamentas.
A pesar de que en ese municipio, las autoridades estatales de Tlaxcala han asegurado mantienen un operativo fronterizo, ya que este municipio colinda con el estado de Puebla, los resultados han sido nulos, pues siguen apareciendo cuerpos desmembrados, calcinados y ejecutados.
Hace algunos meses la alcaldesa Anal Lucia Arce denuncio en una reunión que miembros de su cabildo estaban relacionados con organizaciones criminales. Sin embargo, hasta el día de hoy no ha presentado una denuncia formal ante las autoridades competentes.
En el caso del municipio de Tenancingo que es considerado como la cuna de la trata de personas, un delito que por décadas ha sido el modus vivendi de muchas familias, se han encontrado restos humanos de mujeres con reporte de desaparición, sus barrancas han sido cementerios clandestinos donde solo se han recuperado osamentas o fragmentos de huesos humanos en su mayoría de mujeres.
Ixtacuixtla y Tlaxco son dos municipios que se ubican al norte de Tlaxcala, en el primero la violencia se ha disparado, el negocio ilegal del huachicol en la zona ha aumentado la violencia y en consecuencia el número de restos humanos y cuerpos ejecutados en la zona.
Huamantla y Calpulalpan son los otros dos municipios que también forman parte de este mapa de cementerios clandestinos, pues en ambos se han encontrado restos humanos y personas ejecutadas.
