28 de Abril de 2025
Estatal

María Lizamba

Diputada Margarita Corro Mendoza, Distrito XXIII, Cosamaloapan. MORENA.
Foto:

*Un embarcadero de tablas de Orijuelo y techo de palma real, que parecía del tiempo de la colonia, daba sombra a más de dos centenas de pescadores que entre cigarros y cervezas comentaban sobre los armatostes que estaban atracados a lo orilla de la laguna

| | 16 Ene 2020

Llegar a la laguna de María Lizamba, es bajar de la montaña al llano, es salir con frío y entrar al calor; pero también es llegar a un mundo donde el tiempo se ha quedado congelado a pesar del fluir de las aguas del sistema lacustre que se crea en las llanuras sotaventinas de la cuenca hidrológica del Papaloapan y que terminan en la Heroica ciudad y puerto de Alvarado.

Debió el español Pedro de Alvarado, soñar que llegaba al mismísimo Edén, cuando sus naos se adentraron en la hídrica sierpe del río de las Mariposas. Árboles centenarios cerraban las riveras mientras los papagayos, colibríes y mariposas, juntos con los mosquitos, los atosigaban de color, sonidos y dolor.

Las aguas limpias escurrían desde los hielos del Citlaltépetl, calmando la salobre sed y los peces el añejo apetito de los marinos.

Al paso de los años, las riveras de los lagos y del río se fueron llenado de almas y junto con los bohíos indígenas fueron apareciendo los pueblos mestizos que hoy dan renombre a la cuenca del Papaloapan.

No solo llegaron los españoles a ayuntarse con las indias y dejar que los indios con las blancas españolas encarnaran más gente, no, otros humanos, arrancados de sus tierras por la feroz garra del imperio español, trasplantados desde el corazón del África, fueron regados a la vera de los cañaverales, para sacar la blanca azúcar con sus negras manos.

Entre mestizos y mulatos se juntaron los nombres de la vieja Castilla con los africanismos y nuestra María Lizamba, sonó en voz de los esclavos el nombre de Doña María Lezama , dueña de tierras y mercedes en Guaspaltepec; en kikongo (lengua africana) el Le – sama significaba “gran hormiguero”; y en lengua kinbundu de Angola, el disanga significa “laguna”; Sea en kikongo o kinbundu; esa laguna en aquellos tiempos era de difícil acceso y solo la frecuentaban los negros cimarrones.

La maravilla y el Edén se terminaron con el abandono de los pueblos y la concentración de la gente en los polos de desarrollo… pero algo más terrible llegaría con los siglos: la contaminación del agua, tierra y aire, cuya huella antropogénica se mira por doquier: plásticos, petróleo, gases, aceites y todo tipo de basura que van a parar criminalmente a las aguas de lagunas y ríos.

Dislocado el delicado equilibrio natural, crispado el clima por un calentamiento global que atosiga a todo tipo de vida… unas especies, en su lucha natural vencieron a otras apoderándose de los espacios e impidiendo el florecimiento de la diversidad.

Así, suelto el caos, el Lirio Acuático (Eichhornia crassipes), originario del Amazonas en Brasil ; llega a México por órdenes del General Carlos Pacheco, Secretario de Fomento en 1898, quien lo introdujo en las chinampas de Santamaría del Distrito Federal, hoy Ciudad de México, para de ahí… reproducirse rápidamente en todas las lagunas y ríos del país, no como planta de ornato, sino como maleza.

María Lizamba está en el municipio de Tierra Blanca; dentro del Distrito XXIII con cabecera en Cosamaloapan; hasta ahí, Margarita Corro Mendoza, quien había fungido como Presidenta de la Asociación Ganadera y electa diputada local, cargo que actualmente ostenta, conminó al gobernador Cuitláhuac García Jiménez hace un año; que recorrieran en lancha el sistema lagunar María Lizamba hasta la Laguna Madre de Alvarado, Veracruz.

Cuatro horas de navegar en esas aguas a lo largo de 60 kilómetros, les permitió hacerse un juicio real y concreto del grado de contaminación del sistema y del abandono de los gobiernos anteriores a los pueblos ribereños y a la producción agropecuaria y pesquera de la zona.

Si el diagnóstico estaba dado, sin duda, había que proponer la cura: ¡Diseñar un programa y asignar recursos para sanear el sistema lagunar de María Lizamba-Alvarado!

Y en casi todo, no hay plazo que no se cumpla; máxime, cuando está de por medio la ética política; llegamos a la laguna, donde, se iniciaría por el propio gobernador Cuitláhuac: el saneamiento del sistema lagunar… y ahí llegamos, cortando en el kilómetro 55 de la autopista Tinajas-Sayula de Alemán, tras cruzar un puente se abrió ante nuestros ojos el espejo de agua de María Lizamba, tal y como me lo habían descrito mis amigos Miyagui y Sergio Esteves.

