04 de Febrero de 2025
Internacional

Estados Unidos desafía las decisiones ya tomadas: Vladimir Putin


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*El mandatario afirma que los países que sancionan a su nación van contra los principios del G20

Agencias . | Moscú, Rusia | 15 Nov 2014

Las sanciones económicas de algunos países occidentales han afectado a Rusia, pero también tienen efectos contraproducentes para ellos, afirmó el presidente Vladimir Putin en una entrevista con la agencia ITAR-TASS.

Con motivo de la reunión del Grupo de los 20, Putin criticó severamente a Estados Unidos y se pronunció contra la politización de foros económicos como el que inicia hoy en Brisbane, Australia.

Anotó que con frecuencia han sido los problemas de política doméstica estadunidense los que bloquean la puesta en macha de convenios internacionales, incluso los adoptados por acuerdo en el G20.

Usted va a ir a otra cumbre del G20. ¿En qué medida ese formato de reunión sigue vigente y adecuado? ¿Le parece lógico que algunos países del G20, al mismo tiempo que se empeñan en cooperar y desarrollar la economía global, hayan estado aplicando sanciones contra uno de sus miembros?

¿Si el formato sigue vigente o no? Yo creo que sí. ¿Por qué? El G20 es un buen lugar para reunirnos, para hablar tanto de las relaciones bilaterales como de los problemas globales y desarrollar al menos algún tipo de entendimiento común para saber de qué se trata éste u otro problema y cómo se va a resolver. Permite hacer un mapa de ruta para el trabajo de conjunto. Eso es lo más importante. Pero creer que todo lo que se pueda decir allí va a ser implementado es algo que está absolutamente fuera de la realidad, especialmente cuando uno se pone a pensar que las decisiones que allí se toman no son, por sí mismas, obligatorias. Hasta cierto punto son ignoradas. No se cumplen en el acto. Como no se cumplen cuando y donde entran en conflicto con los intereses de alguien. En primer lugar, y ante todo, esto sirve a los intereses de los jugadores globales.

Por ejemplo, en una reunión del G20 se decidió reforzar el papel de las economías en desarrollo dentro de las actividades del FMI y redistribuir las cuotas. Sin embargo, el Congreso de EU bloqueó la decisión. Fue un alto total. Tanto los negociadores como nuestros socios habían dicho: Nos gustaría que eso sucediera, firmamos todo, tomamos la decisión, sin embargo, ese Congreso no la aprobó. Ahí tiene un ejemplo.

Pero el hecho de que se haya formulado una decisión, de que todos los actores involucrados en el G20 la consideren correcta, justa y acorde con las realidades actuales. Ese solo hecho forma, en cierta medida, la opinión pública mundial y la opinión de los expertos, y debe ser tomada en consideración. El solo hecho de que el Congreso de EU se haya negado a aprobar esa ley indica que EU se sale del contexto general para resolver problemas que enfrenta la comunidad internacional. Una pequeña precisión: a nadie le importa recordar esto. Algunos sacan el mayor beneficio de que el monopolio mundial de los medios masivos de comunicación silencie esta información para dar la impresión de que, evidentemente, no existe.

Usted sabe lo que quiero decir. Todo el mundo habla de algunos problemas de hoy, incluyendo las sanciones y a Rusia, pero la realidad es que, en términos globales, EU desafía las decisiones ya tomadas, pero eso no significa que el formato del que estamos hablando no sirva para nada.

Tal vez tendría sentido lograr que las decisiones se vuelvan obligatorias.

Eso es imposible. Usted sabe bien que no ha habido ese tipo de precedentes en el ámbito internacional. Excepto cuando se trata de las decisiones del Consejo de Seguridad que velan por lo que es correcto para la seguridad internacional. Pero este procedimiento se generó en las muy dramáticas condiciones de la sangrienta Segunda Guerra Mundial. Entonces resulta poco realista esperar que se puedan establecer nuevos mecanismos que obliguen al cumplimiento de las decisiones, eso sin mencionar el tema de las decisiones de la esfera económica. Permítame decirlo una vez más, todo esto es un asunto de índole moral, política y económica. Lo que en sí mismo no está mal en absoluto.

