Morena, con sombra de la delincuencia

26 Mar 2025 / *Polo Deschamps, títere de Rocío Nahle *Víctor Apolinar de “pollero” a aspirante

Entre intentos de nepotismo, “chapulineos” y presuntos delincuentes, Morena ansía abrazar las 212 alcaldías con que cuenta el estado de Veracruz.

La ruta, la caminata, el meneo aparenta fácil… pero no lo es.

Más aún y cuando el máximo líder, tótem, “deidad”, ya no es la figura presencial principal en el gobierno, aunque sus valencianas tienen un zurcido fuerte del que se cuelga toda la ola guinda para chantajear electoralmente.

Mire usted.

Desde el 6 de enero, cuando el partido Morena, en el que aún manda, pone y dispone a su antojo Andrés Manuel López Obrador -quien me quiera desmentir que lo haga públicamente-, abrió el registro de aspirantes a alcaldes, se registraron más de 5 mil 100 aspirantes.

Fue una acción grotesca. Todos fijaron su vista en la marca, desde la cual creen que les garantiza el triunfo.

Como en los mejores tiempos del PRI, cuando socarronamente palpitaba con atino el adagio aquel que apostaba a que hasta con una vaca se ganaba.

Y, en efecto, no había error: así era.

Ahora, con Morena, a eso le apuestan.

Por eso, una horda de querendones saltó inmediato para ver si se quedaba con una candidatura. No todos llegaron.

La dichosa encuesta, no fue tal.

Engañaron a uno que otro suspirante y, por eso, el proceso se ha complicado tanto que aún no han salido todas las candidaturas.

Por eso, en algunos casos se paró de tajo al nepotismo que amenazaba colarse, pero se dejó manga ancha a los “chapulines” y a presuntos delincuentes.

Me explico.

Quien obligadamente evitó el nepotismo fue Juan Javier Gómez Cazarín, que sacrificó a su hermano, Alberto, pero negoció candidaturas para seguir amazando poder.

Aunque no fue un sacrificio por cuenta propia, noooo, de no ser por el senador Manuel Huerta, hoy Albertito fuera candidato porque gritó a los cuatro vientos que se había inscrito para serlo.

Este es el caso más visible y hubiera sido el más descarado: Alberto Gómez Cazarín, heredando la alcaldía que dejaría su padre Juan Gómez Martínez.

Entre los “chapulines”, es decir, que no tienen lealtad política, que son traicioneros políticos, sinvergüenzas y descarados, el caso más patético es Hipólito Deschamps Espino Barros que del PAN pasó a Movimiento Ciudadano, donde sirvió de jerga a Morena, y finalmente por órdenes de Rocío Nahle es candidato a la alcaldía de Alvarado con amplias posibilidades de ganar.

Igor Rojí, actual diputado local por el PVEM pero exalcalde de Orizaba por el PRI, tres ex alcaldes del PRD, que hoy abanderan a morena: Ramiro Páez Muñoz por Mariano Escobedo, Salvador Montalvo en Ixhuatlancillo y Serafín González Saavedra en Coscomatepec,

Para el caso de los presuntos delincuentes, hay quienes aspiran ser alcaldes pero su parecido con el Cometa Halley es intenso: la larga cola los evidencia.

Por ejemplo, Reveriano Pérez Vega, detenido y acusado por homicidio en el estado de Puebla, dentro del proceso penal 235/2022, quien aspira a ser alcalde de Coxquihui.

Presunto líder de la banda de “Los Pelones”, ya fue alcalde de ese municipio en los periodos 2008-2010 y 2014-2016. También ha repetido en la cárcel: fue arrestado siete días el 10 de mayo de 2019, pero había sido buscado por el gobierno de Miguel Ángel Yunes Linares, al ofrecer una recompensa de un millón de pesos al ser considerado como líder de Los Pelones, estructura criminal dedicada al huachicol, tráfico de drogas y armas, así como secuestros, extorsiones y ejecuciones.

Otro caso patético y descarado de un presunto delincuente es Víctor Apolinar Barrios, a quien asestaron el mote de “Pollero”, por estar ligado a la trata de migrantes hacia Estados Unidos y hoy busca la alcaldía de Tlapacoyan por Morena. Allá Nahle si lo acepta.

Éste, también “chapulín”, ya fue aspirante a la alcaldía de Tlapacoyan por el PRI en 2013 y al no recibir la candidatura pasó a Movimiento Ciudadano.

Como alcalde por MC, los tlapacoyenses lo repudiaron por regresar al tricolor para apoyar la candidatura de Pepe Yunes al gobierno de Veracruz.

Víctor Apolinar Barrios fue alcalde durante 2014-2017, episodio marcado con el sello de los secuestros, cobros de piso y extorsiones de forma aterradora. En aquel tiempo, los ciudadanos huyeron del pueblo y protestaron para exigir paz y seguridad.

Al concluir la alcaldía, en 2017, buscó la diputación local pero sus pésimos resultados le sirvieron de soga en el cuello y fracasó.

Ambicioso, como es, se unió a Fuerza por México en 2021 para seguir en la ubre pero el dirigente, Tato Vega, le aplicó la estrategia de equidad de género y volvió a fracasar.

El Pollero tuvo que salir de FxM pero Gonzalo Guízar Valladares lo cobijó en el extinto PES, donde vuelve a morder el polvo contra Morena, pero logró una regiduría.

En noviembre de 2023, hizo que el regidor abandonara la playera del PES, en un acto público, y se colocó la camisa del Partido Verde.

Un año después, en 2024, Apolinar Barrios, ya enfundado en la “chaqueta” morenista logra dar la pírrica suma de mil 532 votos a Rocío Nahle, en Tlapacoyan.