08 de Febrero de 2025
Internacional

Primeros sondeos dan victoria a Hollande sobre Sarkozy; participan 70%

La mayoría de colegios electorales cerró a las 18:00 horas locales, (16:00 GMT). Solamente en París y en algunas otras ciudades muy pobladas como Burdeos, Lille, Lyon o Marsella permanecerán abiertos dos horas más.
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Según reportes, venció en primera vuelta con entre 28 y 29% de votos contra 25 a 26 al actual presidente

Agencias . | París, Francia | 22 Abr 2012

El candidato socialista François Hollande encabeza la primera vuelta de la elección presidencial francesa, con entre 28.4 y 29.3 por ciento de los votos, por delante del mandatario saliente Nicolas Sarkozy (25.5 a 27 por ciento), al que disputará la segunda vuelta el 6 de mayo, según estimaciones de institutos de sondeos difundidas a las 20:00 (18:00 GMT).

La ultraderechista Marine Le Pen obtiene entre el 18.2 y el 20 por ciento de los votos, según las estimaciones de los institutos. El candidato de la izquierda radical Jean-Luc Mélenchon sería cuarto (10.8 a 11.7 por ciento) y el centrista François Bayrou quinto con entre 8.5 y 9.1 por ciento.


A una hora del cierre de las oficinas de voto la participación en la primera vuelta de las elecciones presidenciales francesas superó el 70 por ciento del electorado, informó este domingo el Ministerio del Interior.

Se trata de una participación menor que en la primera ronda de las elecciones presidenciales anteriores, celebradas en 2002, pero "elevada" y "superior" a los comicios de este tipo en 1981, 1988 y 1995, resaltaron analistas políticos galos.

La mayoría de colegios electorales cerró a las 18:00 horas locales, (16:00 GMT). Solamente en París y en algunas otras ciudades muy pobladas como Burdeos, Lille, Lyon o Marsella permanecerán abiertos dos horas más.

Los expertos consideran que la participación será un elemento clave en los actuales comicios en los que el candidato socialista Francois Hollande parte como favorito frente al presidente Nicolas Sarkozy, que aspira a ser reelegido.

La tasa de participación, al mediodía, era inferior a la de 2007 (83.77 por ciento), pero netamente superior a la de 2002, según las cifras comunicadas por el ministerio del Interior, que daba cuenta de una asistencia de 28.3 por ciento contra 31.2 por ciento hace cinco años y 21.4 por ciento en 2002.

Nicolas Sarkozy, que aspira a un segundo mandato de cinco años, votó en el selecto XVI distrito de París en compañía de su esposa Carla Bruni, mientras que Hollande cumplió con su deber electoral en la ciudad de Tulle, centro de Francia, junto a su compañera Valérie Trierweiler.

Sarkozy se retiró del centro de votación sin hacer declaraciones, mientras que Hollande dijo que estaba "atento y movilizado".

El candidato de la izquierda radical, Jean-Luc Melenchon, revelación de la campaña, votó en París, y la candidata de extrema derecha Marine Le Pen, que aspira al tercer lugar detrás de Hollande y Sarkozy, lo hizo en su feudo de Henin-Beaumont, norte de Francia.

Por su parte, el candidato centrista François Bayrou votó en la ciudad de Pau, sudoeste de Francia, en su región natal.

En total unos 44.5 millones de electores están convocados a las urnas para elegir entre 10 candidatos a los dos que deben disputar la segunda vuelta, ya que no se espera que ninguno obtenga más del 50 por ciento de los votos para ser elegido en la primera.

Los electores de ultramar y los franceses residentes en el continente americano comenzaron a votar el sábado.

El ganador de la segunda vuelta presidirá durante cinco años una de las principales potencias mundiales, miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU, con un poder personal casi sin equivalencia en el mundo democrático.

Hollande, a quien los sondeos predicen una neta victoria en la segunda vuelta, con 55 por ciento de los votos, podría convertirse en el primer presidente de izquierda desde François Mitterrand (1981-1995).

Sin embargo, en la primera vuelta, los últimos sondeos publicados el viernes otorgaban a Hollande una leve ventaja sobre Sarkozy, con 28 por ciento y 26 por ciento de intenciones de voto respectivamente.

La candidata del Frente Nacional, Marine Le Pen, con un máximo de 17 por ciento de preferencias, y el candidato de izquierda radical, Melenchon, con un promedio de 15 por ciento, se disputan duramente el tercer lugar en la primera vuelta.

Sin embargo, los sondeos alertan de las consecuencias de una fuerte abstención, que podría ser del 25 por ciento, y que podría dar lugar a sorpresas.

La crisis económica -pautada por la explosión de los déficits, un desempleo de 10 por ciento -proyectó su sombra sobre la campaña, obligando a los candidatos a abordar los temas de la desindustrialización, el proteccionismo europeo y el retorno al equilibrio de las cuentas.

Hollande, fortalecido por la victoria en las primarias socialistas en 2011, llevó adelante su campaña metódicamente aunque sin suscitar gran entusiasmo, exponiendo en forma constante sus prioridades con relación al empleo de los jóvenes, el estímulo del crecimiento económico y el retorno al equilibrio presupuestario en 2017.

El ex secretario del Partido Socialista de 1997 a 2008 logró convertir la elección en un referéndum contra el quinquenato del "hiperpresidente" Sarkozy, que aspira a un segundo mandato de cinco años.

Nicolas Sarkozy, que batió récords de impopularidad presidencial, intentó zafarse de su balance económico y social y de su imagen de "presidente de los ricos" desarrollando una campaña muy de derecha, agresiva, basada en la seguridad y la inmigración.

Después de las matanzas de Toulouse y Montauban, donde un islamista mató en marzo a tres militares y cuatro judíos, Sarkozy registró un avance en los sondeos, logrando alcanzar a su rival socialista, aunque después se desinfló un poco.