Déjeme decirle unas cuantas palabras sobre las sanciones que algunos países del G20 han tomado contra Rusia. Es evidente que van en contra de los principios mismos de las funciones del G20, de los principios ya mencionados y van en contra de las leyes internacionales porque las sanciones sólo pueden proponerse a través de Naciones Unidas y el Consejo de Seguridad. Además van en contra de los principios de la OMC y del Acuerdo General de Comercio y Aranceles, el GATT.

Fue el propio EU el que creó a esta organización y ahora está violando sus principios. Esto es perjudicial y nos causa cierto daño, pero también daña al propio EU porque, en los hechos, todo el sistema de relaciones económicas internacionales se está viendo afectado. Pero tengo esperanzas y parto del entendimiento de que a final de cuentas prevalecerá la toma de conciencia sobre esta situación y que lo pasado quedará en el pasado.

¿Planea hacer este cuestionamiento en la cumbre, dejará que se quede en el ambiente, o sólo dirá lo que piensa si se toca el tema?

Si se toca el asunto, por supuesto que hablaré, pero no soy yo quien va a poner este tipo de asuntos a discusión. Porque desde mi punto de vista resultaría inútil. Todos saben quiénes son los que imponen las sanciones. ¿Qué caso tiene entonces llamar la atención sobre el asunto o pedir que se haga algo al respecto? Ese tipo de decisiones se toman en el ámbito de los bloques internacionales y en el ámbito nacional. Se toman sobre la base de que nuestros socios saben bien cuáles son sus intereses geopolíticos. Aunque yo, en lo personal, creo que se trata simplemente de un error, por más que se le mire desde la perspectiva de los intereses geopolíticos.

Lamentablemente el mundo moderno está enmarcado en un horizonte de planificación muy estrecho especialmente en lo relativo a la política y la seguridad. Todos van de elección en elección. Esto ofrece un horizonte de planificación muy estrecho. No permite aplicar una perspectiva más amplia, mirar hacia un futuro más lejano. No obstante sí deseo que podamos hablar del asunto. En la recién concluida cumbre de APEC hubo discusiones de la problemática internacional y de problemas bilaterales prácticamente entre todos los asistentes. Incluso se habló del problema de las sanciones que usted ha mencionado.

En el G20 existe un cierto equilibrio de fuerzas. Por un lado está el G7 y por el otro están los países que forman el grupo de los BRICS y algunos Estados asociados. Partiendo de lo que usted acaba de decir en cuanto a que cada país vela por sus propios intereses, ¿cómo ve usted este equilibrio de fuerzas? ¿Como una disputa que eventualmente va a dar cabida a la verdad o fundamentalmente como una nueva confrontación entre los dos bloques?

En primer lugar, creo que sería muy malo que alguno de los bloques empezara a salir nuevamente de la nada. Eso es muy contraproducente e incluso dañino para la economía mundial. Nos estamos refiriendo al tema de la economía, ¿no es cierto?

A la economía que es propensa a una creciente intromisión dentro de la política.

Correcto. Pero después de todo el G20 es antes que nada, y por encima de todo, un foro económico. Mi sugerencia es que movamos el centro de gravedad de nuestra conversación a esa dirección. Y aquí me gustaría dejar en claro un asunto. Ya mencioné a la OMC como un organismo que fue creado bajo ciertas reglas del juego. Existe un mecanismo que se conoce como el FMI. Están en marcha discusiones que buscan perfeccionar los mecanismos financieros internacionales y las relaciones internacionales de comercio. Usted sabe bien que la ronda de negociaciones de la OMC está estancada. ¿Por qué? La causa es la divergencia de enfoques y de intereses entre las economías en desarrollo y las economías desarrolladas. Mientras tanto en un caso particular surge algún desequilibro de capital y en el otro surgen desequilibrios en los flujos de los insumos básicos. En las economías avanzadas hay gran cantidad de capitales libres, entonces la cuestión gira en torno de la colocación efectiva, confiable y segura de dicho capital en aquellas regiones y en aquellas economías del mundo que van a garantizar la estabilidad, que van a proteger a la propiedad y que van a generar algunas ganancias y algunos ingresos para las economías avanzadas. Es por eso que exportan su capital y que los países en desarrollo forman los flujos de insumos básicos. A algunos les gustaría estar seguros de que su capital se encuentra bien colocado, mientras que otros, los recipientes de ese capital necesitan la certeza de que las reglas del juego no van a ser cambiadas a la sola voluntad de los que exportan el capital, incluso si eso obedece a motivaciones políticas.