Al fondo, rompiendo el horizonte, dos barcazas tenían trepadas sendas retroexcavadoras que chocaban con la lógica acuática: tanto peso y no se hunden; al frente un escenario, más alto que los árboles de Guamuchiles que lo rodeaban, daba cabida a un grupo musical que tan solo con la afinación ya invitaba a bailar un fandango en el viejo Quilombo Cimarrón; un embarcadero de tablas de Orijuelo y techo de palma real, que parecía del tiempo de la colonia, daba sombra a más de dos centenas de pescadores que entre cigarros y cervezas comentaban sobre los armatostes que estaban atracados a lo orilla de la laguna. Amarradas, entre el Lirio Acuático, decenas de lanchas se apiñaban como sardinas en el mar.

A la derecha, en un tinaco de agua de mil litros, jóvenes, mujeres y hombres se afanaban en vaciar garrafones de agua potable y concentrado de horchata para saciar la sed de los concurrentes que no paraban de llegar y me acordé de aquel retruécano del Martín Fierro, donde le dice a un negro que con su madre obesa llega a un baile: ⎯Va ca yendo gente al baile⎯ y el negro que le contesta: ⎯ Más vaca será tu madre⎯ pero aquí, no fue así, más bien, que en la comarca de la laguna de María Lizamba y todo Tierra Blanca, los pueblos ribereños, se habían pasado la voz de que ⎯¡ahora sí!⎯ el gobernador cumpliría su palabra de sanear las lagunas e impulsar proyectos productivos de acuacultura para que la gente genere sus economías y no se vaya de migrante en su mala suerte, sino más bien por gusto.
La música arreciaba y el locutor trataba de dar los datos del programa: que el Lirio en una semana multiplica por dos su volumen; que quita el sol a las especies, que evapora y tapona el flujo normal agua y por la otra bocina una cumbia que describía algo parecido a la “rajita de canela” del mítico Mike Laure.

Las dos de la tarde y el sol cuenqueño a plomo y mientras la gente se acomodaba en las calientes sillas de plástico; se anunciaba la llegada del gobernador: sin duda somos gente de rituales, jolgorio y aprensión por la gente en el poder; pues todos corrimos a su encuentro y entre papeles de peticiones diversas y selfies (horrible anglicismo, deberíamos decir autorretrato) se fueron integrando en el estrado: Rocío Pérez Pérez, Secretaria de Sedema; Margarita Corro Mendoza diputada del distrito, Sergio Rodríguez, procurador del medio ambiente y Lupita, la Presidenta de la Cooperativa de la Laguna.

Mago habló, hizo el recuento del abandono de pasados gobiernos, pero también recuperó la experiencia de los viejos recorridos en el sistema lagunar y los esfuerzos del Gobernador y su gabinete para cumplir con lo prometido: remediar la contaminación y retirar el lirio acuático de las lagunas, así como impulsar proyectos productivos que reactiven económicamente a la zona; comprometida con la 4T, conminó a seguir trabajando para el mayor bien del pueblo.

En su momento, Sergio Cortés, procurador del Medio Ambiente, dio a conocer los esfuerzos administrativos para obtener los recursos y poder implementar el programa de rescate de las lagunas; las características técnicas de los aparatos, el apoyo invaluable del Ejecutivo para que el programa se concretara y se iniciara, justo en la Laguna de María Lizamba y también la creación de empleos temporales para que los propios pescadores, trabajen y le den mantenimiento a la limpieza de las lagunas extrayendo de ellas la maleza del lirio acuático.

Habló Cuitláhuac, dijo, que venía de lejos, más al sur y que se había encontrado con otros gobernadores, pero que hoy, era una fecha memorable, porque significaba cumplir la palabra empeñada ante el pueblo que lo eligió para dar inicio a una obra de urgente necesidad para rescatar el sistema lagunar, enfático y entusiasmado ante cerca de un millar de mujeres, hombres, niñas y niños, terminó diciendo: ¡Así es como la 4T le cumple a la gente!

Atrás de él, lo que había sido un telón de fondo, las dos retroexcavadoras movieron sus brazos de acero y sacaron kilos de lirio acuático que flotaba apretado en la laguna… la otra máquina, con sistema de paletas y bandas transportadoras, atacaba al lirio y lentamente lo subía a su cubierta.

Las clementes nubes taparon el sol a ratos, dejando ver nítidamente el horizonte… en la otra bocina la cumbia seguía machaconamente invitando a bailar, pero ya era hora de la comida y en desordenadas filas, seguramente por el hambre, la gente iba por su horchata, su mixiote de barbacoa o sopa de camarón.

Me volví a la orilla de la laguna y me encontré ahí parado a un hombre, con su viejo sombrero de palma y un cigarro torcido a mano, de tabaco puro, piel oscura y curtida por el sol costeño: Don Melquiades, de Macondo, vecino del Juile, quien sin voltear a verme me dijo, con una voz ronca de tantos años de espera: ⎯Solo se necesita voluntad y honrar la palabra, pa´que tanto arguende de los otros gobiernos. Esta mujercita y este hombrecito si cumplen su palabra.