03 de Mayo de 2024
Nacional

Ejército de ignorantes babeantes


Foto: Blas A. Buendía .

*La Academia de Derecho Penal del Colegio Nacional de Abogados Foro de México, consideró que en esta época electoral debería, por ser ello lo correcto, existir una ética inserta en todos aquellos discursos de los contendientes a gobernar y/o legislar, sean del partido político que sean *Ahora se explica una realidad efectiva del porqué México no ha crecido ni con el neoliberalismo, ni con esta Cuarta Transformación de la Nación

Blas A. Buendía . | Ciudad de México | 22 Abr 2024

El ignorante ataca con la boca, el sabio defiende con el silencio


Albert Einstein


 


 


 


Quedó demostrado durante el segundo debate chilango, donde campeó los ataques personales entre Santiago Taboada, Clara Brugada y Salomón Chertorivski, aspirantes a la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, dejando en la ignominia a un ejército de “ignorantes babeantes” que no supo descifrar el contenido político electoral del momento, y que no fue democráticamente enriquecedor.


Si bien es cierto que la denominación de soportar a un ejército de “ignorantes babeantes” es una expresión que denota desprecio o crítica hacia un grupo de personas consideradas insensatas, no obstante que su origen no está claro, se ha utilizado en contextos literarios y sociales para señalar la falta de conocimiento o discernimiento en ciertos individuos que se limitaron acudir a las aulas de enseñanza para despojarse de esa maraña iletrada.


Es importante recordar que el lenguaje puede ser poderoso y afectar la percepción de los demás, por lo que se debe estar consciente de cómo utilizar el contenido y validez de las palabras.


Esta tercia se enfrentó al tú por tú durante el segundo debate chilango, en el que intercambiaron acusaciones, presentando algunas propuestas sobre temas cruciales como el abastecimiento de agua, transparencia y combate a la corrupción, que hoy en día, ha afectado la sensibilidad de la sociedad.


Lo cierto es también que en este debate, la ética electoral fue inexistente; por ejemplo, la actuación del aspirante Salomón Chertorivski Woldenberg, fue totalmente abominable cuando en materia de seguridad y corrupción, dijo que “hay que consultar la Carta Magna”, cuando de antemano la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos no se consulta, sino se ejerce y se respeta aplicando la ley a todos esos impostores que han denigrado la imagen de México ante el mundo.


En este contexto, la Academia de Derecho Penal del Colegio Nacional de Abogados Foro de México, consideró que en esta época electoral debería, por ser ello lo correcto, existir una ética inserta en todos aquellos discursos de los contendientes a gobernar y/o legislar, sean del partido político que sean.


En efecto —agrega— en cualquier discurso o arenga de índole demagógico-electoral se perciben dos tipos confrontados de lenguaje los cuales se entrelazan y conducen a la perplejidad, y lo extraordinario, dejar con la boca abierta a todo un ejército de “ignorantes babeantes”, que no condenan, que por inercia, dejan a su arbitrio ser “gestores” de las medias verdades, o ni eso…


En los volantes, proclamas, publicidades, discursos, posturas partidistas, el votante pensante percibe dos géneros de enunciados. Por un lado, aquellos y en ello todos coinciden, refiriendo y prometiendo el México que todos deseamos.


Con las arengas expresadas en líneas a retro, todos los contendientes insertan sus proyectos, sus futuros programas sociales, su honestidad, su valía, sus conocimientos para gobernar, incluyendo todos sus “impecables” antecedentes.


Por otra arista muy diferente, nos encontramos enunciados que se refieren a la característica de todos aquellos que son sus contrincantes, sus adversarios políticos, con independencia de la valoración que merezcan o no ameriten esos demagogos de la política, ellos no hablan de sus defectos personales, de su proclividad a la corrupción, de sus falacias, de sus farsas, de sus engaños, de sus promesas incumplidas.


Esos conceptos que todos ellos manejan solo se refieren a un severo choque de intereses partidistas, ocultando con ello la desmedida sed de riqueza que tienen para llegar a gobernar. Ese término jurídico auri sacra fames la cubre, la esconde, la minimiza, la niega.


Si en la primera arista de aquellos discursos, propuestas, prédicas y promesas se expone un México acorde a lo que debería de ser, a lo que tiene que ser. En el segundo ángulo se expone la realidad del porqué no se es, por qué no se logra.


En el primero se promete un poder legítimo y en el segundo se explica una realidad efectiva del porqué México no ha crecido ni con el neoliberalismo, ni con esta Cuarta Transformación de la Nación.


La primera arista justifica un México mejor, con la segunda se explica el por qué no se llega a él. No se encuentra el México que deseamos por una sencilla razón: la corrupción de sus actuales y futuros gobernantes.


Si esos políticos que pretenden gobernarnos y/o legislar no acuden a otros lenguajes, el destino de México seguirá siendo incierto saturado de gentes ignorantes y babeantes.


Y como diría Albert Einstein: “Lo bonito del sarcasmo es que los inteligentes lo entienden. Los idiotas se ofenden”.


“¡Es cuánto!”, concluyó la Academia de Derecho Penal del Colegio Nacional de Abogados Foro de México, A.C., que preside el penalista Alberto Woolrich Ortiz.


 


 


 


Reportero Free Lance*


Premio México de Periodismo Ricardo Flores Magón-2021


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