Uno y todos deben de estar conscientes de que la economía y las finanzas dependen una de la otra. Tome por ejemplo nuestro caso: imagine que nuestros socios tienen restringido el acceso a nuestras instituciones financieras y a los mercados internacionales de dinero. Mientras tanto, al sacar capital de los mercados financieros internacionales y de nuestras instituciones financieras financian a nuestras compañías que importan productos terminados de las mismísimas economías industrializadas, apoyando así el empleo, la esfera social y el crecimiento económico. Si dejamos de hacer eso, allí surgirán disrupciones. Éstas son cuestiones profundas que no se ven en la superficie pero que tampoco son obvias a primera vista.

Nuestro trabajo conjunto con la República Federal Alemana mantiene unos 300,000 empleos allí. Si no hay contratos se perderán esos empleos. Es verdad que se pueden encontrar algunos ángulos nuevos. Pero no es fácil.

Lo que sí es esencial es presentar un frente común para abordar todos esos asuntos que van surgiendo en el camino. Si tomamos una ruta distinta… EU contempla la creación de dos asociaciones: una transatlántica y la otra transpacífica. Si ambas van a ser dos grupos auto-aislados el resultado final no será la eliminación de los desequilibrios internacionales sino su exacerbación. Por supuesto que estamos a favor de acabar con estos desequilibrios, de trabajar juntos, pero nuestra meta sólo es alcanzable a través del esfuerzo conjunto.

Hace apenas 20, 30, 50 años que la situación era distinta. ¿Por qué estoy tan seguro de que nuestros esfuerzos de conjunto pueden ser efectivos? Los Productos Internos Brutos de los países que conforman a los BRICS calculados con base en la paridad del poder de compra son superiores a los del G7. Pues hasta donde yo sé, el PIB de los BRICS es de 37.4 billones de dólares mientras que el del G7 es de 34.5 billones. ¿Qué tal si les decimos: ‘No gracias, debemos hacer esto aquí, por cuenta propia, no nos interesa cómo van ustedes a seguir adelante?’ De allí no habrá de surgir más que un peor desequilibrio. Si realmente queremos decidir algo, debemos decidirlos todos juntos.

Se ha hablado mucho del surgimiento de otro G7: los BRICS más Indonesia, Turquía y México. ¿Cree usted que este formato tendrá un futuro?

Como ya dije, las decisiones se deben tomar en conjunto. Todo está interrelacionado en el mundo moderno y si algunas asociaciones regionales como la que vamos construyendo en estos días —la Unión Económica de Eurasia que también incluye a Bielorrusia y a Kazajistán— van a ser creadas, deberán surgir únicamente como adiciones a los instrumentos globales ya existentes que deben estar operando en cumplimiento de estas normas internacionales.

Usted habló de los desequilibrios de la economía mundial, y de que el FMI también está hablando de ellos. Está pronosticando la posibilidad de nuevas burbujas. ¿La economía rusa está preparada para repeler una nueva ola de crisis?

Sí, sí está. Estamos considerando todos los escenarios, incluso las supuestamente catastróficas caídas de precios de los recursos energéticos, lo cual es bastante posible y de hecho lo admitimos. El Ministerio de Economía y el Ministerio de Finanzas presagian el desarrollo de la economía bajo cada uno de los escenarios. Como ve, la cosa es que yo hablé de los desequilibrios del capital por una parte, y de los insumos básicos por la otra. Cuando estos aparecen, en algunos casos a causa de consideraciones políticas, y cuando se incrementan. Entonces los distintos países —en especial las economías emergentes— son golpeados duramente y se encuentran a sí mismos en medio de grandes complicaciones. Un país como el nuestro estima que la situación se puede enfrentar con mayor facilidad. ¿Por qué? Porque producimos petróleo gas y porque nosotros manejamos nuestro cambio de divisas y nuestras reservas de oro con moderación. Nuestras reservas son lo suficientemente grandes como para sentir confianza en nuestra capacidad de seguir comprometidos con el cumplimiento de nuestras obligaciones sociales y con la conservación de todos los procesos presupuestarios y de toda la economía, dentro de un cierto marco de acción. ¿Y qué sucede con aquellos que no tienen esas reservas? Pues se endurecerán en una situación como esa. Pero me gustaría decir una vez más que vamos a tener una discusión común y que vamos a buscar decisiones comunes encaminadas a cambiar las cosas para mejorar y para eliminar los desequilibrios.

