Neoliberalismo y Obradorato, la gata revolcada en la historia de México

*El despotismo absoluto de la 4T *Si se permite que la autonomía del Poder Judicial sea vulnerada, México podría caer en regímenes absolutistas, donde la impunidad y la anarquía sean la norma de un mal gobierno clasificado como la plutocracia autocrática, combinada con la kleptocracia populista emanada de las atarjeas de la kakistocracia *A la reconquista de la justicia

Blas A. Buendía . | Ciudad de México | 01 Ene 2025

El cambio real entre el Neoliberalismo y el Obradorato viene siendo como la gata revolcada de la historia en México.

Para diferentes barras de abogados, aceptan que el cambio entre el Neoliberalismo y el Obradorato en México, es un tema complejo y controvertido.

El Neoliberalismo que se implantó en México en la década de 1980, se caracterizó por la privatización de empresas estatales, la liberalización del comercio y la reducción del gasto público. Esto trajo consigo una mayor dependencia del exterior y una concentración de la riqueza en manos de unos pocos.

El Obradorato, por su lado, se refiere al gobierno de Andrés Manuel López Obrador, quien buscó implementar políticas más nacionalistas y de izquierda fracasadas, como la renacionalización de la industria energética y la implementación de programas sociales para combatir la pobreza, en lugar de hallar caminos que modernizarán a la Nación.

Sin embargo, su gobierno seguirá siendo criticado por su autoritarismo y su falta de respeto a las instituciones democráticas, simple y sencillamente, por atentar contra la autonomía del Poder Judicial que es el garante de la paz social de la República, porque sin leyes, México vivirá regímenes tan absolutistas que se irán al abismo de la impunidad solapada por una anarquía incontrolable, un disfrazado comunismo criminal.

Si bien es cierto que el Poder Judicial en México es una institución fundamental para garantizar la justicia y el orden en el país, que a pesar de los intentos de algunos presidentes de debilitar o destruir las instituciones republicanas, el Poder Judicial sigue siendo un pilar esencial de la democracia mexicana. De no ser así, pasarán épocas en que reinarán regímenes absolutistas y anárquicos.

En teoría, el Poder Judicial es independiente y autónomo, con la responsabilidad de interpretar las leyes y garantizar que se cumplan de acuerdo con la Constitución. Está compuesto por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, los Tribunales de Circuito, los Juzgados de Distrito y el Consejo de la Judicatura Federal.

A pesar de ello, en la práctica, el Poder Judicial ha enfrentado desafíos significativos, incluyendo la corrupción, la influencia política y la falta de recursos. Esto ha llevado a una pérdida de confianza en la institución y ha debilitado su capacidad para garantizar la justicia y el Estado de Derecho el cual a la postre, se verá ilegitimado.

En el contexto de la destrucción de las instituciones republicanas por parte de algunos presidentes, el Poder Judicial ha sido uno de los objetivos principales. La erosión de la independencia judicial y la manipulación de la justicia han sido herramientas utilizadas para consolidar el poder y silenciar a la oposición.

A pesar de estos desafíos, es fundamental que el Poder Judicial siga siendo una institución independiente y autónoma, capaz de garantizar la justicia y el Estado de Derecho en México. La sociedad civil, el laberinto de los medios de comunicación y los ciudadanos en general, deben seguir presionando para que se respeten los principios de la democracia y se garanticen los derechos fundamentales.

Porque atentar contra la autonomía del Poder Judicial, jamás dejará de ser un tema muy delicado, ya que este órgano es el garante de la paz social y la estabilidad de la República.

Si se permite que la autonomía del Poder Judicial sea vulnerada, México podría caer en regímenes absolutistas, donde la impunidad y la anarquía sean la norma de un mal gobierno clasificado como la plutocracia autocrática, combinada con la kleptocracia populista emanada de las atarjeas de la kakistocracia.

La independencia del Poder Judicial es fundamental para asegurar que las leyes se apliquen de manera justa y equitativa. Sin esta independencia, el sistema judicial puede ser manipulado por intereses políticos o económicos, lo que llevaría a una pérdida de confianza en las instituciones y a una mayor inestabilidad social, tan igual como viene ocurriendo en este México engañado.

En este sentido, es importante que se respete y se garantice la autonomía del Poder Judicial, y que se tomen medidas para fortalecer su independencia y eficacia. Esto incluye la implementación de reformas judiciales que promuevan la transparencia, la rendición de cuentas y la eficiencia en la administración de justicia. En pocas palabras, la presidenta Claudia Sheinbaum debe asumir el ejemplo de la ética justiciera.

