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*El pasado 2 de mayo, Paco Ignacio Taibo II, director del Fondo de Cultura Económica (FCE), anunció el lanzamiento de una colección de libros de autores latinoamericanos, que incluye regalar 2.5 millones de publicaciones en países como Cuba y Venezuela, para fomentar la lectura en los jóvenes
Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad . | Ciudad de México | 05 Jun 2025
Una investigación de MCCI revela que entre 2023 y 2024 la administración de AMLO gastó el equivalente a 22 millones de dólares para imprimir 15 millones de libros que fueron repartidos en las escuelas cubanas; una organización académica afirma que los libros tienen una carga de control ideológico y de rechazo a Estados Unidos, por lo que considera que México es partícipe del adoctrinamiento de los niños cubanos.
El gobierno que encabezó López Obrador gastó en 2023 y 2024 el equivalente a 22 millones de dólares en la impresión de los nuevos libros de texto que se reparten en Cuba, revela una investigación de Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI).
Además de los libros de texto, el gobierno de AMLO regaló millones de litros de gasolina a Cuba y llegó a acuerdos con el régimen cubano para contratar médicos y comprarle medicinas que nunca repartió. En conjunto, el apoyo otorgado a la Isla es cercano a los 400 millones de dólares.
El gobierno de López Obrador argumentó “razones humanitarias” para multiplicar el apoyo financiero a Cuba, pero -en contraste- en México persiste el desabasto de medicamentos y se ha duplicado la población sin acceso a servicios de salud, de acuerdo con la última medición realizada por el CONEVAL. Esta institución, enfocada en el diagnóstico de la pobreza, fue eliminada en noviembre de 2024 junto con otros seis organismos autónomos, con el argumento de la austeridad. Su presupuesto anual era el equivalente a lo que la administración de AMLO gastó en imprimir los libros para Cuba.
Otro órgano eliminado en noviembre fue la COFECE, encargada de combatir monopolios y cuyo presupuesto era menos de la mitad de lo que la pasada administración desembolsó en la impresión de los materiales cubanos.
De un análisis de los contenidos de los libros de texto cubanos impresos y financiados por el Gobierno mexicano se desprende que algunos ponen de manifiesto una postura hostil contra Estados Unidos, a quien se presenta como una amenaza para el pueblo cubano e incluso se le acusa de orquestar una guerra biológica para afectar a Cuba.
En el libro de Educación Moral y Ciudadanía acusan al presidente estadounidense Donald Trump de que en su primera administración (2017-2021) intensificó la persecución y el bloqueo comercial para asfixiar a Cuba.
Omara Ruiz Urquiola, cofundadora e investigadora principal del Observatorio de Libertad Académica (OLA), criticó que los contenidos de esos libros tienen una mayor carga de “control ideológico” de la población cubana, y que, al haberse financiado con recursos públicos, el gobierno mexicano es partícipe de ese adoctrinamiento.
“El Gobierno mexicano, una vez probada la existencia de un acuerdo bilateral, está siendo partícipe de acciones de vulneración de la libertad académica, con la agravante de la extraterritorialidad. Este es un caso donde no se puede argumentar desconocimiento de las implicaciones dado el contexto del intercambio, que concierne al campo de lo intelectual”, expresó la investigadora.
La multiplicación del apoyo a Cuba
MCCI informó el pasado 25 de febrero que Pemex creó Gasolinas Bienestar SA de CV para enviar gasolina a Cuba, y en su primer año de operaciones esa empresa filial reportó pérdidas y un endeudamiento por 5 mil 836 millones de pesos, que corresponde al combustible que se regaló a la isla. Ese monto equivale aproximadamente a 324 millones de dólares.
Un mes antes, en su edición de enero de 2025, la revista médica británica The Lancet reveló que en el anterior sexenio México había gastado 24 millones de dólares en contratar médicos al gobierno cubano, con lo que se desplazó a médicos mexicanos que aspiraban a una plaza.
El pasado 19 de mayo, el sitio Animal Político publicó que la administración de López Obrador instruyó beneficiar al régimen de Cuba, con contratos directos para la adquisición de medicamentos de mala calidad, caducos y sin permisos sanitarios que sumaron 111 millones de pesos en 2022 y 2023, que representan alrededor de 6 millones de dólares. A eso se suma el gasto de 10 millones de dólares que el gobierno mexicano destinó para el programa Sembrando Vida en Cuba.
En conjunto, el apoyo que el gobierno mexicano ha otorgado a Cuba a través de los libros, la gasolina, los médicos, las medicinas y “Sembrando Vida”, supera los 386 millones de dólares, de acuerdo con una estimación de MCCI.
La triangulación de los libros cubanos
El financiamiento, la impresión y el envío de los libros a Cuba involucró a tres dependencias federales: la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos (Conaliteg), organismo descentralizado de la Secretaría de Educación Pública (SEP), la cual encomendó producir los ejemplares a Impresora y Encuadernadora Progreso (IEPSA), empresa de participación estatal mayoritaria, mientras que la Secretaría de Relaciones Exteriores fue la responsable de enviar por barco desde el puerto de Veracruz casi 15 millones de libros.