Usted mencionó el tema de las reservas. Los fondos que se han acumulado y nos permitieron superar sin muchos problemas en 2008 y 2009. ¿No es tiempo ahora de quitarles el sello a esos fondos para calentar y acelerar nuestra propia economía?

No lo creo. De todos modos estamos listos para quitarles el sello incluso antes de que los acontecimientos desalentadores que están ligados a las fluctuaciones en el tipo de cambio del rublo o del desliz de los precios del petróleo. Ya hablamos del posible uso del dinero del Fondo Nacional para el Bienestar. No lo dijimos ayer, ¿no es cierto? Lo dijimos hace dos años. Pero siempre sucede de esta manera y en medio de las circunstancias en las que nos han colocado tanto la economía mundial como nuestra economía. Y ¿cómo sucede eso? Si se usan esos fondos los gastos se dirigen a varias áreas específicas. Una de ellas es la infraestructura. Es allí donde nosotros pretendemos invertir el dinero del fondo del bie-nestar. En la construcción de un circuito vial adicional alrededor de Moscú. Se modernizarán muchos cruces de trenes a nivel de la calle y se construirán nuevas carreteras para los vehículos de carga que van hacia el Este. Me refiero al Ferrocarril Transiberiano y a la Línea Principal Baikal-Amur. O tomar las vías férreas de alta velocidad así como el desarrollo de puertos y aeropuertos. Ya habíamos planeado también todas esas cosas, y ahora que la situación del mercado está empeorando vamos a dedicarnos a ello. No significa que nos vayamos a comer nuestras reservas y a desdeñar los rendimientos económicos simplemente porque nos estamos ocupando de resolver los problemas del presente. Ésa no es la manera en la que avanzamos.

El caso que se tiene entre manos son las reformas estructurales para las que el tiempo y el dinero son siempre insuficientes.

Las reformas estructurales no requieren de mucho dinero. Requieren de voluntad política y de ciertos pasos administrativos. Ya sea en el ámbito de la economía o en la esfera social.

Una de las propuestas de la presidencia australiana del G20 es el establecimiento de un centro para la inversión en infraestructura. Dada la prioridad que Rusia ya está dando a las infraestructuras, ¿la propuesta ofrece ventajas? ¿O se mantendrá en desacuerdo con nuestro trabajo si usted toma las sanciones?

Bueno, usted no tiene que coordinar nada con nadie aquí. El hecho prueba simplemente —y uno no puede estar más de acuerdo con la propuesta australiana— que estamos en la ruta correcta. Absolutamente en la corriente principal por así decirlo. Y la comunidad internacional —la económica en este caso— tiene el mismo punto de vista sobre las acciones del gobierno dentro de la situación que está tomando forma en la economía mundial. El hecho simplemente confirma que tenemos razón y esto resulta siempre agradable y útil de saber.

¿Planea usted algunas reuniones personales en el marco de la cumbre del G20?

Sí, programé algunas reuniones aquí. Con la canciller alemana. Muchas reuniones.

Los analistas dicen que sus relaciones con (la canciller alemana) Angela Merkel se tensaron recientemente y se volvieron menos amistosas. ¿Lo percibió usted?

No, no lo percibí. Como usted sabe, nosotros nos guiamos por intereses en lugar de por simpatías y antipatías.

¿Estuvieron guiados por los mismos intereses en el pasado?

No solamente en el pasado, sino siempre. Y ella también ha estado guiada por los mismos intereses que cualquier otro líder de una nación, Estado y gobierno. Es por eso que no veo ni cambios considerables ni alteraciones sustantivas en la naturaleza de nuestras relaciones