08 de Febrero de 2025
Internacional

El perdón puede resolver conflictos internacionales: Benedicto XVI

Benedicto XVI habló ante asistentes a la asamblea anual de la Academia Pontificia para las Ciencias Sociales.
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*Destacó la importancia del “diálogo creativo” entre la Iglesia católica y el mundo, entre creyentes y no creyentes

Agencias . | Ciudad del Vaticano | 30 Abr 2012

El Papa Benedicto XVI aseguró que el concepto del perdón puede ayudar a resolver los conflictos internacionales y transformar el lenguaje estéril de la recriminación mutua que sólo lleva a un círculo vicioso.

Ante asistentes a la asamblea anual de la Academia Pontificia para las Ciencias Sociales, a quienes recibió en audiencia en el Palacio Apostólico del Vaticano, destacó la importancia del “diálogo creativo” entre la Iglesia católica y el mundo, entre creyentes y no creyentes.

“Los errores históricos y las injusticias se pueden superar si hombres y mujeres se inspiran en un mensaje de esperanza que señale un camino para dejar el atolladero en el cual, a menudo, quedan encerradas personas y naciones, sin poder salir del círculo vicioso de la violencia”, dijo.

“Si los seres humanos están hechos a imagen de Dios, un Dios de justicia rico en misericordia, éstas cualidades deben reflejarse en la resolución de sus asuntos”, refirió.

“El perdón no es una negación del error, sino una participación en el amor transformador de Dios que reconcilia y restaura”, apuntó.

En su mensaje, pronunciado en inglés, el pontífice recordó la encíclica “Pacem in terris” (Paz en la Tierra), escrita por Juan XXIII en 1963, y señaló que su contenido es actual aunque el escenario político haya cambiado de forma significativa en el último medio siglo.

Estableció que la visión de Juan XXIII en ese documento todavía tiene mucho que enseñar, especialmente cuando la humanidad enfrenta nuevos retos para la paz y justicia en la era de la “post Guerra Fría”, en medio de la continua proliferación de armas.

Reconoció que, desde 1963, algunos de los conflictos que entonces parecían insolubles han pasado a la historia.

Destacó asimismo que otros llamados permanecen vigentes, como el de Juan Pablo II tras los atentados a las Torres Gemelas en septiembre de 2001, cuando exclamó: “no puede haber paz sin justicia, ni justicia sin perdón”.

“Con esa perspectiva, luchemos por la paz y la justicia en el mundo de hoy, confiando en que nuestra búsqueda común del orden establecido por Dios, en un mundo en el que todo ser humano goce del respeto que le es debido, puede dar y dará frutos”, estableció.