En la parte final de los libros cubanos se señala que fueron impresos en los talleres de IEPSA, en Iztapalapa.
Con la colaboración del Observatorio de Libertad Académica, MCCI obtuvo ejemplares de los libros cubanos financiados por el gobierno mexicano, y corroboró que en la página legal de cada volumen aparece la referencia de que fueron impresos en México por IEPSA por encargo de la Conaliteg.
MCCI también obtuvo copia de dos contratos de Conaliteg con IEPSA: el primero es de agosto de 2023 y ampara la impresión de 5.2 millones de libros, mientras que el segundo es de julio de 2024 para imprimir 9.6 millones de libros.
En conjunto, el monto acordado en ambos contratos es por 387 millones 455 mil pesos, que equivale a 22 millones de dólares al tipo de cambio vigente en las fechas en que se acordaron imprimir los libros.
Los beneficiarios de los libros, según los propios contratos, son alumnos de los niveles educativos de Primera Infancia, Primaria, Secundaria Básica, Preuniversitaria y Especial de la República de Cuba.
Extractos de los contratos de impresión en los que se detalla que el gobierno de México pagó más de 387.4 millones de pesos por los libros cubanos.
El costo de impresión de los libros de texto cubanos (sin contar la logística del traslado) se acerca al monto que el Gobierno mexicano desembolsó en la contratación de médicos cubanos. The Lancet, la revista británica especializada en temas médicos, reveló que entre 2022 y 2023 el Gobierno mexicano gastó casi 24 millones de dólares (equivalente a 400 millones de pesos al tipo de cambio promedio de esos años) en la contratación de 610 médicos cubanos, para atender el déficit en comunidades rurales.
En los contratos de Conaliteg revisados por MCCI se detalla que el Ministerio de Educación de Cuba pidió el apoyo de México para imprimir sus libros, a través de la Agencia Mexicana de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AMEXCID), órgano desconcentrado de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE).
“Derivado del trabajo de cooperación de México y la República de Cuba, dicho país solicitó el apoyo de nuestro país para efectuar la impresión de libros escolares, por la carencia de materiales y recursos tecnológicos”, se lee en el primero de los contratos. En atención a esa petición, la cancillería gestionó ante la SEP la impresión de un total de 268 títulos que van de preescolar hasta nivel preuniversitario.
En ambos contratos se detalla que los libros fueron pagados por México por petición del Gobierno de Cuba.
Los envíos
MCCI documentó, a través de herramientas de consulta de información aduanal de comercio exterior como Veritrade y Panjiva, que el Gobierno mexicano ha realizado entre 2023 y 2024 al menos diez envíos de libros de texto a Cuba vía marítima, con cargamentos que suman 14 millones 940 mil 578 ejemplares.
Esta cifra es incluso mayor al tiraje de 14 millones 861 mil 861 libros que se acordó imprimir y enviar a Cuba, de acuerdo con lo establecido en los contratos.
Las exportaciones de los materiales educativos se realizaron a través de la Secretaría de Relaciones Exteriores, y fueron dirigidas a Editorial Pueblo y Educación, que era la instancia que antes se dedicaba a la publicación de libros de texto de los distintos niveles de enseñanza del sistema educativo en Cuba.
En esta relación de operaciones de comercio exterior se precisan las fechas en las que la Cancillería envió millones de libros de texto a Cuba.
De los diez envíos que salieron del puerto de Veracruz, cinco se realizaron entre el 14 y el 28 de septiembre del 2023, y dos más el mes siguiente, el 18 y 20 de octubre, con lo que ese año sumaron más de 5.3 millones de libros.
En los registros de Veritrade aparece que el valor reportado en aduanas por cada libro no rebasó 1 centavo de dólar, a pesar de que el costo de producción pagado por el gobierno de México fue de 24 pesos en promedio por libro.
En 2024 se realizaron dos primeros envíos el 6 y el 19 de agosto, y uno más el 10 de septiembre, por un volumen conjunto de más de 9.6 millones de libros de texto.
En esos embarques, cada libro fue reportado en aduanas con un precio unitario promedio de 1.2 dólares, equivalente a 24 pesos; en esos casos sí coincidió con el costo de producción de cada ejemplar.
A diferencia de otros apoyos que el gobierno de AMLO dio a países de América Latina, como la ayuda a migrantes venezolanos, el programa Sembrando Vida y el envío de petróleo a Cuba, el patrocinio de los libros de texto cubanos no se había hecho público.
El Gobierno de México también ha apoyado a Cuba con dinero para el programa Sembrando Vida (foto) y con el envío de petróleo.
El pasado 2 de mayo, Paco Ignacio Taibo II, director del Fondo de Cultura Económica (FCE), anunció el lanzamiento de una colección de libros de autores latinoamericanos, que incluye regalar 2.5 millones de publicaciones en países como Cuba y Venezuela, para fomentar la lectura en los jóvenes.
