22 de Noviembre de 2024
Nacional

El Portal, una docuserie que revive el caso Zona Divas y muestra como opera la trata de personas en México


Foto: Agencias .

*Laura Woldenberg (productora), Astrid Rondero y Fernanda Valadez (directora), hablan de la saga que recién se estrena en Netflix

Agencias . | Ciudad de México | 08 Sep 2024










En 2017 se dio a conocer el escándalo de Zona Divas. La muerte de al menos cinco jóvenes por feminicidio destapó el modus operandi de una red de trata vinculada con el sitio de internet. “Pese a que fue una noticia muy sonada, sentíamos que se abordó de una forma sensacionalista”, explica Astrid Rondero, la codirectora de El Portal, una docuserie de Netflix que revive aquel caso y aporta una reflexión crítica sobre la trata.




Datos de la Organización de las Naciones Unidas Contra la Delincuencia y el Delito, revelan que Norteamérica (Estados Unidos, Canadá y México) la mayoría de las víctimas detectadas son mujeres (niñas y adultas) representando el 82% de las víctimas totales. Impulsadas por este gris panorama, Laura Woldenberg (productora) y las realizadoras Astrid Rondero y Fernanda Valadez, se propusieron plantar cara a un delito peligroso y repensar su modus operandi.




¿Qué las lleva a investigar a retomar el caso Zona Divas?




Laura Woldenberg: Pese a que fue una noticia muy sonada, sentíamos que se abordó de una forma sensacionalista. Se puso el foco en el número de víctimas y en el crimen, no se profundizó en sus historias, de ahí el interés de hacer un trabajo que rompiera con los estigmas de las mujeres que se dedican al trabajo sexual y que tocara el tema de la trata con fines de explotación sexual en México. Alrededor de este caso hubo cinco feminicidios entre 2017 y 2018, todos vinculados a la plataforma de scorts de “lujo” Zona divas.




¿Qué tipo de ejercicio hicieron para no revictimizar a sus personajes?




Astrid Rondero: Justo eso fue lo que más nos interesó de la invitación de Laura y el equipo de Mezcla. Hicimos mucha investigación, tuvimos el apoyo de periodistas en México, Argentina y Venezuela, fue un equipo muy profesional que nos permitió acercarnos a las familias de las víctimas, quienes tenían la sensación de que el caso se había cubierto de una forma revictimizante y de que se perdió un objetivo central como era hablar del tráfico de mujeres de Sudamérica hacia México. Fue eso lo que nos motivó a hablar con las familias y a tener acceso a muchísimo material de archivo para trazar la ruta de estas jóvenes. Gracias a este trabajo entendimos la forma en que viajan a México, donde les toma años conseguir tener la libertad de convertirse en trabajadoras sexuales. Algunas se hacen dueñas de su propio trabajo, pero muchas se convierten en víctimas de trata y feminicidios.




¿Qué hizo a este caso tan mediático y particular?




Fernanda Valadez: Hubo varios elementos. En primer lugar, fueron feminicidios muy cercanos uno del otro, en el transcurso de un año al menos hubo cinco en la Ciudad de México. Segundo, la actuación de la autoridad dio visibilidad al caso. La acusación a un actor evidenció que había muchos problemas para atender la investigación como sucede en todos los ámbitos, tenemos un nivel de impunidad en prácticamente todos los tipos de delitos de 90 por ciento. Que fueran trabajadoras sexuales en un servicio de lujo hacía al caso de alto impacto en términos noticiosos. Detrás de esto lo que a nosotras nos interesaba era mostrar una radiografía de la trata en México.




¿Cómo funciona la trata en México?




AR: Durante la investigación vimos la colusión de distintos niveles de servidores públicos. Agentes de migración eran facilitadores de grupos de trata, permitían que mujeres entraran a México con fines de explotación sexual. Lo que hace a la trata tan difícil de atajar es que está atomizada, es decir, no es un solo actor el que lleva a cabo todos los procesos, son varios actores. Alguien las engancha en Sudamérica, otra persona las traslada, luego se les deja pasar en migración y otras personas de bandas criminales las retienen, explotan y hospedan en distintas ciudades, eso es lo que hace tan difícil de seguir a la trata. En el caso de Zona divas, toda esta red se conjuntaba en una página que aparentemente ofrecía servicios de mujeres que libremente se ofertaban como trabajadoras sexuales o acompañantes, es decir, era la sumatoria de todos los niveles de criminalidad e impunidad. En muchas ocasiones quienes contrataban estos servicios encontraban a mujeres que habían sido víctimas de trata.









LW: Ese fue el corazón del proyecto. Sin los testimonios de las madres esto no se hubiera podido conseguir, ellas ya habían pasado por un dolor muy profundo porque incluso llegaron a recibir insultos. Las madres aceptaron porque querían cambiar la narrativa de cómo habían sido recordadas sus hijos, a nosotras nos interesaba que se les viera como madres, amigas, hermanas que vivieron la violencia más atroz en México y que a final de cuentas migraron por falta de oportunidades. No nada más para mejorar su calidad de vida, sino también para ayudar a sus familias. Las madres aceptaron colaborar en este proyecto para que sus hijas sean recordadas de otra manera.




¿Por qué contarla como true crime?




FV: La estructura es la del true crime, pero intentamos plantear una historia más amplia y profunda del camino de la trata hacia México. No planteamos una visión moral del trabajo sexual, hay muchas personas que por convicción lo hacen. En este camino encontramos una situación de violencia de muchas capas, desde luego la propia de género, pero en el caso de México se suma el crimen organizado.




¿Qué conclusiones les deja la investigación?




AR: Para nosotras era muy importante evidenciar la omisión de las autoridades. Perseguir la trata es complicado, pero si analizamos los casos, las personas que terminan presas son mujeres tratantes que en algún momento fueron tratados. En la cadena detienen a la parte más vulnerable y quienes están hasta arriba se mantienen libres. La serie plantea la pregunta ¿qué necesitan hacer las autoridades para realmente atacar la trata?




LW: Al visibilizar los daños alrededor de la trata también se hace un trabajo de prevención. Es importante que los usuarios de este tipo de servicios sepan que estas personas pueden ser víctimas de trata. Pero también si eres un ciudadano que observas algo raro puedes denunciar. Como ciudadanía a todos nos toca tener los ojos bien abiertos y ayudar.




Las plataformas parecen apostar ahora por el true crimen, ¿hay una particularidad de este género en México, tal vez la impunidad?




FV: Efectivamente, en México no podemos hablar de un true crime como en Estados Unidos, donde las historias son contadas por agentes y policías. Debido a nuestra situación de impunidad, aquí las historias no se cuentan a través de las autoridades, los crímenes se cuentan por medio de las víctimas y los periodistas. El caso de México nos permite entender narrativas más complejas, más que asesinos seriales vemos una estructura social criminal.




¿En el caso de Zona Divas hasta donde llegaba la impunidad?




LW: Lo que nosotros pudimos verificar es la colusión en diferentes sectores, desde las autoridades migratorias y las fiscalías, hasta los usuarios donde se incluyen a personajes de las más altas esferas del poder. Ahí está el germen de este caldo.


 


 


Redacción AN / HG