En cuanto a la "gata revolcada de la historia en México", se refiere a la idea de que la historia de México es cíclica y que los eventos se repiten.

En esta constelación de ideas, el cambio entre el Neoliberalismo y el Obradorato puede ser visto como una repetición de patrones históricos, en los que se alternan períodos de liberalismo y nacionalismo. Sin embargo, también es importante reconocer que cada momento histórico es único y que los desafíos y oportunidades de la actualidad requieren soluciones innovadoras y efectivas.

A la reconquista de la justicia

En efecto. La Academia de Derecho Penal del Colegio Nacional de Abogados Foro de México, A.C., a través de su Observatorio Jurídico, presentó la destreza del Derecho, y afirmó que en este 2025, el cual se inicia, el más profundo y conocido de los deseos que México expone, es el de recuperar o conquistar a la justicia la cual se extravió con el neoliberalismo y perduró durante el gobierno de Andrés Manuel López Obrador.

El hecho de que el Foro Independiente de la República hable de la “conquista de la justicia” y, no mencione a poderes fácticos, se debe a la circunstancia de que en la Carta Magna solamente se habla de una justicia igualitaria, natural y transparente y esa justicia es una garantía que se otorga como algo obligatorio del Estado para procurarla e impartirla, algo que debe y tiene que ser existente y latente para mantener un “Estado de Derecho” legítimo.

Cuando en el curso de los acontecimientos políticos se asuma o impulse al gobierno a disolver los vínculos jurídicos que lo unen con su Pacto Federal, para asumir un ‘’estado diferente’’; el pueblo está obligado a exigir el cumplimiento a lo que le da derecho la letra y espíritu de la Ley Suprema, que es un elemental respeto a la dignidad de la justicia.

La Academia de Derecho Penal del Colegio Nacional de Abogados Foro de México considera como evidente dichas verdades:  la justicia debe de ser igual para todos; no solamente para aquellos que son afectos de la Cuarta Transformación de la Nación, esos que son dotados por el gobierno para obtener beneficios, aunque esos patrocinios sean contrarios a la ley.

Para garantizar los referidos derechos de igualdad, el Congreso Constituyente promulgó la Carta Republicana cuyo poder radica y deriva en la igualdad entre los mexicanos y esa es la única forma para interpretar la norma, la cual jurídica y constitucionalmente demerita cualquier otro principio que tienda a favorecer a los incondicionales de la gobernanza.

México y sus gobernados por desgracia han sufrido una serie larga de abusos,  arbitrariedades, tráfico de influencias, iniquidad del poder e injusticias, tendientes invariablemente a servir a la corrupción o a poderes fácticos, con ello solo se demuestra el designio de someter al pueblo a un despotismo absoluto;  ese es el preciso momento en que al pueblo  le nace el derecho y deber de exigir se provea e imparta justicia con aquellas salvaguardas instituidas en nuestro Supremo Documento, mediante las cuales  se  concede la seguridad jurídica que nuestra Patria  exige y requiere.

Nuestra Nación ha sido demasiado paciente y tolerante al padecer y sufrir injusticias, pero ha llegado el momento en este 2025 —el primer cuarto de siglo del segundo decenio del nuevo milenio—, para obligarnos a exigir justicia, una justicia igual para los iguales, sin distingos, sin arbitrariedades, sin complicidades.

Por tal hecho, la Primera Magistrada de la República está obligada a emitir medidas políticas para reformar las anteriores formas en las que se procuraba e impartía justicia para favorecer solamente a aquellos afectos de anteriores sistemas de gobierno.

De negarse u omitir este tipo de inmediatas resoluciones, el Neoliberalismo y el Obradorato seguirán figurando como “la gata revolcada de la historia en México”, bajo el funesto imperio dictatorial del Foro de Sao Paulo, hoy Grupo Puebla.

La historia actual de México es una narrativa de repetidos agravios y abusos de poder, encaminados todos directamente a instaurar una falsa justicia. Para probarlo, sometemos los hechos al juicio de un México imparcial.

“¡Es cuanto!”, puntualizó la Academia de Derecho Penal del Colegio Nacional de Abogados Foro de México, A.C., que preside el reconocido penalista Alberto Woolrich Ortiz.

Reportero Free Lance*

Premio México de Periodismo Ricardo Flores Magón-2021

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