Ese mismo día se dio a conocer que la dirigencia nacional de Morena firmó un convenio de colaboración con el Partido Comunista de Cuba, durante un encuentro de su líder, el presidente cubano Miguel Díaz-Canel, y la secretaria general del partido, Carolina Rangel Gracida.
Aunque MCCI solicitó una postura por parte de la Secretaría de Educación Pública (SEP) y de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), respecto al argumento o la justificación para financiar la impresión de los libros de texto cubanos, así como en cuanto al costo total que implicó su producción y envío a la Isla, hasta la tarde de ayer no hubo respuesta por parte de ninguna de las dependencias.
Identifican mayor carga ideológica en libros financiados por México
Desde septiembre del 2024, el Observatorio de Libertad Académica (OLA) alertó sobre el recrudecimiento del control ideológico en Cuba a través de los nuevos libros de texto, los cuales fueron rediseñados como parte de su programa denominado “Tercer Perfeccionamiento de la Educación en Cuba”.
En un comunicado emitido el 3 de septiembre de 2024, la organización señaló que esos nuevos libros ya habían sido repartidos a los alumnos de ciertos grados de escuelas cubanas desde el anterior curso escolar y continuarían entregándose en otros niveles en dicho periodo, lo que coincide con las fechas de los envíos de los libros de texto impresos en México y financiados por el Gobierno mexicano.
El OLA es una organización que busca promover la autonomía académica en el sistema educativo cubano, y que documenta y denuncia casos de violaciones del derecho a la educación en Cuba y de víctimas de la política oficial que rige el funcionamiento de los centros docentes e investigativos del país.
“No obstante, no es el diseño lo que destaca de las nuevas versiones de los libros de instrucción, y sí la fuerte carga doctrinal en sus páginas”, destacó el comunicado.
La organización OLA ha alertado desde 2024 sobre el contenido de los nuevos materiales educativos para los estudiantes en Cuba, cuyo origen mexicano se desconocía.
En entrevista, Omara Ruiz Urquiola, cofundadora e investigadora principal de OLA, cuestionó la inclusión de mensajes que refuerzan el discurso político cubano en los materiales para las distintas materias, ya sea de ciencias, humanidades e incluso deporte.
“La manipulación ideológica se ha ido incrementando paulatinamente con cada plan docente, los mensajes que soportan el discurso político aparecen tanto en materias humanísticas, como en las asignaturas de ciencias y hasta en la Educación Física. Un problema matemático puede incluir variables que representen a personas o hechos asociados a la historiografía revolucionaria”, añadió. “De este modo, además de soslayando, trivializando o tergiversando sucesos, se reescribe la historia nacional centralizándola en la epopeya de la Revolución de 1959”.
La historiadora y profesora universitaria, Omara Ruiz Urquiola, es la investigadora principal del Observatorio de Libertad Académica (OLA).
Ruiz Urquiola consideró que, sin importar que consiga o no la captación política de las nuevas generaciones, ésta penetración ideológica o adoctrinamiento a través de la educación impacta de manera determinante en las infancias cubanas.
“Los resultados en cuanto a la comprensión y conocimiento de la historia nacional son aplastantes, los pocos estudios que se han realizado (y publicado) muestran un masivo desconocimiento y rechazo que llegan al desarraigo. Esto en el supuesto de quienes no son sometidos por la doctrina, pero que de una forma u otra acaban padeciendo sus consecuencias”, sostuvo.
“Por otra parte, el discurso de odio se ha implantado de la mano de la legitimación de la violencia. Desde la asimilación de textos donde la Revolución está por encima de todo, los niños son conducidos a participar en actos de repudio contra ciudadanos críticos, disidentes y opositores políticos”.
-¿Cuál es el fin que buscaría con esto el Gobierno cubano en las nuevas generaciones?, se le preguntó.
“La adhesión ideológica, aunque no creo que puedan creerla factible en este punto de la historia”, dijo en entrevista. “Se trata de prolongar la estructura establecida, el método pedagógico está en función de un centro de pensamiento: el Partido Comunista de Cuba”.
La investigadora identificó que los libros tienen un contenido de crítica contra Estados Unidos como parte de una estrategia para culpar al país norteamericano de los problemas internos de Cuba.
“Es el mantra de plaza sitiada, la vieja estrategia que aterroriza pensando en un atacante externo cuando la causa de las dificultades es absolutamente interna. Distraer la atención y desviar el tema de la ineficiencia propia”, expresó.
“¿Cómo explicas a un niño campesino hijo de tabacalero que a su padre no le pagan la cosecha hace dos años? Simple: es culpa del “bloqueo” y del imperialismo que no deja que Cuba venda ese tabaco. Claro, el esquema se ha fracturado por el acceso a la información, difícilmente hoy día un niño que viva en una vega de tabaco no sabe que el responsable de que paguen mal o a destiempo es responsabilidad de CubaTabaco S.A, del gobierno”, ejemplificó.
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