En El diablo no llegó y otros relatos, Garizurieta demuestra una habilidad innata para narrar historias que mantienen a los lectores atrapados hasta la última palabra. El relato que da título al libro, El diablo no llegó, nos presenta a un niño que comparte con dos adultos su creencia en la existencia de seres sobrenaturales, logrando así una atmósfera de intriga que se complementa con la calidez y el humor característicos del autor.
Los otros relatos incluidos, Un agujero en el zapato y El apóstol del ocio, provienen de su libro Un trompo baila en el cielo y otros relatos. La selección y edición, a cargo de Dafne Iliana Guerra Alvarado y Raquel Mosqueda Rivera, quien también escribió la presentación, ofrecen una puerta de entrada a la vasta obra narrativa de Garizurieta.
Curiosamente, el apodo de Tlacuache le fue otorgado por su amigo, el escritor Efrén Hernández, quien lo menciona al final de su célebre cuento Tachas. En 1937, Hernández reseñó Singladura, la primera obra de Garizurieta, describiéndola como un libro de humor “cómico, sentimental e irónico”, prediciendo que cosecharía gran éxito, aunque este reconocimiento no llegó en la medida esperada.
A lo largo de su vida, Garizurieta supo equilibrar su carrera política con su pasión literaria. Mientras ejercía como magistrado del Tribunal de Justicia de Veracruz, fue tres veces diputado y oficial mayor del Departamento Agrario. Paralelamente, publicó varias obras, entre ellas las novelas Resaca (1939) y Recuerdos de un niño de pantalón largo (1952), además de cuatro libros de cuentos: El apóstol del ocio (1940), Un trompo baila en el cielo (1942), El diablo, el cura y otros engaños (1947) y Juanita la lloviznita (1956).
A pesar de sus múltiples compromisos, nunca abandonó su labor como escritor. En 1956, fue nombrado embajador en Haití por el presidente Adolfo Ruiz Cortines, y más tarde, en 1959, fue enviado a Honduras por Adolfo López Mateos. Sin embargo, su talento para la escritura siempre estuvo presente, y su obra literaria, aunque poco difundida, ofrece una visión única de su ingenio y creatividad.
Se dice que la famosa frase “Vivir fuera del presupuesto es vivir en el error” apareció originalmente en un relato breve titulado La credencial, hoy inencontrable. Según cuenta la historia, Efrén Hernández, su compañero de estudios, tenía una credencial de inspector de la Secretaría de Salubridad que le permitía obtener frutas y verduras para su análisis, pero que en realidad terminaban como alimento para ambos estudiantes de derecho. Al perder la credencial, volvieron a enfrentarse al hambre, situación que inspiró la famosa máxima de Garizurieta.
Además de su faceta como político y escritor, Garizurieta tuvo un papel clave en la historia de la educación en México. Fue uno de los líderes del movimiento por la autonomía universitaria en 1929. Según Lucio Mendieta y Núñez, Garizurieta dirigió el periódico mural La Huelga, fundado por estudiantes de derecho para apoyar dicho movimiento.
La publicación de El diablo no llegó y otros relatos es una coedición del Instituto de Investigaciones Filológicas y de la Dirección General de Publicaciones y Fomento Editorial de la UNAM. Esta edición no solo busca rescatar la obra literaria de Garizurieta, sino también revalorarlo como narrador, demostrando que, más allá de sus logros en la política, su capacidad para contar historias merece un lugar destacado en la literatura mexicana.