06 de Mayo de 2025
Cultural

Una voz que no se apaga con el pasar del tiempo…


Ciudad de México : /
Ciudad de México : /

Analizar los documentos personales de Rosario Castellanos pone a la luz del reflector muchos lugares con sombra de su vida y obra

Cultura UNAM . | Ciudad de México | 06 May 2025








La escritura manuscrita de Rosario Castellanos se parece mucho a la letra procesal casi encadenada del siglo XVI, así lo cuenta la doctora en Literatura Hispánica, Laurette Godinas, investigadora del Instituto de Investigaciones Bibliográficas (IIB) de la UNAM.


Ella estaba presente cuando en enero de este año se abrieron las dos cajas grandes que Gabriel Guerra compartió como el archivo personal de su madre.


Estaban también Julia Santibáñez, titular de la Dirección de Literatura y Fomento a la Lectura, y Sara Uribe, de la Cátedra Extraordinaria Rosario Castellanos de Literatura y Géneros, así como Guillermo Chávez y Felipe Santa Rita, de la Dirección de Publicaciones y Fomento Editorial; además de Eduardo Vázquez y Carmen Tostado, del Colegio de San Ildefonso.


Descubrir el contenido de esas cajas fue “una emoción importantísima para los conocedores de Rosario”, expresó Godinas, mientras que las fotografías, documentos y artículos personales ponían con una luz de reflector muchos lugares con sombra de la vida y la obra de Castellanos.


A 100 años del nacimiento de la autora de Balún Canán, que se cumplen el próximo 25 de mayo, sus pertenencias se convierten en la narrativa de la exposición Un cielo sin fronteras. Rosario Castellanos: archivo inédito, en el Colegio de San Ildefonso.


El trabajo interinstitucional realizado con el material abarcó desde la curaduría hasta la catalogación y digitalización de todo el archivo, con fines de preservación, divulgación e investigación. Participaron en el proceso la Dirección General de Publicaciones y Fomento Editorial, el Instituto de Investigaciones Bibliográficas, la Biblioteca Nacional de México (BNM) y el Archivo General de Chiapas.


El trabajo conjunto ha representado hacer palpable “cuánto puede hacer la Biblioteca Nacional de México para la conservación de los archivos personales de escritores”, explicó Laurette Godinas.


Para la exposición Un cielo sin fronteras, la BNM mandó todas las primeras ediciones de Rosario Castellanos, un total de 18 ejemplares. El primero, Auto de la triple porfía, de 1949, y el último, Mujer que sabe latín, de 1973.


Las ediciones llegaron a la Biblioteca por depósitos legales, pero también por donación de colecciones. Entre los ejemplares se pueden encontrar curiosidades como Les étoiles d’herbe, la edición francesa de Balún Canán traducida como: Las estrellas de hierba.


Desde la filología, segunda piel de la investigadora, indagar desde la génesis textual y encontrar la variación en los textos, “es la única manera que tienes de aproximarte a cómo debió de salir de la pluma del autor”, aseguró al hacer referencia a los descubrimientos que marcan una evolución en las letras de la autora.


Por ejemplo, “la creación de Balún Canán no se hizo monolíticamente, sino que fue sensible a lecturas, consejos y a potenciar ciertos elementos para convertirlos en una narración mucho más cerrada”, y contó que entre el primer mecanograma de la novela, entregado a su amiga Dolores Castro, y la segunda versión, el destino de una importante llave cambia de lugar y dota de un sentido simbólico cualitativamente relevante.


De aquellas cajas que proporcionó para la exposición Gabriel Guerra Castellanos, salieron una libreta de cuentas y el manuscrito a mano de Rito de iniciación, el cual actualmente es analizado por la investigadora.


Rito de iniciación fue entregado y retirado a la editorial Siglo XXI en 1969 porque Rosario juzgó la novela como no digna de publicarse, “aparentemente por comentarios de Carlos Monsiváis y de José Emilio Pacheco”, relató Godinas. Finalmente fue publicado por Alfaguara en 1997.


Hay muy poco material manuscrito conservado de la autora, y aquella libreta escrita a mano con bolígrafo azul, con su letra característica, tiene una historia para contar: es una versión anterior al famoso mecanograma descrito por Eduardo Mejía en su edición de Rito de iniciación.


A la carpeta azul que contiene el texto mecanografiado de la novela le faltan las páginas del capítulo Álbum de familia, que es justamente el cuento homónimo publicado en Álbum de familia (1971).


La temática de Rito de iniciación es urbana, a diferencia de otros materiales de la autora, y expone “ese interés por la complejidad de la psicología femenina”, describió Godinas.


Rosario Castellanos siempre ha tenido una voz que no se apaga con el pasar del tiempo, por el contrario, cobra relevancia en cada oportunidad porque su mundo es una forma perpetua de asombro.